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¿Estados Unidos cerca del default?

Esta semana Joe Biden continuó con las negociaciones para aumentar lo que se llama el “debt ceiling” (el techo de la deuda), es decir aumentar el límite de dinero que el Gobierno puede pedir prestado.

Por qué decimos que negocia. Porque aprobar el aumento del techo de deuda es una medida que debe tener el visto bueno del Congreso. Entonces, históricamente, este paso se da cuando los demócratas y republicanos se ponen de acuerdo.

¿Qué propone la oposición?

Los recortes que el Partido Republicano propone para cumplir con el pago de la deuda están dirigidos a los gastos sociales: programas de seguridad alimentaria, medicina para jubilados, subsidios de vivienda y educativos.

Una de las medidas que quieren implementar es incluir la obligatoriedad de tener un trabajo para aquellas personas que reciban bonos del Estado para la compra de comida, así como también para personas de bajos recursos y jubilados que reciben asistencia en medicina. Este recorte de gastos alcanzaría el 22% del presupuesto doméstico. 

La semana pasada en una conferencia de prensa Biden afirmó: “Lo dije claramente en la reunión de hoy, el default (incumplimiento de pago) no es una opción. América paga sus deudas, y habrá bastante tiempo para debatir las diferencia de políticas. Pero este país nunca ha incumplido con el pago de su deuda y nunca lo hará”. La fecha límite de pago de la deuda es el 1ro de junio. 

Negociaciones contra reloj

El ala progresista del Partido Demócrata no quiere sentarse a negociar los recortes. El congresista por Nueva York, Jamaal Bowman sostuvo que los republicanos están tratando de mantener de rehén a la economía global precipitando una recesión. 

Hay que destacar que estos recortes fueron negociados entre el vocero del partido mayoritario en el Congreso, el republicano Kevin McCarthy y el ala MAGA o Trumpista del partido republicano, quienes no le permiten a McCarthy espacio para la negociación con Biden. Así como lo pusieron en su puesto de vocero del Congreso, tienen el poder de quitarlo y eso es lo que está en juego al interior del partido Republicano.

El senador demócrata Bernie Sanders recordó que históricamente los Estados Unidos siempre ha pagado su deuda y que el techo de la deuda se elevó 80 veces en los últimos 63 años: 49 veces durante gobiernos republicanos y 29 veces en gobiernos demócratas. 

El ajuste en cifras

Sanders ilustró con números, el daño que causaría el ajuste que proponen los republicanos:

  • 21 millones de americanos perderán el acceso a la salud pública
  • más de un millón de mujeres y niños no recibirían el suplemento de nutrición
  • se recortaría el acceso al programa de alimentos a un millón jubilados de bajos recursos
  • 640.000 familias perderían el subsidio al alquiler
  • 400.000 familias serían desalojadas de sus viviendas
  • 180.000 niños perderían el acceso al programa Head Start (asistencia a familias)
  • despedirían a 80.000 trabajadores que dan servicios a veteranos de guerra
  • 180.000 niños se quedarían sin subsidio educativo  

Para Sanders, el recorte impulsado por los republicanos le darían una suerte de blindaje a los ricos que nunca pagan su proporción justa de impuestos.

El veterano demócrata subrayó además que los republicanos tampoco consideran recortar el presupuesto de Defensa que es tan grande como la suma de lo que gastan las 10 potencias económicas que siguen en poderío a los Estados Unidos.

Pero más allá de lo que diga Sanders, vale aclarar que ninguno de los dos partidos tocaron en toda la historia el dinero destinado a Defensa a la hora de recortar gastos.