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Mujeres del campo: una mirada a sus desafíos y logros en el “Día Internacional de la Mujer”

En el marco del Día Internacional de la Mujer, entrevistamos a mujeres que trabajan con la tierra. Las mujeres campesinas son una parte esencial del sector agrícola y juegan un papel clave en la producción de alimentos y el mantenimiento de las comunidades rurales. Sin embargo, todavía enfrentan muchos desafíos debido a la discriminación de género y las desigualdades sociales y económicas.

Afortunadamente, cada vez hay más iniciativas y organizaciones que trabajan para abordar el machismo en el campo y empoderar a las mujeres rurales. Estas iniciativas incluyen programas de formación y capacitación para mujeres agricultoras, el acceso a los recursos, la promoción de la igualdad de género en la toma de decisiones y la participación activa en organizaciones y redes de agricultores.

La Asociación de Mujeres que Trabajan la Tierra, es una organización que busca no solo apoyar a mujeres que sufren violencia de género o que quedan solas con sus hijos sin poder trabajar, sino también empoderar a las mujeres rurales en general. Esta organización se enfoca en proporcionar capacitación y recursos a las mujeres para que puedan desarrollar sus habilidades y conocimientos en el campo basados en la agroecología. Más de 100 mujeres participan de esta asociación en todo el país. Entrevistamos a una de sus referentes, Carolina Rodríguez.

Carolina es mamá de 6 hijes. Es campesina, recuperada de violencia de género.

“El campo desde el 2015 para acá cambio bastante, antes hablar de feminismo era una mala palabra en el sector. Esto se fue construyendo. Es un trabajo de todas las mujeres no es solo de nosotras. Hoy en día hay más feminismo en el campo, somos mujeres las que alimentamos al pueblo y trabajamos en el campo y no somos visibilizadas.” 

¿A qué hora arranca el día de una trabajadora del campo?

A las 4 de la mañana. Arrancamos para cargar. El almuerzo no se come en la casa cuando tenemos carga, comemos en la quinta en medio de donde producimos para seguir trabajando. 

¿Los hijos colaboran con las tareas del campo?

Sí. Muchas veces, te faltan manos para trabajar y te tienen que ayudar sino no llegas. A partir de los 10 años ya hacen trabajo de campo ayudan con los cajones y en otras tareas. Son muy compañeros, hoy en día tenemos una bebita de 3 años que ya sabe lo que es trabajar en el campo.

Las cargas son de 80 a 150 jaulas, depende del producto que sea. Si el camión pasa a las 4 de la tarde tenés que arrancar a las 4 de la mañana, a veces la noche anterior y cosechás a la tarde.

¿Se paga bien por tantas horas de trabajo?

No. El intermediario es el que gana. Él viene y hace cargar el camión. No valora el trabajo. Hoy en día por jaula de berenjenas te pagan $ 1.400. Nosotras alquilamos las tierras para trabajar y eso tiene un costo aproximado de $ 40 mil más el gasto de luz.

Mery Segovia, es otra mujer trabajadora de la tierra, de origen boliviano, separada dos veces por violencia de género y mamá de 5 hijes.

En el 2015 quedó sola en la calle con sus hijos. Ella nos cuenta que trabajaba con su marido en una quinta que alquilaban, hasta que un día no soportó más el maltrato y la violencia y decidió separarse. Como todo estaba a nombre de su marido el dueño de la quinta no la dejó seguir trabajando y su ex pareja vendió todo.

“Cuando me separé estar sola con 4 chicos, no fue fácil, a pesar de estar golpeada había gente que me trataba mal, por hablarlo, por contarlo, me tildaban de loca y ahí te das cuenta que no solo recibís el maltrato de tu pareja sino también de la sociedad “; y agrega que volvió a tener pareja, tuvo otra hija y se tuvo que volver a separar porque le pegaba y maltrataba.

Mery es trabajadora de la tierra y orgullosa de la familia que tiene. Con su hijo mayor ya en la universidad, no puede creer todo lo que atravesó en estos años y agradece profundamente el acompañamiento de la asociación que la ayudó a salir adelante y a mantener a su familia.

¿Qué le dirías Mery hoy a una mujer que está pasando por lo mismo y no se anima a dar el primer paso?

Se puede salir adelante, mirar los ojos de cada hijo y esa es la fuerza que te das. Tenemos manos, tenemos pies, tenemos todo. Que se animen a contar lo que les pasa y busquen ayuda. Cuando me separé ni andar en bicicleta sabía. Aprendí a manejar y hoy ya tengo mi camionetita con la que distribuyo algunas cosas. 

¿Cuántas hectáreas tenes para cosechar?

Tengo 3 hectáreas y media. Pero por estar lejos de la ruta me pagan la mitad del precio que al que tiene la quinta en la ruta.  A pesar de que mi tiempo de trabajo es el mismo, pero sino no vendo.

¿Sufren discriminación por ser mujeres en la comercialización de los productos?

Si, las mujeres del sector siempre sufrimos la discriminación. El machismo siempre está porque el hombre no quiere negociar con una mujer.

¿Qué proyectos tienen desde la asociación para las mujeres del campo que sufren violencia de género?

La Asociación de Mujeres que Trabajan la Tierra cuenta con distintos proyectos que benefician y ayudan a las mujeres del campo que sufren violencia de género. Uno de ellos es “Casita Abierta” que es un refugio donde se pueden alojar por 6 meses la mujer con sus hijos. Este proyecto surgió a raíz de una compañera de la organización, Lucía Correa, que sufría violencia por parte de su pareja, se fue de su casa, pero tuvo que volver porque no tenía donde ir y la pareja la asesinó. Si esa compañera hubiera tenido un lugar donde ir hoy estaría con nosotras. No queremos más Lucías Correa.

¿Cómo es el proyecto de plantas medicinales que crea una fuente de trabajo?

Desde la Asociación estamos elaborando un proyecto, con sede en La Plata, donde las compañeras con niños puedan tener un ingreso de $ 120 mil, para poder mantener su familia. Este proyecto es armar un vivero de plantas nativas, también se va a armar un gallinero, de gallina criollas, todo destinado a compañeras que sufren violencia de género y no tienen trabajo.