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¿Qué pasó con los votos? Denuncia judicial del PJ porque no confía en el Gobierno

“Hoy -por ayer- a las 18 hs la Justicia electoral, junto a los fiscales de todas las fuerzas políticas, inicia el escrutinio definitivo de las elecciones en toda la Argentina. Esas operaciones finalizarán antes del diez de noviembre. Tal como oportunamente lo informamos, ésa es la única información seria sobre el resultado de las elecciones. Hemos reiterado hasta la saturación que no confiamos en la información proporcionada por el gobierno y tampoco de las conclusiones emanadas de esas cifras.” Ése es el texto del comunicado oficial emitido hoy por el Partido Justicialista. “Si de ese cotejo surgen inconsistencias, haremos las presentaciones judiciales correspondientes”. A partir de allí, el Frente de Todos y el PJ de la provincia presentaron una denuncia ante la Justicia Federal: “En las pasadas elecciones generales del 27 de octubre con el correr del desarrollo del acto comicial comenzó a llegar información de los responsables de colegios que existían muchos ciudadanos a los que los presidentes de mesa no los dejaban votar por figurar en los padrones con un documento posterior al que exhibían (art. 86.3.a del CEN) cuando nunca habían tramitado uno nuevo al que poseían.” De hecho, hubo casos en que “no sufragaron los desventurados ciudadanos”, según afirman los apoderados en la denuncia.

De 2.616.689 sufragios, el 89.7668% eligieron a Macri, y sólo el 10% a Fernández.

A partir de conocidos el domingo a la noche los resultados del escrutinio provisorio, que determinó el triunfo en primera vuelta del Frente de Todos con el 48.10% de los votos contra el 40.37% de Juntos por el Cambio con el 97.13% escrutado, comenzaron no sólo los festejos en la militancia sino también las dudas. Ahora parece que son también las autoridades del Frente de Todos que plantean reservas sobre la información. El Gobierno Nacional tiene antecedentes de haber manipulado la información para generar impacto en la opinión pública. Así lo hizo, por ejemplo, en 2017 cuando detuvo el recuento antes que se verifique el triunfo en la provincia de Buenos Aires de la entonces candidata a senadora, Cristina Fernández de Kirchner. Ahora también se verificó una carga de datos que priorizaba las provincias más favorables al Gobierno, como Córdoba, en detrimento de la provincia de Buenos Aires. Esas dudas proliferan hoy por hoy en las redes sociales, y el PJ hizo referencia a ellas: “No haremos comentarios sobre el tráfico de datos que circulan en las redes sociales”.
Lo cierto hasta aquí es que Juntos por el Cambio obtuvo 2.348.918 votos más que en las PASO, mientras que el Frente de Todos “sólo” sumó 267.771 votos. Entre ambos totalizan 2.616.689 sufragios. Esto significa que el 89.7668% de “las nuevas opciones” eligieron a Mauricio Macri, y sólo el 10% a Alberto Fernández.

¿Es posible matemáticamente? “Sí, se puede”. ¿Es lógico políticamente? No.

Veamos: 1.345.507 personas dejaron de votar a otros candidatos que habían elegido en las PASO, incluyendo a quienes no se pudieron presentarse porque habían quedado eliminados en esa instancia: por ejemplo, el Nuevo Mas o el partido filo nazi de Alejandro Biondini. También se cuentan aquí a todos los frentes pequeños que perdieron votos: como los 481.608 votos menos de Roberto Lavagna; los 161.000 del Frente de Izquierda de los Trabajadores; Juan Gómez Centurión (226.655) y José Luis Espert (167.733). A ese 1.345.507 se le suman 1.271.182 de votos en blanco de menos con respecto a las PASO, que ahora votaron afirmativamente por un candidato, e incluyendo a quienes no habían ido a votar en agosto. Total: 2.616.689 sufragios nuevos que se “repartieron” casi todos a Macri. ¿Es posible matemáticamente? “Sí, se puede”. ¿Es lógico políticamente? No, salvo que se acepte como factible que 9 de cada diez votantes en blanco, por derecha, centro y extrema izquierda hayan elegido a Macri. Si Juntos por el Cambio bajase sólo 0.37% de los votos, ya no tendría el número fuerte del 40% para esgrimir. Y si el Frente de Todos subiese menos de 2%, superaría el 50%. El efecto político sería, claramente, otro, y la conformación de la legislatura también variaría.
Asimismo, en el documento se asegura que “hemos detectado serias irregularidades en la instrumentación por parte del personal del Ministerio de Relaciones exteriores en relación del voto de ciudadanos argentinos residentes en el exterior respecto a los cuales hemos hecho ya una presentación ante la Cámara Nacional Electoral”. Habrá que esperar aproximadamente hasta el 5 de noviembre el escrutinio definitivo –y oficial- que se hace con las actas, y sin la intermediación electrónica de Smartmatic.