#FuturoSeguro vs #YaEsDemasiado. Evo Morales vs Carlos Mesa. Dos proyectos de país, en una región convulsionada, se enfrentan este domingo en Bolivia. El eslogan opositor alerta sobre la denominada “eternización en el poder”, ya que Morales podría ser reelecto hasta 2025.
En Bolivia también se votan senadores y diputados pero a diferencia de otros países, las cámaras legislativas no se renuevan por partes sino en su totalidad.
Morales mantiene el primer lugar y Mesa el segundo según los últimos sondeos. La gran duda de estas elecciones es si al actual mandatario del MAS (Movimiento al Socialismo) le alcanzarán los votos para evitar una segunda vuelta. Para ganar en primer turno, uno de los postulantes debe lograr más del 50% o un mínimo de 40% con una diferencia de 10 puntos frente a la segunda alternativa más votada. Si no se consiguen estos porcentajes se irá a un balotaje (15 de diciembre).
Pero más allá de las diferencias políticas el electorado opositor a Morales, destaca la pujante economía que ha logrado consolidar el equipo de Evo en los últimos 10 años. En un contexto negativo para los países que rodean a Bolivia, como los casos de Brasil, Argentina, Perú y Ecuador, naciones que han recurrido nuevamente al FMI para entregar la soberanía económica, Morales apela con la consigna #FuturoSeguro a garantizar la estabilidad de su país en momentos que pareciera derrumbarse todo a su alrededor.
Sin duda el crecimiento económico es el gran aliado de Morales en esta etapa. El Producto Interno Bruto (PIB) es de 4,22%, lo que convirtió a Bolivia en el país con mayor crecimiento económico de Suramérica y el segundo en América Latina, solo detrás de República Dominicana. Además, el Gobierno boliviano proyectó un crecimiento de 4,5% para 2019, una tendencia que incluso fue reconocida por el FMI. Uno de los pilares del éxito económico de Bolivia fue su política de nacionalización de acuerdo a un informe de la Unidad de Debates Económicos del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, (CELAG). Según el CELAG las nacionalizaciones originaron un efecto de retención de rentas que, con anterioridad a las políticas del Ejecutivo presidido por Morales, salían del país en forma de utilidades. Bolivia fue el país suramericano con mayor crecimiento en los años 2009, 2014, 2016 y 2018, su moneda es una de las más fuertes de la región y todos los indicadores socioeconómicos han mejorado notablemente, incluido el salario, que ya supera al de Perú y Argentina.
Del otro lado está Mesa, el candidato de la coalición de derecha Comunidad Ciudadana. Mesa también fue vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Lozada y luego mandatario hasta que renunció en 2005. Además, representó en La Haya al Gobierno Boliviano en la demanda marítima que perdió contra Chile. Desde la oposición, el eje discursivo es la lucha contra la corrupción y la recuperación de la democracia, ya que consideran que no se respetaron los resultados del referendo del 21 de febrero de 2016, en el que más de la mitad de los votantes decidieron rechazar la posibilidad de reelección del presidente, luego habilitada por la Junta Electoral.
En los últimos días de campaña Morales llamó al electorado a evitar el regreso del neoliberalismo y puso como ejemplo la grave situación que vive actualmente Argentina regida por las políticas del FMI. Por su parte, Mesa hizo hincapié en la “deriva autoritaria” del actual gobierno y la necesidad de optar por vivir en democracia. En un tercer lugar de las encuestas se ubica Óscar Ortíz, senador nacional y representante de “Alianza Bolivia”. Una figura ligada al liberalismo y al empresariado boliviano. Esta fragmentación de la oposición también le permitió a Morales llegar con mas tranquilidad a las elecciones aunque no se descarta una segunda vuelta para definir el futuro de la “gran Bolivia”.
