El efecto desvastador de los incendios en la Amazonia, afectará al norte de Argentina y al Río de la Plata.

De enero a julio hubo 4218 focos de incendios en la parte brasileña de El Pantanal, aumentando un 186 por ciento en relación al mismo período en 2019, según datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE). En los primeros 13 días de agosto, otros 2578 focos se sumaron a la tragedia.

Dos tercios del Pantanal, el mayor humedal del mundo con 150 000 kilómetros cuadrados, quedan en el centro-oeste de Brasil, y el otro tercio se divide entre Bolivia y Paraguay. Corresponde a la parte alta de la cuenca del río Paraguay, cuyas aguas luego engrosan el río de La Plata en Argentina. Lo más grave es que 95 por ciento del área quemada es de fauna y flora nativas.

Según el Instituto Centro de Vida (ICV), los incendios serían los más trágicos de la historia. Y para peor, septiembre es siempre el mes más crítico. Hábitat de gran biodiversidad, el humedal tiene por lo menos 4700 especies animales y vegetales que están en serio riesgo de extinción.

La deforestación de la Amazonia es la causa principal.

En muchos casos se trató de incendios para ampliar pastizales ganaderos  que “se salieron del control”, producto de la vegetación más seca que la habitual. “Hace años que el período de lluvias se está acortando, y las sequías se hicieron más severas en la parte central y suroriental del país”. Llos estudios apuntan a la deforestación en la Amazonia como causa, diagnosticó el ICV.

La destrucción forestal, que se acerca al 20 por ciento del bioma amazónico, reduce los “ríos voladores”, es decir el flujo de humedad generada en la gran foresta y trasladada por los vientos a buena parte de América del Sur, incluido el norte de Argentina.

Pero ése es sólo uno de los tres factores del auge de los incendios en el Pantanal. Se le suma la expansión de la ganadería, que usa las quemas para renovar los pastizales o expandirlos a nuevas áreas.

Lo constata el hecho de que 86 por ciento de los incendios se originaron en propiedades rurales, y el 34 por ciento en predios aún no inscritos en el Catastro Ambiental Rural, un registro que busca controlar y responsabilizar actividades agrícolas dañinas.

Jair Bolsonaro desmanteló el control de los delitos ambientales. Hay una enorme impunidad.

La ganadería encabeza la deforestación, que ya había alcanzado al 16,5 por ciento del Pantanal brasileño el año pasado. El tercer factor, indicó Silgueiro, es la “seguridad de la impunidad”, ya que pocos delitos ambientales son castigados en Brasil y la inspección se debilitó mucho desde el año pasado, por el desmantelamiento del gobierno de Jair Bolsonaro del Instituto Brasileño de Medio Ambiente, la autoridad del sector.

Pero además hay otras causas: la falta de un plan para lidiar con la previsible sequía, la ausencia de coordinación entre los distintos actores, incluso la sociedad y los países que comparten el bioma, y el deterioro de las carreteras que dificulta el combate al fuego.Pese a las alertas no se diseñó una concertación de esfuerzos entre los países que comparten El Pantanal

La situación se agrava por la intensificación del cultivo de Soja.

Además, es grave el avance del cultivo de soja, que ya ocupa tierras a menos de 200 metros de altitud y se acerca del corazón del Pantanal; promueve deforestación, contamina el agua con venenos agrícolas y acelera la sedimentación de los ríos.La hidrovía del río Paraguay podría destruir el Pantanal, si se concretara el pretendido dragado para hacerla navegable todo el año.

El futuro es preocupante, porque además de la emergencia climática, el Pantanal no es un ecosistema resiliente a tantos incendios, con impactos prolongados sobre su fauna y flora. Los animales están perdidos, si no muertos en las áreas afectadas.

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Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2020/08/pantanal-mayor-humedal-del-mundo-se-quema-sudamerica/