Jueza de la Corte de EEUU y el fallo por Trump: “Disiento con miedo por nuestra democracia”
“¿Ordenar al ejército a asesinar a un rival político? Inmune. ¿Organizar un Golpe de Estado para mantenerse en el poder? Inmune. ¿Aceptar coimas a cambio de perdones? Inmune. Inmune. Inmune. Inmune”. La jueza de la Corte Suprema Sonia Sotomayor describió “escenarios de terror” en su carta de disenso por la decisión de la Corte de conceder inmunidad presidencial a los actos de gobierno que un presidente pudiera hacer. La jueza tomó la rara decisión de leer su disenso en voz alta desde su banco. Sotomayor finalizó su carta: “Con miedo por nuestra democracia. Yo disiento”.
El viernes 28 de junio, último día laborable de la Corte Suprema antes del receso de verano, ésta decidió otorgarle al ex presidente Donald Trump la inmunidad de ser enjuiciado por “actos oficiales” realizados durante su tiempo en el ejecutivo.
Antes de este fallo, los presidentes sólo eran inmunes mientras ejercían el cargo de Presidente y quedaban vulnerables a procesos legales contra ellos una vez que abandonaban el cargo, si es que hubiesen cometido un crimen. La noción que ningún ciudadano está por encima de la ley quedó cancelada con el fallo de la Corte Suprema actual, con mayoría de extrema derecha.
Lo que no queda claro en el fallo, es a qué se refiere la Corte cuando dice “actos oficiales” y de hecho no lo define allí, sino que ordena que lo explique el juez que tiene la causa contra Trump, de conspiración para interferir en los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en Washington DC.
Recordemos que Trump, además de este proceso judicial, tiene todavía otros activos: el de la interferencia en las elecciones en el estado de Georgia; el caso de la mudanza de los documentos clasificados a su residencia de Florida; y la sentencia por el pago a la ex actriz porno por su silencio, durante la campaña presidencial 2020. Todas estas investigaciones podrían ser afectadas por el fallo de la Corte Suprema a favor de Trump.
La Corte Suprema actual tiene una composición con mayoría de extrema derecha.
Recordemos que la Corte Suprema está compuesta por nueve jueces: tres fueron nombrados por presidentes Demócratas y seis por presidentes Republicanos, tres de ellos por Trump.
Esta Corte Suprema tiene el poder de cambiar el curso de la vida de los ciudadanos de este país de manera radical hacia la derecha más rancia, y así lo está haciendo. Esto es a consecuencia de un plan de los conservadores que lleva décadas en proceso y de la inacción de los Demócratas en empujar el aumento del número de jueces en la Corte.
Entre otros fallos concluidos la semana pasada se encuentra la decisión de reducir el poder de agencias del Estado para regular distintas áreas, como la de ambiente, seguridad laboral o salud pública, entre otras. De este modo delega a las cortes o el Poder legislativo el poder de regulación.
Este fallo no sólo deja en suspenso los procesos judiciales en curso de Trump, sino que pone en riesgo la democracia al englobar como legal y legítimo todo acto presidencial, sea cual fuere el mismo.