Honduras: crisis humanitaria y “narcopolítica”
El país centroamericano comenzó el 2021 con la continuidad de una crisis que arrastra desde hace décadas. La caravana de migrantes llegando a la frontera con Guatemala es una imagen que se repite todos los años y cada vez con mayor frecuencia.
De acuerdo a la oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el mundo hay alrededor de 470 mil refugiados y solicitantes de asilo que provienen del norte de Centroamérica. La mayoría de ellos son de Honduras y El Salvador.
¿Por qué se van de Honduras?
La pobreza expulsa a los hondureños. El país tiene 9,3 millones de habitantes. Más del 60 por ciento de la población es pobre. Miles de personas migran para trabajar y enviar dinero a sus familias. En 2019 las remesas procedentes del exterior representaron el 20 por ciento del PBI.
Otro de los graves flagelos que tiene Honduras, es el narcotráfico. En la última semana, fiscales federales de EEUU revelaron supuestos vínculos directos del presidente Juan Orlando Hernández, con un presunto narcotraficante, a quien le habría dado protección a cambio de una compensación económica.
Organismos de derechos humanos, revelaron la existencia de informes que identifican diversos carteles y la complicidad del sistema político y de las fuerzas de seguridad con el tráfico de drogas.
Hernández gobierna desde 2012. Su reelección en 2017 ha recibido numerosas denuncias por fraude. El líder del Partido Nacional ha estado desde entonces bajo la lupa por hacer la vista gorda a denuncias por violaciones a los derechos humanos y especialmente a la investigación por el crimen de la ambientalista y dirigente indígena, Berta Cáceres.
En noviembre habrá elecciones presidenciales en Honduras y como en todo año electoral se agudizan los conflictos. El extractivismo y el despojo de tierras a las comunidades campesinas preocupan a los dirigentes sociales. Este conflicto está estrechamente vinculado con la militarización de las zonas rurales.
En los años de Donald Trump, EEUU aumentó la presencia militar en Honduras. Hernández fue un gran aliado que Trump necesitó para desplegar la “política de seguridad” de Washington en la región.
Los analistas sostienen que pese al nuevo gobierno de Joe Biden, tanto el Comando Sur como las bases militares de EEUU seguirán en Honduras. La atención está puesta en la política migratoria que llevará adelante el líder demócrata. Para ello será central el vínculo con México. Es urgente una reforma migratoria que garantice el respeto a los derechos humanos.