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Conflicto en Europa del Este: “La OTAN no sólo acorrala a Rusia”

¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Qué intereses tiene EEUU? Reportaje a Sebastián Salgado, analista internacional especializado en geopolítica. 

Si tuviéramos que trazar una línea de tiempo para explicar el conflicto que hoy protagonizan Rusia y Ucrania, tendríamos que ir muy lejos: “El origen es indivisible. Es una pelea entre hermanos de sangre, no solamente una guerra civil como dicen algunos. Lo importante de esta etapa que estamos viviendo es el año 2014”, afirma Sebastián Salgado. ¿Qué pasó en 2014? “Es el año de lo que se conoce como el “Euromaidán”, que fueron unas protestas incentivadas desde Occidente, Washington y Europa para desestabilizar gobiernos que podían tener alianzas con Rusia”.
Para Salgado, en 2014 hubo un golpe de estado en Ucrania que derrocó a Víktor Yanukóvich y luego impusieron a Petró Poroshenko y al capo cómico Volodímir Zelenski, “dirigentes a la medida de los intereses occidentales”. Por entonces, se vivían en Ucrania momentos de mucha tensión, con masivas protestas sociales en contra del gobierno de Yanukóvich. Otros, se oponían a esas protestas, “entendían ese proceso político y empezaron a declarar su independencia, como Crimea y Sebastopol”. Un sector de la población no quería formar parte de una desestabilización por parte de Occidente. Luego vino la anexión de Crimea por parte de Rusia, lo que provocó muchísima tensión en la región, y a continuación las repúblicas autónomas del Donbass, Donetsk y Luhansk, se autoproclamaron independientes, pero Moscú no las reconoció.  “Esta situación hizo que Ucrania, para no perder el Donbass – como ya había perdido Crimea – los atacara militarmente. El Donbass no tiene ejército, tenía autodefensas populares. Por eso se firmaron los acuerdos de Minsk en Bielorrusia (septiembre de 2014), donde se ponen de acuerdo para desmilitarizar la frontera entre Ucrania y esas provincias para que no haya bombarbeos contra la población civil.  Zelenski no respetó el acuerdo. En ocho años mataron a miles de personas”.

¿Qué pasó en 2014? “Es el año de lo que se conoce como el “Euromaidán”, que fueron unas protestas incentivadas desde Occidente, Washington y Europa para desestabilizar gobiernos que podían tener alianzas con Rusia”.

Salgado destaca que a partir de esas protestas de 2014 se hace presente una impronta “neonazi” que perdura hasta el día de hoy en el gobierno de Zelenski. “Cuando triunfa ese golpe (2014), aparecen las fotos de Stepán Bandera, aquel líder político ucraniano que durante la Segunda Guerra Mundial sirvió de apoyo a los nazis para que entraran a través de Ucrania, y si era posible atacaran Moscú. Esta corriente política sigue vive todavía. Hoy, en la evacuación de Kiev, vemos que en los trenes no dejan subir a africanos, a los árabes, para que esos grupos – que ellos étnicamente consideran inferiores – sirvan de escudos humanos contra los ataques del ejército ruso”.

¿Qué intereses tiene EEUU en este conflicto? 
Los intereses de EE.UU. están a partir de que, tal vez, las cuentas que habían sacado cuando cayó la Rusia “soviética” no les está dando resultado hoy. Porque pasaron relativamente pocos años y EE.UU. no termina de reconocer este mundo multipolar o tripolar en el que estamos viviendo. Entonces, económicamente EE.UU. ha dejado de ser la primera potencia porque ya lo es China, y al mismo tiempo ha dejado de ser la primera potencia militar porque ya lo es Rusia. ¿Cuál es la jugada que puede llegar a hacer EE.UU. para mantener su hegemonía? Es la guerra. Utiliza a la OTAN – que fue creada como herramienta militar de contención a la Rusia “soviética” -; intentan tener una suma de banderas multicolores de los 30 países que componen la OTAN para justificar el intento de injerencia, ataque y una escalada de nivel nuclear. Si es que va a existir una tercera guerra mundial, esa guerra va a ser nuclear. 

¿Qué rol juega la UE en este conflicto? ¿Ha perdido liderazgo en las negociaciones?
La Uninón Europea (U.E). está jugando un rol que llama la atención por la historia que ha tenido Europa, dejándose llevar por los intereses de la política exterior de EE.UU. Cuesta entender cómo el rezago del Plan Marshall hace que los intereses de los propios europeos puedan estar a disponibilidad de los designios de la OTAN. El ejemplo más claro creo que es la no utilización todavía del gasoducto Nordstream 2 que tanto necesita Europa, de lo cual podría salir beneficiada Alemania como distribuidor de gas ruso, y que por el veto de EE.UU. la población europea va a tener que pagar el gas muchísimo más caro. Es cierto que Europa ha mirado con recelo y enfrentamiento a Rusia, pero al mismo tiempo nunca habían aceptado la unión de Ucrania a la U.E. Entonces, Ucrania no es ni parte de la OTAN, ni parte de la U.E,. ni parte de Rusia. Ha quedado ahí como una cosa en el medio, producto de estas situaciones que vivimos en los últimos años.¿La OTAN mantiene rodeada a Rusia tal como denuncia el Kremlin? ¿Y si fuera así, qué objetivos hay más allá de Rusia? ¿Qué papel juega China en este tablero político?
Cuando vemos el mapa de las posiciones de las bases de la OTAN, se ve de qué manera van acorralando no solamente a Rusia, sino también a la República Islámica de Irán. Pero lo cierto es que es importante ampliar el mapa y pensar cuál es la economía que realmente le interesa a EE.UU. asfixiar. ¿Es la economía rusa o es la economía china? Y si se enfrentan y desestabilizan los corredores de lo que estaría siendo la nueva Ruta de la Seda podrían perjudicar el paso de los productos chinos a Occidente. 

Ucrania no es ni parte de la OTAN, ni parte de la U.E., ni parte de Rusia.

Es importante recordar que los EE.UU. crearon recientemente el Aikus, que es una especie de “mini” OTAN en el Pacífico, y sumaron a su aventura bélica a Australia vendiéndoles submarinos de propulsión nuclear. Esta misión desestabiliza todo el Pacífico sur impulsado también por el gobierno del Reino Unido, en una especie de nueva alianza anglosajona en la cual Australia no le queda más que perder. Pero meten una presión muy grande en la ruta marítima. Los EE.UU. dejaron también desestabilizados a Afganistán con su salida y su domesticación de los talibanes que ellos mismos dejaron en el gobierno. Lo que van a hacer es sumir a un país en la pobreza, lo cual crea un caldo de cultivo para grupos radicalizados que pueden operar para atacar a cualquier país en cualquier lugar de Oriente Medio al mejor postor. Entonces, la ruta del Pacífico y la de Asia occidental quedarían también bloqueadas. La ruta con Europa a través de Ucrania tampoco sería una ruta segura. Y la otra ruta que queda es la del Ártico. China no tiene salida al Ártico, pero sí lo puede hacer a través de Rusia. Y Rusia es el único país del mundo que tiene rompehielos que, aprovechando el derretimiento de los cascos árticos, están pudiendo “nadar” esos mares acortando significativamente lo que sería el transporte de productos desde China, a través de Rusia, hacia Europa.

Si se enfrentan y desestabilizan los corredores de lo que estaría siendo la nueva Ruta de la Seda podrían perjudicar el paso de los productos chinos a Occidente.

¿Te parece legítima la operación desplegada por Putin? Porque en definitiva está invadiendo un país con soberanía propia.
 La invasión de Rusia a Ucrania no es de ocupación. No hay un objetivo de atacar a población civil. Hay objetivos de que no exista una mayor escalada teniendo en cuenta la vulnerabilidad absoluta del gobierno de Kiev en hacer todas y cada una de las cosas que le demanden las fuerzas de la OTAN, a punto de poner en riesgo a su propia población. Sí hay una vulneración de la soberanía ucraniana. La legitimidad o no está de acuerdo a la óptica con que se la mira. Rusia utiliza la fuerza para sus propios objetivos políticos de defensa.

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