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Vacunas: mitos y verdades de sus aplicaciones

Por Maximiliano Ghielmetti

El horizonte de vacunación es visible. Pfizer fue aprobada en el Reino Unido y se espera que siga el mismo camino, tanto en Europa como en nuestro país. Mientras se avecina una campaña de vacunación sin precedentes en historia de la humanidad, el camino hacia las vacunas no es siempre llano. Desde el origen “sospechado” de la rusa, a los temores por un proceso que se realizó a la velocidad que marca la emergencia. De estos temas Agenda Sur habló con Daniela Hozbor, bioquímica e Investigadora Principal del Conicet en el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de La Plata.

“En cada una de las fases de análisis de una vacuna, la clave es evaluar la seguridad y la eficacia”.

AS: ¿Qué diferencia tiene este proceso veloz de producción de vacunas en emergencia sanitaria con un contexto convencional?
DH: La emergencia sanitaria está marcada por el impacto que tiene la enfermedad a nivel global, por lo cual se busca algo que provoque un beneficio por encima de todo el riesgo que estamos viviendo; y se necesita lo antes posible, porque cada día crece el número de infectados y de muertos. En cada una de las fases de análisis de una vacuna, la clave es evaluar la seguridad y la eficacia.  En fase tres, los testeos se le hacen a miles de voluntarios. Son ensayos multicéntricos, con individuos de distintas etnias, grupos poblacionales, distintos por edad y patologías de base. Aquí se completan las evaluaciones de seguridad y eficacia. Se deben responder a una serie de preguntas: 1: Si la vacuna es capaz de protegernos contra una enfermedad. 2: Si es capaz de hacerlo contra una enfermedad severa; y 3: Si nos protege contra la muerte. Además, si lo hace contra la infección.. . Si todo esto es exitoso, se licencia, se pasa a producción y se aplica en la población. En el caso de la emergencia sanitaria, como la que vivimos ahora, todas las fases que se llevan a cabo cuando se desarrolla una vacuna se condensan.  Es decir se superponen las fases de forma de acortar los tiempos, pero en cada una de ellas se debe cumplir con la exigencia de responder esas preguntas. Más allá de que la situación amerite que se achiquen los tiempos para obtener una vacuna, después se las sigue evaluando a largo plazo para hacer los ajustes que sean necesarios en términos de seguridad y eficacia.

En fase tres, los testeos se le hacen a miles de voluntarios. Son ensayos multicéntricos, con individuos de distintas etnias, grupos poblacionales, distintos por edad y patologías de base.

AS: ¿Qué te pasa cuando escuchas tribulaciones sobre las vacunas como si se tratase de elegir un vino en el supermercado?
DH: Más allá del distinto origen de las vacunas, los seres humanos tenemos que estar agradecidos de poder contar con estos insumos. El desarrollo de vacunas es todo un desafío porque es todo empírico. Uno hace un diseño del candidato vacunal, pero nada indica que ese diseño vaya a funcionar, entonces hay que ir pasando etapa por etapa. Hay muchos de los candidatos que se prueban en animales que fracasan, porque no es obvio que todos vayan a funcionar. Después aquellos que van a las fases clínicas (en humanos), no todos la superan. Entonces tener más de un candidato vacunal (vacunas) con valores de eficacia y seguridad muy buenos son ya muy buenas noticias. No deberíamos cuestionarnos por si viene de Rusia o de Oxford. Lo que nos importa es que estos candidatos deben cumplir con las medidas de seguridad y eficacia para ser utilizadas en la población, y eso lo van a decir los entes reguladores, internacionales y nacionales.
AS:¿Qué efectos tendrá la primera etapa de vacunación a los grupos de riesgo y estratégicos sobre el resto de la ciudadanía que aún no se haya vacunado? 

Daniela Hozbor, bioquímica e Investigadora Principal del Conicet en el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de La Plata.


DH: La vacunación, en términos generales, decimos que es un evento solidario, porque el efecto benéfico no lo tiene sólo la persona que recibió la vacuna sino la comunidad en general; vacunando al grupo de riesgo y a los más vulnerables lo que se hace es disminuir la circulación del patógeno, esto es lo que se conoce como la “inmunidad de rebaño”.
¿Se podría incluir a esta vacuna en el calendario nacional de vacunación?
Eso todavía no lo sabemos, hay que ver cómo evoluciona la enfermedad y la pandemia. Se está produciendo mucho aprendizaje ya que esta enfermedad es nueva. Si es necesario, se incluirá, y si se observa la necesidad de un cambio de cepas, que eso también se está evaluando. Aún no hay nada que lo indique, se verá si es necesario hacer cambios en la composición de la cepas, para proteger a las cepas que están circulando. En ese sentido se están haciendo estudios, incluso nacionales, que están analizando qué pasa con los genomas de los virus que están circulando. 

Vacunando al grupo de riesgo y a los más vulnerables lo que se hace es disminuir la circulación del patógeno, esto es lo que se conoce como la “inmunidad de rebaño”.

AS: Desde lo personal y lo profesional ¿cómo viviste este momento, teniendo en cuenta que a la diferencia de la gran mayoría de la sociedad podías comprender lo que pasaba y pasa?
Esta es una enfermedad que demostró cómo el el conjunto de acciones individuales tiene impacto sobre lo colectivo. Y por otro lado, lo que pasa nos sirve para valorar el conocimiento, el desarrollo de la ciencia y del trabajo mancomunado, y también tener una sociedad que trate de minimizar todas las desigualdades, ya que esto nos impacta negativamente a todos

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