Un perro llamado default
Por Javier Ortega, Doctor en Derecho Público y Economía de Gobierno. Docente UNDAV.
El código civil y comercial establece que habrá incumplimiento de contrato cuando una de las partes no realiza lo comprometido a la otra parte. El incumplimiento malogra definitivamente el contrato cuando es intencional, priva a la parte acreedora de lo que tenía derecho y ha sido anunciado por el deudor (Art. 1084). En similar sentido, el derecho estadounidense habla de la omisión o la falla de una de las partes en la realización de una tarea asumida por una ley o un pacto. Esto, en Estados Unidos, se llama default (Easterwood vs Willingham Tex.Civ. App., 47 S.W.2d 3929,395)
El Ministerio de Hacienda (una de las partes del contrato) le ha anunciado unilateralmente a los inversores institucionales (la otra parte del contrato) que los títulos de deuda pública Lecap, Lecap, Letes, Lecer y Lelink no les serán pagados al 100% a la fecha de su vencimiento según lo comprometido. En vez de esto, los reembolsos se harán (le guste o no al inversor) un 15% a la fecha de vencimiento, un 25% a los tres meses, y un 60% a los seis meses.
Dice el proverbio popular que si ladra, tiene cuatro patas y mueve la cola, no importa el nombre que quieras darle: es un perro. Bueno, acá ese perro se llama default.
La Argentina ha entrado en default. En realidad ya nos encontrábamos en default técnico desde el 2018. Los prospectos en la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos de los bonos argentinos establecían que, si después de marzo de 2017, el endeudamiento argentino “se aceleraba” en 50.000 millones de dólares más, el 25 por ciento de los acreedores podía solicitar se declare a la Argentina en default. El endeudamiento argentino se aceleró mucho más que eso. ¿Por qué entonces no pidieron la declaración del default? Porque pensaban cobrarse de los dólares que el FMI nos prestó.
Pero las cosas han cambiado. Esos dólares del FMI se están acabando. No es claro que el Fondo nos otorgue el sexto desembolso de 5400 millones de USS que resta hasta fin de año. Y si lo hace, no se sabe cuándo ocurrirá. Se suma que ya tenemos que el 28 de Agosto el Ministro de Hacienda declaró formalmente que Argentina no hará los pagos a los acreedores según lo convenido. ¿Qué hará el fondo global de Franklin Templeton que tiene el 50% de estas Lecap defaulteadas en cuotas por Lacunza?. ¿Qué harán los otros fondos de cobertura que ya han comprado seguros contra el default argentino? La declaración formal de default es para ellos un negocio lucrativo.
Es así que el gobierno de las expresiones extravagantes como “la revolución de la alegría” por el “alivio” de que “no se inunda más”, ahora ha acuñado una nueva: el neologismo de “re perfilar” los vencimientos. Podemos empezar ensayar este método y comunicarle unilateralmente al banco y a la empresa de servicios que le “re perfilamos” el vencimiento del resumen de la tarjeta y de la boleta del gas. No creemos que nos tomen muy en serio. Como nadie lo hace ya con lo que queda del gobierno cambiemista.