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Panorama Político: A un PASO del Antimacrismo

El Antimacrismo es, hoy, la principal identidad política de la sociedad argentina, con el 33% de su electorado, frente al 27% que se define Antikirchnerista. El 64.6% de los votantes evalúa como “muy mala, mala o regular mala” la gestión del presidente Mauricio Macri, y sólo el 35% como “muy buena, buena, buena o regular buena”. Su imagen negativa es superior al 60%, con un saldo negativo de más del 25%. La de Cristina es negativa “sólo” en el 4%, pese a la terrible campaña mediática y judicial desarrollada en su contra en los últimos años. En ese sentido, la de Alberto Fernández es positiva en 3 puntos y viene en alza, subió 12% en el último mes. Y lo que es más importante: si bien hubo una recuperación de la imagen de Macri de 7 puntos y de su gestión presidencial de 10 puntos, el 87.3% de los encustados considera que su situación familiar se mantuvo mala o emporó en el último mes; solamente el 10% “está empezando a mejorar o mejoró bastante”. Con todos estos datos que reveló el profundo informe “presencial” (no telefónico y menos aún automático) elaborado por El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), es difícil imaginar un triunfo oficialista. Al menos no hay datos que lo expliquen.

La mayoría de los medios de comunicación se quedan exclusivamente con la intención de voto, que es, por supuesto, lo más importante y llamativo. En general, son estudios realizados telefónicamente y, en muchos casos, a través de “robots”. Pocos tienen la profundidad del estudio de la CELAG y menos aún son presenciales, con una persona que va y hace las preguntas cara a cara. En este informe, por ejemplo, se detallan los niveles socioeconómicos de las/os entrevistadas/os: el 27.7% es de clase alta y media alta; el 25.4% de clase media y 46.9% de clase media baja y baja. En el rango etario se respetan, por ejemplo, que el 20.3% tiene entre 16 y 24 años, y el 15.6% 66 años y más. Casi todas las encuestas conocidas en estos últimos días, más precisamente 12 de 13, dan tiunfador a la fórmula de Alberto Fernández-Cristina Fernández. El Frente de Todos ganaría las PASO del próximo domingo por una diferencia que va de los 2 a casi los 10 puntos. También hay coincidencia en que conseguiría, de piso, el 40% los votos. La encuesta de la CELAG le otorga a F-F el 42.5% frente al 33.4% de Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto. Y lo que es más revelador: el 60% nunca votaría a Macri, frente al 47% que nunca elegiría a Fernández. “El promedio de las 12 encuestas (en todos los casos se tuvo en cuenta las tablas que incluían a los indecisos) da una diferencia de sólo 2,75 puntos a favor de Alberto F.: 39,48% contra 36,73% de Macri”, publicó Clarín en estos días. Claro que en esos relevamientos no se incluyó la encuesta de la CELAG, pese a ser la más completa, presencial e interesante de analizar. En realidad, el “promedio” está en torno a los cinco puntos, como dan las encuestas de Raúl Aragón (41.6% a 36.1%) y Ricardo Rouvier (39% a 34%).

Ese clima post PASO nacional será determinante: si la diferencia que consiga el FT es de seis o siete puntos, habrá un clima a favor de la oposición y los dos meses y medio hasta octubre serán un suplicio para Macri.

Asimismo, en la provincia de Buenos Aires las encuestadoras coinciden que en las PASO Axel Kicillof le ganará a María Eugenia Vidal, aunque por una diferencia menor. Aquí también lo más importante es el clima que se generará a partir del resultado de las primarias, especialmente porque la gobernación se resuelve sí o sí en octubre y con un voto alcanza: una diferencia difícil de remontar para Vidal será un espaldarazo para el Frente de Todos; en cambio, una derrota “corta” de la gobernadora hará que la presenten mediáticamente como invencible para la “verdadera elección” de octubre.

Si Juntos por el Cambio pierde “dignamente” por dos o tres puntos, “los mercados y los medios” trabajarán sobre el empate técnico y que, en el ballotage, por poquito el favorito es Macri.

Ese clima post PASO nacional será determinante en lo que vendrá: si la diferencia que consiga el FT es de seis o siete puntos, habrá un clima a favor de la oposición, al oficialismo se le complicará mucho sostener el dólar y los dos meses y medio hasta octubre serán un suplicio para Macri. Por el contrario, si Juntos por el Cambio pierde “dignamente” por dos o tres puntos, “los mercados y los medios” trabajarán sobre el empate técnico y que, en el ballotage, por poquito el favorito es Macri. Escenario ideal para las operaciones mediáticas, judiciales y las manipulaciones con los resultados electorales. El 62.5% confía poco o nada en el sistema electoral. Una pena, era uno de los bastiones de la democracia argentina. Macri parece que con eso sí pudo Macri. Habrá que esperar que la voluntad popular pueda más que los poderes fácticos. Al fin y al cabo, de eso se trata la política: que el poder político compense en parte los poderes económicos y antipopulares, como son el de las grandes empresas y el judicial; esos no se eligen.