El 24 de abril habrá balotaje en Francia. Otra vez será entre Macron (27,6%) y Le Pen (23,2%). Ambos fortalecidos políticamente, en los últimos 5 años. La Izquierda perdió otra histórica oportunidad.

El 22 de febrero de 2017 se estrenó en Francia la película Chez Nous (Nuestra Casa). El largometraje cuenta la historia de cómo un partido denominado Bloque Patriótico intenta incorporar a sus filas a Pauline, una joven enfermera educada en la cultura comunista. Ese film enojó muchísimo a Marine Le Pen, que por entonces, era candidata a presidenta, como lo es hoy por segunda vez en el balotaje que disputará con Emmanuel Macron el 24 de abril. 

El malestar de Le Pen se debió a que la líder de ultraderecha que aparecía en la película aludía claramente a ella y encima la cinta se estrenó en plena campaña electoral. La protagonista de la historia, es una joven que trabaja incansablemente ayudando a la gente de la comuna de Henin-Beaumont pero su solidaridad no le alcanza para vivir mejor y es seducida por el discurso anti política de los ultra. La película del belga, Lucas Belvaux, es una radiografía de cómo trabaja la ultraderecha para ganar seguidores, siendo el trabajo en las redes sociales el punto más fuerte de la estrategia electoral. También se muestra cómo interpelan a los franceses y francesas con un discurso anti migratorio con frases como “nos vienen a sacar el poco trabajo que tenemos” o “quieren construir una república islámica”. Discursos que ponen la piel de gallina pero identifican a un porcentaje importante de la población. Hoy, esa historia no perdió vigencia. Cinco años después, Macron y Le Pen volverán a enfrentarse. 

Los dos candidatos que llegan al balotaje, lo hacen con altos niveles de popularidad sostenidos desde 2017 cuando se enfrentaron por primera vez. Macron aumentó su nivel de aceptación al igual que Le Pen. 

Otro dato relevante de esta elección tiene que ver con los niveles de participación. Fue la más baja en 20 años: 73,3 por ciento. 

La estrategia de Le Pen

En los últimos 5 años que la separan de la derrota en el balotaje con Macron, Marine ha logrado suavizar la imagen de su partido. Incluso varios integrantes de Reagrupación Nacional migraron hacia Reconquista cuyo líder Éric Zemmour se coloca hoy más a la derecha de Le Pen.

La moderación del discurso de Le Pen y el eje en los ingresos de los trabajadores particularmente los rurales, le permitió a la candidata limpiar una imagen muy vinculada a la de su padre Jean – Marie Le Pen, que nunca estuvo tan cerca de ser presidente como lo está ella ahora. 

Los planes de Le Pen en el fondo son los mismos. Frenar la migración, combatir la ideología islamista, sólo que ahora ha elegido un vocabulario distinto para tratar estos temas. Habla en nombre del laicismo, de los valores republicanos e incluso levanta la bandera del feminismo. 

“La izquierda juega para la derecha”

Esta es una frase que escuchamos desde hace mucho tiempo y también incluso por estas latitudes (América Latina). El izquierdista Francia Insumisa, de Jean – Luc Mélenchon hizo una gran elección (21,9%). Quedó muy cerca de Le Pen. Le faltó muy poco para lograr un lugar en la segunda vuelta. Pero no lo consiguió porque el espacio progresista está dividido, enfrentado, como quiera llamarse. Juegan los egos y los reproches. Ni un avance tan claro de la derecha como en estas elecciones, alerta a la izquierda en Francia. En cinco años Le Pen logró mucho más que la izquierda. Hoy, Francia, está más a la derecha.