La historia política de Perú de los últimos 20 años está plagada de renuncias, destituciones y hasta de un suicidio.

Desde el año 2000, todos sus presidentes estuvieron implicados en casos judiciales. La mega trama Odebrecht salpicó a gran parte de la élite política del país andino.

En 2018, Pedro Pablo Kuczynski renunció acorralado por sospechas de lavado de activos en la causa de la constructora brasileña. Lo sucedió su vicepresidente, Martín Vizcarra. El capítulo Kuczynski fue una continuación de la saga antecedida por Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala.

Vizcarra se mostraba como el líder que iba a sanear la dirigencia de Perú. Prometió luchar contra la corrupción. Dos años más tarde, el Congreso lo destituyó por “permanente incapacidad moral” para ejercer su cargo.
El ahora expresidente fue acusado de recibir sobornos de empresas para conceder obras públicas durante su mandato en la gobernación de Moquegua. Vizcarra negó los cargos porque dijo que se basan en testimonios cuya autenticidad no fue comprobada por la justicia.

El martes asumió un nuevo presidente, el titular de la cámara, Manuel Arturo Merino. Vizcarra lo acusa de conspiración. Merino también estuvo a cargo del primer intento destituyente en septiembre, cuando se lo acusó a Vizcarra de querer encubrir la contratación de un personaje mediático al frente del Ministerio de Cultura. Merino, del centrista Acción Popular, también fue cuestionado por contactar a las Fuerzas Armadas del país antes de iniciar el trámite de la primera moción de vacancia.

La relación de Vizcarra con el Congreso no era la mejor. Tampoco tenía representación en la Cámara, motivo por el cual le resultó difícil gobernar desde el comienzo de su breve mandato. Hasta tuvo que disolver el órgano legislativo en 2019 después que le rechazaran tres veces una reforma a la elección del Tribunal Constitucional.

Pese a los malos resultados por la gestión de la pandemia, en términos sanitarios y económicos, la población le daba a Vizcarra entre un 60 y un 80 por ciento de aprobación, según los sondeos. El respaldo se vio en las calles tras el anuncio de destitución. Miles de personas se movilizaron a su favor.

Merino estará en el poder ocho meses, hasta el cambio de mando previsto para julio de 2021. Las elecciones tienen fecha en abril.

2021 será un año importante para Perú. Cumplirá 200 años de su independencia. Quizás también sea este un año para que los peruanos y las peruanas puedan romper con la saga de las destituciones y las renuncias.