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La meta de Bolsonaro

Se trata de la peor imagen de un presidente brasileño en 7 meses de gobierno. La marca superó a Fernando Collor de Mello. Jair Bolsonaro atraviesa tiempos turbulentos. A esto se suman la crisis económica y el escándalo por las filtraciones de Lava Jato que salpican al exjuez y actual ministro de justicia Sergio Moro. La calma llegaría con la aprobación de la ley previsional, un proyecto reclamado por los mercados y establecido como prioridad para los objetivos fiscales del superministro de Hacienda Paulo Guedes.

Los números indican que el excapitán es el gobernante que peor imagen tuvo en el primer tramo de gestión desde 1990, cuando Fernando Collor también cosechó antipatías. 

Según un informe de Datafolha, el 33 por ciento de los brasileños cree que Bolsonaro está haciendo un buen trabajo, para el 31 por ciento lo está haciendo de forma regular y otro 33 por ciento opina que está haciendo un trabajo malo o pésimo. Los números indican que el excapitán es el gobernante que peor imagen tuvo en el primer tramo de gestión desde 1990, cuando Fernando Collor también cosechó antipatías. 

De acuerdo a Datafolha, la aprobación del exjuez cayó un 7 por ciento en 3 meses, aunque la mayoría de las personas consultadas no cree que Moro deba renunciar.

Enredado en el escándalo de Lava Jato, Moro pidió una licencia sin goce de sueldo “para tratar asuntos particulares”, según detalla la solicitud, entre el 15 y 19 de julio. Semanas atrás, el ministro se presentó ante el Congreso y volvió a cuestionar la autenticidad de las conversaciones de Telegram difundidas por The Intercept, en las que se evidencian su intervención en el proceso que llevó al ex presidente Lula Da Silva a la cárcel. De acuerdo a Datafolha, la aprobación del exjuez cayó un 7 por ciento en 3 meses, aunque la mayoría de las personas consultadas no cree que Moro deba renunciar. Pese al escándalo, Bolsonaro decidió premiar a su ministro con un lugar en el Tribunal Superior de Justicia. En 2020 y 2021 quedarán vacantes dos lugares en el máximo tribunal. Según adelantó el mandatario, el otro postulante será un evangelista. 

Tal es el optimismo que Guedes prepara un paquete de medidas para acompañar la reforma: privatizaciones, achicamiento del déficit y reforma fiscal, entre las prioridades de la agenda.

Pero la expectativa está puesta en la reforma al sistema previsional. Esta iniciativa es la meta política de Bolsonaro, un trámite que comenzó a gestionar sin éxito, su antecesor Michel Temer. El gobierno se mostró confiado y dio por descontado un triunfo parlamentario. Tal es el optimismo que Guedes prepara un paquete de medidas para acompañar la reforma: privatizaciones, achicamiento del déficit y reforma fiscal, entre las prioridades de la agenda.

Entre las modificaciones más relevantes, se eliminó la posibilidad de crear un régimen de capitalización.

La iniciativa de Seguridad Social fue aprobada con cambios en Diputados en una primera ronda. El proyecto debe pasar dos instancias de votación en la Cámara Baja y otras dos en el Senado por tratarse de una enmienda constitucional. Entre las modificaciones más relevantes, se eliminó la posibilidad de crear un régimen de capitalización. La reforma apunta a establecer una edad mínima para el acceso a la jubilación, que hasta ahora, no existe en Brasil, de 62 años para las mujeres y de 65 para los hombres; cambia la forma de calcular el beneficio y además, impondrá un tiempo mínimo de aportes: de 20 años en el caso de ellos y 15 para las mujeres que trabajen en el sector privado, mientras que para los empleados públicos será de 25 años. La iniciativa resistida por los sindicatos fue motivo del primer paro general contra el gobierno, sin embargo, de acuerdo a los sondeos, en las últimas semanas aumentó el apoyo popular a la ley. Aproximadamente el 47% de los encuestados está a favor de la reforma, una suba de 6 puntos porcentuales con respecto a la encuesta de abril (informe de Datafolha). La segunda votación se realizará, tras el receso parlamentario que comienza el 17 de julio.

Los mercados celebraron el paso adelante. En caso de lograrse la sanción, Bolsonaro anotaría su primer gol a favor. Fútbol y política se relacionan una vez más. La imagen quedó cristalizada en la final de la Copa América a la que asistieron el excapitán y su ministro de justicia quienes celebraron la consagración de la selección brasileña en el Maracaná, una foto que esperan repetir.