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Bolsonaro también espía

La acción secreta del Gobierno apunta a docentes y policías antifascistas

En junio, el Ministerio de Justicia realizó una operación confidencial sobre un grupo de 579 funcionarios de seguridad federales y estatales identificados como miembros del “movimiento antifascista” y tres profesores universitarios, uno de los cuales era ex secretario nacional de derechos humanos y actual relator de la ONU para los derechos humanos en Siria, todos críticos del gobierno de Jair Bolsonaro. Según la investigación del portal UOL Brasil, el ministerio produjo un dossier con nombres y, en algunos casos, fotografías y direcciones de redes sociales de las personas que son seguidas.
Para burlar la Ley de Acceso a la Información, (la Secretaría de Operaciones Integradas -Seopi-) protegió los documentos sobre antifascistas rotulándolos como de  “acceso restringido”, otorgándoles un carácter político, y haciendo posible de esta manera mantenerlo confidencial, de acuerdo a la ley brasileña, durante 100 años.
La actividad contra los antifascistas es llevada a cabo por una unidad ministerial poco conocida, la Seopi, una de las cinco secretarías subordinadas al ministro de Justicia, el pastor evangélico, André Mendonça. Transformada en unidad de servicios de “inteligencia” por un decreto del presidente Jair Bolsonaro, no presenta todos sus informes para la supervisión judicial; actúa igual que otros organismos de inteligencia  como el CIE (Centro de Inteligencia del Ejército) y el GSI (Oficina de Seguridad Institucional).
Los numerosos organismos de inteligencia funcionan como puntos de reunión e intercambio de información entre el Ministerio de Justicia y la Policía Civil y Militar. Las operaciones del Ministerio de Justicia se extendieron a las administraciones públicas federales y estatales, y no se puede aventurar qué consecuencias tendrán. Entre otras posibilidades puede ser usado para la persecución política dentro de los organismos públicos.

Bolsonaro se manifestó en contra de los que llamo “grupos de delincuentes, terroristas, que quieren moverse para romper Brasil”.

Seopi produjo un informe sobre el tema “Acciones de grupos antifa (abreviatura de antifacistas)  y policías antifascistas”. El documento se elaboró luego de la publicación del manifiesto el cinco de junio: “Policías antifascistas en defensa de la democracia popular”, respaldado por 503 oficiales de seguridad, retirados y de servicio, incluida la Policía Civil y militar, penal, vial, expertos criminales, papilloscopistas , empleados, bomberos y guardias municipales.
En el manifiesto, el movimiento afirma que es suprapartidario, y denuncia un “proyecto para neutralizar los movimientos de resistencia popular, y propone una alianza popular antifascista”. Según el manifiesto, el movimiento debe contar con la participación de sindicatos, entidades de clase, movimientos populares, estudiantes, artistas y otros. Además,  llama a una reacción “a las amenazas civil-militares de disrupción institucional”. Unos días antes, el general y ministro del GSI, Augusto Heleno, publicó una “nota para la nación brasileña”, en la que decía que la posible la incautación del teléfono celular de Jair Bolsonaro – sujeto a consulta por parte de la Corte Suprema a la Fiscalía General de la Nación-, lo que podría tener “consecuencias impredecibles para la estabilidad nacional”.
Ante las protestas antifascistas realizadas en Mayo en São Paulo y Curitiba, el presidente Jair Bolsonaro se manifestó en contra de los que llamo “grupos de delincuentes, terroristas, que quieren moverse para romper Brasil”.
En el informe del Ministerio de Justicia se sañala: “Hemos visto a algunos policías formadores de opinión que tienen un gran número de seguidores en sus redes sociales, que difunden símbolos e ideologías antifascistas”. 579 nombres ingresaron a la lista de antifascistas, Seopi agregó las firmas de dos manifiestos y reunió un archivo adjunto, con una “lista de empleados de seguridad pública identificados como los más activos”.

Además, se incluye un serie de “noticias relacionadas con la policía antifascista” y copias en PDF del libro “Antifa – el manual antifascista”, del profesor de historia Mark Bray, y un cierto “manual de terrorismo BR”, encontrado en Internet y escrito en lenguaje adolescente. Este “manual” afirma tener recetas para hacer bombas caseras y actos de “anarquía”. Seopi no presenta ninguna explicación que permita vincular este “manual” a los antifascistas. No hay constancia de que “antifa” haya participado en ningún acto terrorista en territorio brasileño. Los objetivos está todos identificados con fotografías.

El policía tiene que ser “antifascista, contra Bolsonaro e izquierdista”.


Dentro de la policía ya hay represalias para los antifacistas, sus comentarios en las redes sociales pueden conducir a procedimientos administrativos disciplinarios. Estos policías plantean que la cuestión es cultural, “lo que espera la sociedad de la policía es uno de los principales problemas”, dicen. En ese terreno ponen en cuestión “al policía que está para resolver los problemas de alguien en detrimento de los derechos y la integridad de otro, que a menudo se encuentra en una situación de delincuencia o no, pero que siempre es económicamente inferior “.
 Los policías antifacistas afirman que el movimiento es pacífico, tiene unos 500 miembros en el país y comenzó a ganar fuerza en 2017, a partir de un intercambio de experiencias durante el Foro Social Mundial de ese año. Según el policía civil Pedro Paulo Chaves, de 34 años, conocido como “Che”, para ser aceptados como miembros, el policía tiene que ser “antifascista, contra Bolsonaro e izquierdista”. “Nuestro antifascismo llega antes que Bolsonaro, va en contra de lo que sucede en las instituciones, no sólo mira cómo funcionan las cosas dentro de una Policía Militar, sino también afuera, en la guerra contra las drogas, en la relación entre la policía y la juventud. Nuestro antifascismo no está en contra de Bolsonaro, él se alió con el fascismo, por lo que es un elemento de aversión”, cloncluyó.

Producción: Ester Fernandes

Fuente: https://noticias.uol.com.br/colunas/rubens-valente/2020/07/24/ministerio-justica-governo-bolsonaro-antifascistas.htm