Cultura

Las creadoras de mundos

De niña solía arrancar los moldes que venían en la revista Burda que compraba mi madre para confeccionar ropa. Me gustaban sus formas, su papel, parecían mapas de lugares que no existían. Los pegaba sobre la pared y los intervenía. Recordé todo esto cuando vi una de las primeras obras que integran la muestra “Crear Mundos”, exhibida en Proa. Se trata de la obra “Vestuario” de Mini Zuccheri, es una instalación de papel y dibujo, que muestra las partes de un vestido en confección.

“Crear mundos” trata sobre la intervención de la mujer a través de diversas expresiones y actividades, y su relación con los materiales, con el espacio (urbano, fantástico y natural); el lenguaje y el cuerpo. 

64 mujeres artistas, entre nacionales e internacionales, integran la muestra de Proa que se podrá visitar hasta fines de febrero.  Con la obra “Carteras Hermés…” Nicola Constantino interpela al visitante con una serie de carteras que aparentan ser de piel humana con tetillas masculinas. La artista reflexiona sobre el vínculo entre la muerte, el placer y el consumo en la sociedad capitalista.

Nicola Constantino, Carteras Hermés de tetillas masculinas.

Otro eje de la muestra es el espacio intervenido y habitado, público y personal. La norteamericana Jenny Holzer conquista el espacio público con proyecciones y carteles luminosos. En “Looming”, un cartel luminoso recita en loop -repetición de un audio o video- un momento del poema “Self portrait with Hornets” (Autorretrato con avispones) de Henri Cole. Su trabajo se enfoca en comunicar palabras y frases que examinan realidades sociales y emocionales. 


A través de su relación con la naturaleza, Ana Gallardo presenta una obra autobiográfica. La artista dibuja sobre papel el lugar donde ella y su familia eligieron para el reposo de las cenizas de su madre. La obra integra la “Serie Bocetos para la construcción de un paisaje: la Laguna de Zempoala”.
Al salir de la sala dos, tres enigmáticas sombras engañan nuestra percepción ¿Están permanentemente ahí, en ese espacio? Esta obra es de la artista Liliana Porter. 

Liliana Porter; Sin título.

La sala dedicada al lenguaje abre con la obra “Leyendo las noticias” (1965), de Marta Minujín. La artista se envolvió en papel de diario y se metió dentro del Río de la Plata. El agua de río disolvió el papel. Se trata de una pieza performática que destaca el armado de los discursos y cómo los medios interfieren en nuestro vínculo con lo real.

Ana Mendieta; Sin título, variaciones cosméticas faciales.

En el último tramo del recorrido se exponen las obras que reflexionan sobre el cuerpo. La artista cubana Ana Mendieta altera su color de piel, su género y sus facciones para cuestionar los ideales de belleza y binarismos de género. 


La argentina Liliana Maresca posa para unas fotos junto a sus obras. Estas piezas son escultóricas y están construidas con materiales reciclados provenientes de la basura. Maresca integra su cuerpo con estos objetos, generando una ambigüedad entre lo artificial y lo cuasi orgánico.

La sala dedicada a pensar sobre el cuerpo culmina con dos obras de la artista franco americana Louis Bourgeois: “Mujer embarazada” y “El Nacimiento”. Ambas piezas rodean el universo de la gestación y la maternidad. La primera es una pequeña escultura hecha de retazos de tela rosa. La figura recuerda las ancestrales Venus del Paleolítico, de contornos exagerados. La segunda obra que acompaña la escultura es un Gouache (procedimiento similar a la acuarela) de color rojo, sobre papel. Las manchas forman un acontecimiento: el nacimiento.


Los mundos creados por mujeres se contraponen a los representados en la obra “Globe” de la artista libanesa Mona Hatoum. Esta pieza rígida, pesada, de hierro y con forma esférica, nos habla de un lugar de opresión y desigualdad; y constituye una suerte de desafío para recorrer la muestra y pensar cómo resistir y avanzar en la conquista de derechos. Allí donde haya injusticias, estará la mujer creativa. Otros mundos serán posibles.