Cómo se enriquecieron los millonarios en pandemia
“Pese a la pandemia fue un año récord de ganancias para los millonarios”
La revista Forbes publicó la lista anual de las personas más ricas del mundo. “Pese a la pandemia”, según la editora de la publicación “fue un año de récord para los más ricos, con un aumento de 5 billones de dólares en riqueza y un número sin precedentes de nuevos milmillonarios”.
Las personas con una fortuna de 1.000 millones de dólares o superior en la lista, subió exponencialmente hasta llegar a un número histórico2.755, 600 millonarios más que el año pasado. Todos ellos, además, reúnen una riqueza estimada en 13,1 billones de dólares, muy por arriba de los 8 billones que informaba la edición 2020 de la misma lista.
Por cuarto año consecutivo, Jeff Bezos, el fundador de Amazon, se encuentra al tope de la lista con una fortuna estimada en 177.000 millones de dólares. En este año de pandemia incrementó su capital en 113.000 millones ya que el año anterior estaba primero pero con 64.000 millones. Recordemos de Jeff Bezos, que aumentó en un año casi tres veces su riqueza, es quien se niega a aceptar que sus empleados se sindicalicen, para defender sus derechos. Muchos de sus trabajadores ganan muy pocos dólares la hora, son contratados temporalmente y son explotados laboralmente.
La lista, apunta un cambio remarcable con el increible ascenso de Elon Musk, que pasó del puesto 31 en 2020 al segundo de este año. El sudafricano tenía una fortuna de alrededor de 24.600 millones de dólares y este año llegó a 151.000 millones por el aumento del 705% de las acciones de Tesla.
En los primeros puestos figuran el francés Bernard Arnault, líder de Propietario del grupo de artículos de lujo LVMH, Bill Gates (Fundador de Microsoft), y Mark Zuckerberg (Creador de Facebook). Tambíen están entre los pocos elegidos Warren Buffet; Larry Ellison;, Larry Page y Sergey Brin; y Mukesh Ambani.
Alice Walton, hija del fundador de WallMart la única mujer que aparece entre los 20 más millonarios del mundo, está en el puesto 17. Luego, volvemos a Bezos, su ex esposa MacKenzie Scott, aparece en el puesto 22.
En Latinoamérica, el subcontinente más desigual del mundo, tenemos 51 millonarios en la lista.
El mexicano Carlos Slim el magnate de las Telecomunicaciones, aparece en el puesto 16 con una fortuna de 62.800 millones de dólares. Otro mexicano, Germán Larrea Mota Velasco es el segundo en la lista de millonarios latinos. Larrea es, junto a su familia, propietario de la mayor parte de la compañía minera de cobre más grande de su país, Grupo México, que también tiene operaciones en Perú y EE.UU., señala Forbes.
Los millonarios argentinos
Los argentinos que figuran en la lista son Marcos Galperin, fundador y Ceo de Mercado Libre, con 6.400 millones de dólares. “En solo 12 meses -dice Forbes- acumuló US$ 4.000 millones adicionales a su patrimonio”.
Lo siguen Paolo y Gianfelice Rocca (Techint), con 3.700 millones, Gregorio Pérez Companc y familia se ubican en el 3° lugar del listado de los millonarios argentinos, con un patrimonio de US$ 2.400 millones
Luego aparecen Alejandro Bulgheroni de Bridas Corp. con 3.300 millones de dolares . Alberto Roemmers propietario de los laboratorios con el mismo nombre, la farmacéutica más grande la Argentina con 2.200 millones de dólares y Eduardo Eurnekian de Corporación América con 1.300 millones de dólares. Todos ellos juntos acumulan una fortuna de US$15.700 millones
¿Cómo fue que se enriquecieron los millonarios del mundo durante la pandemia?
La fortuna de los multimillonarios de todo el mundo creció 10.200 billones de dólares, durante la crisis sanitaria, según un informe del banco UBS y la consultora PwC. Es una cifra difícil de imaginar para la mayoría de los mortales. Este crecimiento, es otra demostración de como el mercado financiero global, es uno de los principales responsables del aumento de las desigualdades, aún en medio de una pandemia.
Las fortunas de los milmillonarios aumentaron más de un 27%, algo que contrasta vergonzosamente, con los millones de personas que han perdido su empleo, caído en la pobreza y la indigencia debido a la crisis sanitaria.
Uno de los integrantes de la lista, sólo como un ejemplo, multiplicó su fortuna cuatro veces ,mientras criticaba el asilamiento social en las redes. Se trata del excéntrico Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX.
Los reyes de la tecnología
Los propietarios y ejecutivos de las grandes corporaciones tecnológicas incrementaron de manera exorbitante sus capitales . Por eso son los que figuran tanto en la lista de Forbes como en el Índice de multimillonarios de Bloomberg (Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Facebook), Jack Ma (Alibaba) o Bill Gates y Steve Ballmer (ex-CEO de Microsoft). Ellos son los grandes triunfadores en medio de esta crisis mundial histórica.
Pero la más interesante es que estos personajes, los generales de la revolución 2.0 y 3.0, no ganaron su fortuna incrementando sus ventas, produciendo más y mejor. Este incremento descomunal de su riqueza se debe a su participación en la gran timba de los mercados financieros.
La fortuna de estos grandes magnates tecnológicos tiene su causa y origen en la crisis sanitaria, el distanciamiento y el aislamiento provocados por la pandemia
Estos provocaron enormes cambios en las practicas sociales, los hábitos de consumo y el sistema de trabajo, y ellos se beneficiaron de una manera por lo menos desmedida o injusta.
Zoom, Amazon o más cerca nuestro Mercado libre, son aplicaciones y plataformas, que entre otras, tuvieron un desarrollo impensado como consecuencia del Covid-19. Esto empujo a la mayoría de los grandes inversores a apostar por todo aquello que consideren un adelanto tecnológico.
La fiebre por la tecnología no sólo benefició a los dueños de esas corporaciones sino también a sus, directivos, ejecutivos y Ceos que generalmente tienen acciones de sus empresas.
Está probado por los estudios estadísticos e históricos que los mercados financieros siempre contribuyen en las crisis a agrandar la brecha de desigualdad.
El juego se repite como siempre, al inicio de toda crisis, en este caso la pandemia, los mercados financieros acusan el golpe. La caída inicial cercana al 20% hizo que se dieran las condiciones ideales para los inversores. ¿Pero quien puede comprar en plena crisis? Sólo los más poderosos, los que tienen espalda como para correr el riesgo de perder momentáneamente y esperar a que sus valores suban. Entonces la conclusión es sencilla, solamente los más ricos tienen la ventaja de invertir muchísimo en las grandes tormentas financieras. Cuando los mercados empezaron a recuperarse y mejorar los multimillonarios recogieron lo que habían sembrado y se beneficiaron más que nadie.
Algunos podrían decir que es la valentía de apostar cuando nadie lo hace, pero eso no es verdad. En realidad esta operatoria es un calculo muy simple, compran acciones por que estos milmillonarios tienen carteras que indefectiblemente deben invertir para que siga girando la rueda de sus beneficios.
No eligen bonos del gobierno (deuda soberana), por que para ellos, el rendimiento no les resulta atractivo, ya que los bancos centrales los emiten a tasas muy bajas, para recaudar dinero y así financiar paquetes de estímulo y otras políticas públicas. Aquí podrían mostrar un poco de solidaridad, pero esa palabra no entra en sus negocios ni en su moral. Invirtiendo en estos bonos habría o podría haber cierto derrame, a partir del dinero que entraría en las arcas oficiales, pero eso no está en sus planes.
Tampoco eligen inmuebles por que no son muy atractivos durante las crisis ya que los compradores buscan generalmente comprar en las afueras grandes centros urbanos. Las grandes ciudades, donde están la mayoría de las propiedades de lujo, y que suelen ser la inversión más común de los grandes millonarios, no son por lo tanto habituales y aconsejables en los momentos de crisis. Esta es la explicación por la que se vuelcan a las acciones.
Ni derrame, ni meritocracia, ni revuelta popular contra la desigualdad y la pobreza
Los analistas coinciden que en tiempos de crisis, las inversiones de renta variable, que suelen ser las de mayor riesgo, son naturalmente muy lucrativas para quienes tienen los capitales para invertir.
Los mercados financieros conocen que los Estados en situaciones de crisis buscan ayudar y salvar a los bancos y las grandes empresas, o bien por que emplean a muchos trabajadores o por su peso en la economía. Entonces cuando los gobiernos adoptan planes de este tipo con el objetivo de enfrentar la crisis y salvaguardar la economía, las acciones de estos grandes grupos, empresas y corporaciones son las que incrementan su valor de manera vertiginosa. Es decir la manera en que los gobiernos estructuran los mecanismos de ayuda y sus programas para salvar la economía y estimular el consumo y la actividad, lo que provocan habitualmente en tiempos de crisis, es favorecer a las grandes fortunas.
Ni los pequeños inversores ni la gente puede ni siquiera intentar aprovechar estas ganancias porque, hasta en la peor parte de la crisis y en lo mas bajo de la ola, los precios de las acciones de estas grandes empresas y corporaciones siguen manteniéndose elevadísimos. Esta es la tendencia habitual en todas las crisis y siempre actuó y actúa a favor de los mas ricos. La posesión de acciones de parte de los propietarios de grandes fortuna creció exponencialmente desde la crisis del 2008 hasta la actual.
Sólo uno de cada diez milmillonarios se comprometió a dar algo de su riqueza para ayudar a mejorar la economía. En nuestro país vemos lo que está sucediendo con el impuesto a las grandes fortunas, un gran numero de quienes deben pagarlo acudieron a la justicia para no hacerlo. Esperar que los millonarios “derramen” su fortuna o que colaboren para acabar con la pobreza y las desigualdades es tan utópico como esperar una revuelta popular contra los megamillonarios.
El aumento de la pobreza y la desigualdad ataca las bases del sistema democrático
La gran pregunta sería: ¿ Qué se hace con este mecanismo que provoca que en cada crisis aumente la desigualdad y la pobreza hasta llegar a límites inadmisibles?
El aumento de la pobreza y la desigualdad ataca las bases del sistema democrático y empuja muchas veces al electorado a optar por opciones extremas. Esta es una de las explicaciones, no la única, del avance de la ultraderecha fascistoide en el mundo.
Hay otras maneras de enfrentar la crisis, algunas de ellas puestas en práctica por el gobierno de Alberto Fernandez, pero pareciera que la solución es un plan integral que contemple atacar este sistema absolutamente injusto de distribución de la riqueza, manipulado por los sectores con los poderes fácticos necesarios para perpetuarlo.
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