Pensar en cuarentena: “Es un momento para explorar el porno”.
Daniel Mundo* investiga lo “porno” como nuevo vínculo social. En este contexto, hablamos sobre el desafío de experimentar nuevas prácticas en el aislamiento y también pensamos cómo serán las relaciones después de la cuarentena. El mundo se ordena de otra manera ¿Estamos preparados?
“No sé si vamos a poder reemplazar el mito de la carnalidad por una nueva lógica de funcionamiento social – virtual, posiblemente la cuarentena sea un experimento más”.
AG: ¿De qué manera nos vinculamos con el porno?
Algunos dicen que Internet es la tierra prometida de la pornografía. Internet implica la instauración de nuevos vínculos sociales y afectivos. Para poder tolerarlos los traducimos a vínculos físicos. Pero sabemos que esos vínculos responden a otras exigencias y que producen otros afectos. Estoy pensando en los “Me gusta”, pensamos que detrás de un “Me gusta” hay una persona de carne y hueso, también tenemos que pensar que el “Me gusta” responde a una lógica algorítmica a una manera de predecir el ciclo que desborda a una persona física. No sé si vamos a poder reemplazar el mito de la carnalidad x una nueva lógica de funcionamiento social – virtual, posiblemente la cuarentena sea un experimento más. No creo que esta pandemia sea el final de un ciclo, debe ser una etapa en un proceso que supera nuestras capacidades de decisión. Me parece que Tinder va a quedar como la marca de unos años que quedaron en el pasado. Capaz que sale antes la vacuna y todo esto cambia. Y vamos a andar con el certificado de “buena salud”. Pero esta no es la realidad. Yo creo que el vínculo se va a ir virtualizando cada vez más. Y que tendríamos que estar preparados para eso en vez de estar soñando que el día después será una fiesta como leo en algunos Facebook.
“Hay que pensar en las nuevas sexualidades que se recortan sobre el horizonte”.
AS: Los sexólogos recomiendan sexo remoto durante los días en cuarentena pero poco se habla sobre porno.
DM: Se habla demasiado de sexo, se habla de una determinada manera, de desinformación del sexo más que aclaración o guía. El porno evidencia que la sexualidad como uno se la imaginaba ya no funciona más, no va a funcionar más. Hay que derrocar la hetero- normalidad. El Estado tendría que hacerse cargo de esta transformación psíquica, social y sexual en la que estamos inmersos, creo que no lo advierte … desbordado por otras situaciones … el principio transexual es el modelo donde no hay una prioridad de un sexo sobre otro, los órganos están funcionando de otros modos. Hay que pensar las nuevas sexualidades que se recortan sobre el horizonte.
“El tema acá, es que no estamos preparados para este salto”.
AS: ¿Se consume más o menos porno en cuarentena?
Es muy difícil saber si se consume más o menos porno, son siempre como mitos, tanto la riqueza que genera el consumo, son muy difíciles de controlar. El tema acá, es que no estamos preparados para este salto. Creo que ahora nos tendríamos que estar preparando para convertir a la pornografía en un género normalizado. La pornografía sigue estando no prohibida, pero estigmatizada. Ya no por la ley sino por algún sentido común que quiere “mejorar” la pornografía, volverla más tolerante menos “coitocentrada”, menos hegemónica de lo que suele ser la pornografía. Me refiero a este proyecto “posporno” que es un proyecto político y sexual muy interesante que está entablando una guerra con la pornografía que no tiene manera de ganar y me parece que hay que empezar a entablar este combate desde otro lugar. Desde la aceptación de que esto forma parte del deseo. Con respecto al deseo, vengo trabajando desde hace mucho.
“Le damos un sentido muy banal al concepto de deseo”.
AS: ¿Qué pasa con el deseo?
Es un concepto muy complicado. Le damos un sentido muy banal al concepto de deseo, pensamos que el deseo es algo que se puede manejar que es un instrumento como un caballo con arneses, el deseo es el desborde de nuestra propia vida. Es lo que somos, la lucha por ser algo, porque nuestro ser está permanentemente sobredeterminado y vinculado con formas de ser que aplanan nuestras capacidades y potencialidades. Los placeres que antes se llamaban virtuales, ahora son muy reales. La virtualidad no es una potencia de la realidad – algo que la realidad podría ser – sino que es una dimensión de la realidad u otra forma de la realidad. La pornografía que es un género básicamente virtual necesita siempre una mediación de algún tipo es el lugar para investigar todas estas cuestiones.
“Ya estábamos entrenados a esta soledad en la que vivimos”.
AS: ¿Crees que las tecnologías de alguna manera ya nos prepararon para este momento?
La tecnología nos entrenó mucho para esto y el resabio humano siempre le pone una capa de barniz afectivo que nos confunde y nos engaña. Pero la tecnología ya nos venía entrenando para el aislamiento y la cuarentena. Por esa razón, fue acatada tan rápidamente. Fue acatada más que por el respeto a la autoridad del Estado y a la voz de los científicos, porque ya estábamos entrenados a esta soledad en la que vivimos.
“La desconfianza va a calar hondo”.
AS: ¿Qué va a pasar cuándo nos volvamos a encontrar con nuestros amigos y familiares?
El mundo se está ordenando de esta manera y hay que tratar de reflexionarlo desde el modo en que está ordenándose y no como uno quisiera que el mundo fuera. En términos concretos será una salida gradual. Casi en cuestión de horas estuvimos encerrados. Para volver a tener confianza en un cuerpo ajeno, extraño, con el cuerpo que uno va a explorar cosas, y bueno llevará su tiempo, la marca va a ser difícil de borrar. Es posible que como la VTV garantiza el chasis del auto, el Ministerio de Salud saque una VTV del chasis de nuestra carne para garantizar que no fuimos portadores o que no somos portadores, que somos sanos. Es como que uno va a ir con la VTV colgada al cuello para poder tener ese contacto con el otro. La desconfianza va a calar hondo. En unos meses, va a aparecer la vacuna obligatoria, otro dato para la VTV.
“Para el capitalismo, esto es una especie de limpieza malthusiana de un excedente poblacional, está muy claro en las posturas de Trump y Bolsonaro”
AS: ¿Es el fin del capitalismo como vaticinan algunos pensadores?
No es el fin del capitalismo. Es en todo caso, el fin de un tipo de capitalismo pero el capitalismo ya de algún modo se adelantó a esto. No deja de ser algo increíble, asombroso, que de un día para el otro, toda una maquinaria que parecía imparable, se paró. Es como para usar una metáfora decimonónica: un tren de alta velocidad que de pronto le ponés el freno de mano y todos los vagones están sacudiéndose, pero no va a desatrancar este tren. Sí me parece que es un momento para pensar y para llevar a cabo – dentro de las posibilidades – que tipo de capitalismo queremos. Tratando de comprender aquello a lo que nos resistimos a comprender, por ejemplo, a las clases populares. Sería un momento ideal para que estas costumbres no hegemónicas sean incorporadas a la vida en común. Vamos a ver cómo salimos, cómo salen las clases populares de este terrible cimbronazo que van a sufrir. Porque son las clases que más van a sufrir. Para el capitalismo, esto es una especie de limpieza malthusiana de un excedente poblacional, está muy claro en las posturas de Trump y Bolsonaro. No detengamos la economía porque estas muertes no afectan a la economía.
*Investigador y docente de la UBA.