Cultura

“La creación es la huella del tiempo en que uno vive, no es el relato”. Leo Vinci, escultor.

El consejo que se da a los periodistas digitales es que los textos sean cortos, porque el lector no dispone de mucho tiempo para las notas que generalmente lee en su celular. Entrevisté a Leo Vinci para Agendasur; es un escultor de 88 años con una filosofía tan interesante que me pareció injusto privar al lector de conceptos vitales; de un artista que tiene esculturas, algunas en distintos lugares del mundo, con las que logra despertar cualquier espíritu dormido. Es que Vinci trabaja con materia sustancial.  Aquí va:
Empecé a hacer cosas desde muy chiquito, luego estudié en bellas artes sin saber qué caramba iba a hacer. Mis maestros se formaron en Europa y me formaron a la europea, como a todos los de mi generación. Pero también fue mi generación la que comenzó a independizarse, sin negar lo aprendido, al contrario, porque me hizo bien la disciplina del trabajo, el procedimiento, el manipuleo de los elementos.

Al principio me salían cosas conocidas, poses de fotos, de modelos que estaban más o menos bien desde el punto de vista de una visión académica. Lentamente uno se va descubriendo a sí mismo, va plasmando imágenes que están más cerca de los sentimientos o de los interrogantes y eso tiene que ver con lo que es, uno en el medio en que vive, la realidad que vive. Así que lentamente las imágenes empezaron a responder a eso. Sin una propuesta totalmente intelectual o racional, se racionaliza generalmente después. Una escultura es una metáfora de la realidad.
Nunca quise hacer esculturas por la escultura misma, para que sean bellas formas. A mí no me condiciona la estética ni quedar bien. Primero, la estética es algo que no se busca: se encuentra, se da solo. Cuando la naturaleza crea una cosa que uno llama bella, no la produce para que sea bella, la produce para que sea algo: semilla, flor, fruto o animal, es una cosa que cumple un rol en el espacio de la vida. Y después, porque es coherente consigo mismo, viene lo estético. Todo lo que es verdadero es estético. Para qué me voy a plantear lo estético si lo estético se va a dar.

¿En la escultura, las coordenadas de trabajo tienen que ver con las formas geométricas? No, al contrario. Lo geométrico lo uso, pero con un significado, lo pongo a partir de una simbología de lo racional: lo no humano, como contraste. Pero yo no soy un ferviente admirador de los planteos estéticos geométricos.

¿Cómo se evoluciona en el arte de la escultura? En la escritura, a veces, se puede notar en el paso de los años de quien la produce. No entendido como progreso, el arte no progresa. El arte cambia, la creación cambia. A veces cosas anteriores de uno de pronto adquieren más valor y más significado que cosas posteriores, pero el proceso se cumple a través del tiempo.

Una vez que uno está con el oficio como elemento más básico para expresarse tiene la posibilidad de hacerlo más profundamente. Pero eso no tiene nada que ver con el progreso. Al oficio hay que adquirirlo para sacárselo de encima. Porque si uno se queda con el oficio está listo. Al oficio hay que tenerlo, hay que respetarlo y después hay que olvidarlo, porque si no es el oficio el que lo domina a uno.
La libertad es aquella que uno tiene cuando puede superar el conocimiento adquirido. Desde el conocimiento soy libre, desde el desconocimiento no soy libre. Parezco libre.

¿Cómo se da cuenta de la calidad artística de una escultura? Tengo categorías que me inventé yo: creo que en todo proceso creador sea la literatura, la música la poesía, lo que sea, hay un grado máximo que es la creación como punto más alto. Algunos creadores logran llegar a ese punto. Después de la creación hay otro nivel de creador, o de gente que hace pero que no tiene la capacidad de la trascendencia, es el caso del ingenioso, hay quienes son muy ingeniosos y es respetabilísimo eso. Después viene la ocurrencia, que también es respetable y por último está la picardía.
Para mí, el verdadero trabajo de todo creador tiene que estar apoyado en dos coordenadas que son tiempo y lugar. El tiempo histórico en el que uno vive y el lugar  geográfico que uno habita. Esas dos coordenadas dan el punto justo para que uno marque la huella de la realidad, no para dar testimonio. Porque dar testimonio es peligroso para el arte, es ilustrar o relatar y eso es periodístico.

Veo en sus esculturas al hombre escapando de formas geométricas hacia algún lado ¿Hacia dónde quiere ir ese hombre? Me llama desde los interrogantes que tiene uno como ser humano, la búsqueda de algo que sabemos que está por encima de uno mismo pero que no conoce.

Es alegórico a lo que usted hace con la materia, trae cosas como de la muerte, de un vacío para darle en la forma una especie de vida. La escultura del hombre escapando de un cuadrado se llama “Aún me queda el cielo”, es de un hombre atrapado en algo que no lo deja salir, pero sigue mirando para arriba. Además, con una sensación de humildad, significa que sabe que uno está limitado para conocer la verdad, que sinceramente no sé cuál es.

¿La escultura se mantiene fuera de los avances tecnológicos que han transformado otras artes? Hay quienes creen que sí, yo creo que hay esculturas que son más actuales porque la actualidad les da elementos que antes no tenía, nada más. Solamente pensar que todo lo que se escribió desde que el ser humano se puso a escribir, desde hace miles de años, todo fue hecho con 27 letras ¡27 LETRAS! Y apareció el hijo de puta de Einstein, de Platón, de Newton ¿Y la filosofía avanzó? es lo mismo: ¡27 letras, NADA MÁS! Es increíble. ¿Dónde está entonces la cosa? Es infinito.

Aunque los temas que movilizan al hombre sí parecen finitos ¿No? . La originalidad no se busca: se tiene. El que busca originalidad niega la suya. Las cosas que viven en el mundo que nosotros habitamos son unidades de unidades; un árbol es una unidad pero el tronco es una unidad, la rama es otra, la hoja es otra, la flor, el fruto, la semilla es una unidad…y está el árbol
otra vez.

¿Dedica tiempo a la enseñanza? Doy talleres. En mi casa museo, en un mes van a comenzar los recorridos y la posibilidad del diálogo como lo estamos teniendo ahora. Queremos que quien venga a visitarnos haga un intercambio de inquietudes. Por eso el nombre que le hemos puesto es “Encuentro de Lenguajes”.

Esto es lo mio. Hay muchos creadores en la literatura, en pintura en la música que crean con parámetros no propios. Buenos, excelentes, grandes hacedores pero que no me llegan. En cambio otro, quizás más humildemente y menos reconocido, ha logrado expresar sus vivencias como ser humano desde eso que te digo de la conjunción temporal espacial. La creación es la huella del tiempo en que uno vive, no es el relato.

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