Santiago del Estero es la provincia con más deforestación registrada en las últimas dos décadas. Entre 1998 y 2018 perdió cerca de dos millones de hectáreas de bosques nativos. La principal causa de los desmontes es el avance de la producción ganadera y sojera.
En la localidad de Añatuya, un grupo de campesinos produce alimentos a través del sistema agroecológico. “Aunque no lo perciban como tal, lo vienen haciendo desde hace muchos años. Hacen un uso sostenible del monte”. Elizabeth Jacobo nos habla sobre la experiencia agroecológica del MeZat, (Mesa Zonal del Ámbito de Tierras ). Producen miel, huevos, gallinas, patos, ovejas, cabras, vacas, zapallo y algodón. “Lo que vimos en estos sistemas es que prácticamente no necesitan dinero para vivir. Porque todo lo que consumen lo tienen en sus chacras”.
“Buena parte de la producción no la generaron auténticos productores o campesinos, sino consorcios y grupos de inversión.”
Los campesinos de Añatuya trabajan con un sistema que les permite autoabastecerse, y al mismo tiempo conservar la biodiversidad del lugar. “Una de las aristas de la agroecología tiene que ver con entender que la producción puede acompañar los ciclos de la naturaleza, y no intentar dominarla, imponiéndole lógicas productivistas”.
Jacobo es vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Agroecología. Una institución joven que busca concientizar sobre la producción de alimentos y el cuidado del ambiente.
Una de las aristas más importantes de la actividad agroecologia es poner el foco en el sujeto productor: el campesino, el criollo o el indio. “En nuestro país, en los últimos 25 años, buena parte de la producción no la generaron auténticos productores o campesinos, sino consorcios y grupos de inversión. Es necesario que la producción sea llevada a cabo por las personas que están en el campo”.
Enfocarse en el rol del productor también es hacerlo desde un perspectiva de género. “La mujer, en una familia productora, tiene un rol sumamente importante, que en la producción convencional se ha desvalorizado”.
Una de las dificultades que encuentra la producción agroecológica es poder llegar al consumidor sin tener que pasar por todo el circuito convencional de alimentos. “El sistema agroalimentario actual es irracional. Por ejemplo, se produce leche en la Provincia de Buenos Aires, luego viaja a Santa Fe para ser industrializada, y por último, se traslada a la ciudad para su comercialización”.
La agroecología busca acercar el productor al consumidor. Su lógica permite la creación de redes y comunidades. “Cuando este circuito alternativo tome dinámica, la producción agroecológica no tendría que ser más cara que la convencional”, asegura Jacobo.
Hoy, acceder a un producto agroecológico en las grandes ciudades es un lujo que pocos se pueden dar. Comer “agroecológico” también es sinónimo de “saludable”. Pero para producir alimentos sanos es necesario comprender cómo es la dinámica de los diferentes ambientes donde se produce. “El punto es que la producción no se base en el uso de insumos. Que el suelo vaya liberando los nutrientes que los cultivos necesitan y, por lo tanto, que no sean necesarios los fertilizantes. Muchas veces, cuando los suelos están agotados por el excesivo uso de agrotóxicos, la calidad nutritiva no es la óptima para el consumo humano”.
“Otro punto importante de la agroecología es recuperar la sabiduría de las personas mayores”. Y esta tarea es clave en el funcionamiento de una comunidad: la fusión del conocimiento de los más grandes y la fuerza de las nuevas generaciones que buscan otro estilo de vida.
“Cuando este circuito alternativo tome dinámica, la producción agroecológica no tendría que ser más cara que la convencional.”
Las experiencias agroecológicas llevan muchos años aplicándose en los campos argentinos. Si bien la situación de la agroecología es bastante precaria en nuestro país, se consolida de a poco como respuesta a la agricultura convencional. “La agroecología es una producción de resistencia”.
Saber qué comemos y de dónde provienen los alimentos son algunos de los grandes desafíos del siglo 21. “Nos hemos alejado tanto de la producción de alimentos, que muchos niños de las ciudades piensan que se hacen en los supermercados. La disputa educativa en este sentido es infinita”.
Elizabeth Jacobo es ingeniera agrónoma y vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Agroecología (SAAE).
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