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Una oposición negativa

Pasaron dos semanas de los comicios en Bolivia y la oposición continúa sin reconocer el triunfo de Evo Morales en primera vuelta. En tanto, el líder opositor y candidato a presidente por Comunidad Ciudadana Carlos Mesa, anunció su rechazo a la auditoría pactada entre el gobierno y la OEA para revisar el escrutinio ya que, según argumentó, no fue consensuada con otras instituciones ni con representantes de la sociedad civil. Desde el Quemado, apuntaron a un “plan opositor con participación internacional para desestabilizar al país”. Mesa denunció un supuesto fraude aunque el gobierno aseguró que no hay ninguna presentación ante la justicia. 

Mientras tanto, en las calles de las principales ciudades tanto opositores como oficialistas midieron sus fuerzas y se mantuvieron movilizados en contra y a favor del gobierno. Durante las concentraciones se produjeron graves incidentes con decenas de heridos y detenidos. En Santa Cruz fallecieron dos personas en el marco de una protesta. El domingo 20 de octubre Bolivia eligió presidente, vicepresidente y renovó de manera total el Senado y Diputados. Durante esa jornada comenzaron a conocerse los primeros resultados del conteo provisorio que daban una paridad entre Morales y Mesa, lo que proyectaba un escenario de balotaje. Al final del día el escrutinio se frenó. El lunes se reinició el conteo pero con una tendencia a favor de Morales. Este cambio provocó el inmediato rechazo de la oposición que acusó al oficialismo de manipular los votos. En paralelo se cargaron los datos definitivos que tardaron más días. Según explicó el gobierno, la demora se produjo por el traslado de las actas desde zonas rurales muy alejadas. A esta característica geográfica de Bolivia se sumó una serie de atentados contra las oficinas donde funcionaban los centros de cómputos y en algunos casos hasta se perdió documentación, de acuerdo a lo señalado por las autoridades electorales. Pero finalmente el tribunal confirmó el triunfo de Morales con más del 10% de diferencia sobre su rival, Mesa, ventaja que le permite evitar una segunda vuelta.

Ahora se espera la revisión de los comicios, el gobierno aceptó que los resultados de la auditoría sean vinculantes, por lo que si se detectan anomalías que eliminen la diferencia que saca el candidato del MAS, habría un balotaje. México, Perú y Paraguay participan también de la misión.

Las elecciones en Bolivia dividieron aguas en una América Latina convulsionada políticamente. Tanto México, Cuba como Venezuela reconocieron la victoria del actual mandatario mientras que EE.UU, Brasil y Argentina exigieron una segunda vuelta electoral.

Las sospechas de fraude pusieron al país trasandino en una de las crisis políticas más grandes de los últimos años. La oposición no cede y llama a mantener la movilización. En los próximos días habrá novedades sobre los resultados que hasta el momento habilitan a Morales para un cuarto mandato.