Esta semana se supo que Capital Humano guarda cinco millones de alimentos y recursos en sus galpones.
Organizaciones sociales y representantes de comedores se concentraron en la puerta del ministerio de Capital Humano y volvieron a formar “La fila del Hambre”, y visibilizar los espacios “fantasmas” que desde el Gobierno dicen que no existen.
Los comedores comunitarios que no reciben alimentos desde hace más de 5 meses y desempeñan la tarea esencial de combatir el hambre en los barrios populares. Sin embargo, esta semana se supo que Capital Humano guarda cinco millones de alimentos y recursos en sus galpones. Fueron comprados por el Gobierno anterior, el actual no los repartió y corren riesgo de pudrirse, si es que ya no se echaron a perder.
“Nos tratan como si no existiéramos, mientras cientos de niños pasan hambre cada día”, denunció Mirta, encargada de un comedor en La Matanza. ‘”Estamos al borde del colapso, pero no dejaremos de luchar por nuestra gente'”, agregó.
“Es indignante que tengamos que mendigar por algo tan básico como la comida’, expresó Amalia, voluntario en un merendero de Villa Soldati. “Nosotros estamos aquí porque creemos en un futuro mejor para nuestros chicos”.
“La situación es insostenible; no podemos seguir así”, afirmó Lucía, coordinadora de un comedor en San Fernando. “Cada día es una lucha para conseguir lo mínimo y no sabemos hasta cuándo podremos resistir”, soy mamá de 5 hijos y trabajar en el comedor es mi único sustento.
“Capital Humano nos visitó tres veces prometiéndonos comidas, ollas y utensilios de cocina. Aparecieron en el barrio verificando con los vecinos sobre el comedor y caían de sorpresa para ver si estábamos trabajando, y siempre que vinieron había gente llevándose comida”, relató Silvia, representante del comedor El Principito de San Martín.
El vocero presidencial Manuel Adorni tuvo que reconocer que los alimentos destinados a comedores comunitarios se encuentran en Villa Martelli y Tucumán. “Están ahí porque, por las auditorías que hizo la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, se descubrió que, efectivamente, un buen porcentaje de los comedores eran truchos, no existían o no tenían la cantidad de gente que decían tener”, reveló Adorni. No está verificado por la justicia, pero aún si así fuese, ¿por qué no los entregados a los comedores que el ministerio verificó? El reconocimiento de Adorni implica también que la actual gestión no compró esas partidas.
La confirmación surgió de un pedido de acceso a información pública de El Destape que reveló la existencia de cinco millones de kilos de alimentos sin entregar desde 2023, incluyendo un millón de kilos de leche en polvo, puré de tomate, arroz y huevos, varios próximos a vencer.
A pesar de las adversidades, los representantes de los comedores y merenderos siguen firmes en su compromiso de garantizar la alimentación de los más necesitados. Su presencia en el Ministerio de Capital Humano es un llamado urgente a las autoridades para reconocer su existencia y brindar el apoyo necesario para continuar con su labor vital.
La lucha por el derecho a la alimentación sigue siendo una batalla diaria en los barrios populares, donde la solidaridad y la resistencia comunitaria se enfrentan a la indiferencia del Gobierno.
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