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Informe especial: El “anárquico” sistema de salud argentino y cómo debiera ser su reforma

“El sistema es caro, el gasto del sistema de salud es alto; los indicadores de salud no reflejan ese gasto; la atención no es la misma para cualquier argentino; tenemos más de 300 obras sociales, eso es lo más ineficiente.”

El sistema de salud argentino tiene la particularidad de estar conformado por el público, el privado y las obras sociales, tanto nacionales como provinciales, sumando además al PAMI, que es un subsistema en sí mismo. Todo lo cual lo estructura como ineficiente en términos económicos y con resultados que, a veces, no se corresponden con su inversión. El Estado subsidia a las empresas de medicina privada, y se replican a lo largo y ancho del país estructuras administrativas innecesarias.
Pierre De Paepe, es médico sanitarista, investigador del Instituto de Medicina Tropical, nacido en Bélgica, con una maestría en la UBA. Vivió y trabajó en distintos lugares del mundo y se dedicó particularmente a comparar los distintos sistemas de salud: “El sistema de salud es anárquico… Habría mucho para reformar”. ¿Cómo operan y obstruyen los lobbies de laboratorios y empresas privadas”. Informe especial, segunda entrega.

El Sistema de Salud argentino es segmentado y fragmentado, ineficiente e inequitativo.

La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández, aseguró: “Vamos a tener que repensar todo el sistema de salud”. ¿Qué se debiera hacer para reformarlo?

Lo ideal: NHS o Medicare for All -un plan básico y completo para todos y todas- (tipo Canadá o Costa Rica)

El Sistema debiera ser eficiente eficaz, solidario, universal, igualitario -con la contribución según capacidad y la atención según la necesidad-. El derecho a la salud como ciudadano/a debiera ser independientemente del ingreso o trabajo, edad, sexo, etc.

  • Condición: financiamiento adecuado
  • Riesgo del sistema público: alta politización, exceso de burocracia.
  • Privados con fines de lucro: mercado imperfecto, asimetría de información, competencia imperfecta, demanda inducida, entre otros conflictos.
  • No hay evidencia alguna que la atención privada sea mejor.
  • Necesidad de fuerte regulación estatal.
  • Políticamente es complicado reformar el sistema argentino (o cualquier otro): los sindicatos manejan OS, prepagas lobby, lobby médico-industrial y farmacológico; las/os pobres no tienen voz en este asunto, como en otros.

Primeros pasos para reformar el sistema de salud argentino.

  • Recuperar rectoría ministerio de Salud de la Nación (MS).
  • Producción nacional de medicamentos (y reducir consumo, medicalización).
  •  Un Plan Médico Obligatorio (PMO) para todos los financiadores (público, Obras Sociales y prepagas).
  • Fortalecer sector público -federalismo- para que sea el sector principal, con los prestadores privados como suplementarios.
  • Como en Canadá, los seguros privados no debieran ofrecer cobertura para prestaciones cubiertas pro el seguro público.
  •  Reducir cantidad de Obras Sociales sindicales (actualmente existen aproximadamente 300).
  •   Fortalecer el fondo de redistribución entre Obras Sociales (OS) sindicales
  •  Integrar todo lo público: Obras Sociales provinciales, el PAMI, etc.            
  •   Integración funcional de servicios MS y Obras Sociales.
  •   Recupero de servicios de Obras Sociales y prepagas cubiertos por los servicios públicos, con una tarifa especial.
  •   Mejorar la coordinación entre niveles en cada subsector.
  •   Fomentar la medicina de familia y el primer nivel de atención.
  •   Participación en la gestión, sólo en el público y OS.
  •    Dedicación exclusiva de mediques, salario decente
  • – más enfermeres, menos mediques-
  •    Concentración geográfica de recursos humanos y materiales: regulación…

Sólo un seguro público para la Argentina, como en Canadá o Costa Rica, sugiere Pierre De Paepe.

Los aportantes al sistema son quienes trabajan y el Estado financia el seguro de los desempleados. La prestación de servicios debería ser principalmente pública, pero ante la escasez de oferta público, el privado “regulado” jugaría un papel complementario. Así, habría menos gastos administrativos (sin competencia entra seguros de OS y prepagas). Los seguros privados de salud sólo tendrían un papel marginal, para temas como odontología/oftalmo, entre otros.

Edición Marcelo Moreira. Ver más