“La desigualdad no es inevitable, es una opción política”
El 10% más rico de la población mundial recibe actualmente el 52% del ingreso mundial, mientras que la mitad más pobre de la población gana el 8,5%. Oriente Medio y África del Norte son las regiones más desiguales del mundo. Europa la más equilibrada. “La desigualdad no es inevitable, es una opción política”, aseguran los autores del Informe sobre la Desigualdad Global 2022, entre ellos, el economista francés Thomas Piketty.
Más de 100 investigadores trabajaron durante cuatro años con lo que más predomina en el planeta, datos: “Vivimos en un mundo en el que abundan los datos y, sin embargo, carecemos de información básica sobre la desigualdad”. Explicar la desigualdad requiere de varios matices. El informe destaca que en los últimos 40 años los países se volvieron más ricos, pero sus gobiernos más pobres. Esto se debe, según explican, a que la participación de la riqueza en manos de los actores públicos es cercana a cero o negativa en los países ricos, lo que significa que la totalidad de la riqueza está en manos privadas.
La pandemia magnificó esta tendencia. 2020 marcó el aumento más pronunciado en la participación de los multimillonarios en la riqueza del mundo.
A nivel global, El 10% más rico recibe el 52% del ingreso mundial, mientras que la mitad más pobre de la población gana el 8,5%.
Las regiones de Oriente Medio y África del norte son las más desiguales. El 10% de los ingresos más altos se sitúa en torno al 58%. Cerca de esta marca se encuentra América Latina, en donde, el 10% más rico registra el 55% del ingreso total. Le sigue el Este de Asia con el 43%. Para tener en cuenta: el Este de Asia está compuesto por China, Mongolia, las Coreas y Japón, además de dos dependencias, Hong Kong y Macao y Taiwán.
De acuerdo al informe, Europa es la región más igualitaria. El 10% más rico registra el 36% del ingreso total. Las políticas tributarias ayudan a repartir de manera más igualitaria la torta. En uno de los puntos del informe la propuesta de crear un impuesto progresivo a las grandes fortunas es una posibilidad viable para contribuir a un reparto más equitativo. “Dado el gran volumen de concentración de la riqueza, los impuestos progresivos modestos pueden generar ingresos importantes para los gobiernos. En nuestro escenario, encontramos que el 1,6% de los ingresos globales podría generarse y reinvertirse en educación, salud y transición ecológica”.
Lo que viene
En una entrevista al diario El País, el economista Thomas Piketty, asegura que el mundo post Covid será más desigual en lo inmediato. Destaca, además, que el sector de las altas tecnologías fue el que más se robusteció durante la pandemia. Pero en el economista francés también reside una visión más optimista: los cambios de políticas que contribuyan a un reparto más equitativo de las riquezas dependerán en gran parte de las protestas sociales como se han dado a lo largo de toda la historia.
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