“Una Memoria que Arde”: trabajadores del Conti resisten el cierre con un masivo festival
El Centro Cultural Haroldo Conti, ubicado en el predio de la ex ESMA, símbolo de la cultura y la memoria, enfrenta un cierre abrupto que dejó a sus trabajadores en estado de incertidumbre. El 31 de diciembre, el personal recibió un mensaje de WhatsApp que informaba la clausura del espacio y los pasaba a “guardia pasiva”, una figura que implica suspensión laboral sin garantías claras de continuidad.
En respuesta, los trabajadores decidieron resistir organizando un festival bajo la consigna “Una memoria que arde”, con música en vivo, intervenciones artísticas y lecturas. “El Centro Cultural Haroldo Conti no es solo un centro cultural, es un bastión de memoria en un lugar marcado por el horror de la dictadura. Cerrarlo es un retroceso en derechos culturales y humanos”, afirmó, una de las trabajadoras despedidas.
El evento no solo buscó visibilizar la situación de los empleados, sino también alertar sobre el vaciamiento de espacios culturales y de Derechos Humanos en el país. “Aquí la cultura es resistencia, y no vamos a dejar que nos apaguen”, agregó Julio, artista y militante de los Derechos Humanos que se encontraba participando en el escenario.
Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, destacó que la lucha continúa y pidió no rendirse. Con una vela en mano, subrayó la importancia de seguir iluminando el camino y recordó que, como enseñaron Madres y Abuelas, “la única lucha que se pierde es la que se abandona”.
Durante el acto se transmitió un mensaje de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien recordó el acto histórico del 24 de marzo de 2004, cuando junto a Néstor Kirchner participó en la recuperación de la ex ESMA.
El festival se convirtió en un grito colectivo para preservar este espacio que, desde 2008, ha sido un referente cultural y un símbolo de resistencia.