A más de 100 días de la cuarentena, entrevista al infectólogo Martín Hojman
Por Maximiliano Ghielmetti
Mitos y verdades, la paranoia en el personal de salud, algunas prevenciones que no previenen tanto y que nos va a dejar la post pandemia, según la mirada de Martín Hojman, médico infectólogo del Hospital Rivadavia y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología.
AS: En más de cien días de cuarentena fuimos testigos de falsos remedios para darle pelea al virus. Desde la ingesta de agua para eliminarlo, pasando por el doctor Rubén Mühlberger, quien aseguraba tener un antídoto contra el coronavirus, hasta Donald Trump evaluando la posibilidad de inyectarse desinfectante y luz solar para derrotarlo. Parece que en situaciones tan delicadas como ésta muchas veces es peor el “remedio” que la enfermedad.
MH: La verdad que al ser una enfermedad nueva, disparó la imaginación de un montón de gente; imaginación y ganas de hacer comercio y ganar plata con esto, y lamentablemente algunas personas lo compraron, pero por suerte cada vez se demuestra más que esas cosas no sirven. Lo peligroso de todo eso es como en otras enfermedades: prometer curas o prometer resultados que no son tan así, hacen que la gente se ilusione. Por un lado, que la gente diga, “bueno, si esto tiene tratamiento, en realidad no hace falta tanto cuidado”. Y tercero que se gaste plata, gente que por ahí no tiene la posibilidad de tener tanta plata que la gaste en este tratamiento que no tenga ningún efecto y ningún resultado, y sea todo un tema comercial.
“La cabina sanitizante no está demostrado que sirva para nada, sino que está desaconsejada” .
AS: ¿Percibís todavía paranoia en la sociedad? ¿ Y qué pasa con el personal de salud?
MH: Al principio había mucha, y sigue habiéndola. Consultan cosas que yo ya pensaba que estaban superadas. Hay mucha paranoia, todavía, hasta en los trabajadores de la salud. Es verdad que hubo marchas y contramarchas en algunas cosas, y eso hace también que la gente dude, pero hay muchísima paranoia. La gente está asustada, entonces ante toda duda posible que se les pueda presentar, nos llaman a los infectólogos.
AS:¿Qué cosas se están utilizando preventivamente y no està comprobada su utilidad?
MH: La cabina sanitizante no está demostrado que sirva para nada, sino que está desaconsejada porque puede incluso hacer que uno tenga más posibilidades de tener contacto con el virus. Los mamelucos, que a veces se ven hasta en la televisión, tampoco están del todo claramente indicados. Y se vio en un trabajo de la Sociedad Argentina de Infectología sobre terapia intensiva, que incluso pueden ser más peligrosos, porque los pasos para sacárselos correctamente son 11 y es muy difícil de hacerlos. Entonces puede ser que una persona que esté en contacto con alguien que excreta el virus, con mameluco, después al sacárselo tenga contacto con la superficie y pueda ser más peligroso. Diría esas dos cosas como importantes. Se habló de luz ultravioleta también que ponen en las cabinas sanitizantes, pero no se sabe bien qué intensidad de luz es necesaria. Todas esas cosas en realidad conspiran contra la seguridad porque dan una sensación de falsa seguridad, y la verdad es que no está comprobado.
Hay muchas falsas noticias, inclusive de algunos profesionales de la salud también.
AS: ¿Cómo cambió tu trabajo en estos 100 días?
MH: El trabajo es muchísimo, y es todo el tiempo respondiendo dudas, todo el tiempo estratificando el riesgo del personal de salud. Trabajamos mucho con las direcciones de hospitales, lo que antes no pasaba tanto. Y la infectología es uno de los centros del tema covid y estamos todo el tiempo escribiendo cosas, todo el tiempo hablando entre nosotros, participando de actividades que no son remuneradas, como trabajo en la municipalidad y asesorías. También la aparición en los medios, yo antes no estaba en los medios y ahora sí, y estoy en los medios porque con la Sociedad Argentina de Infectología lo que nosotros pensamos es que hay que aparecer en todos los medios posibles para transmitir la información correcta, ya que hay muchas falsas noticias, inclusive de algunos profesionales de la salud también.
“Hay mucha paranoia, todavía, hasta en los trabajadores de la salud”
AS:¿Cómo te imaginas el día 200?
MH: Espero que la cosa esté mucho mejor, que haya muchos menos casos, muchos menos diagnósticos, mucha menos circulación viral, y que se puedan realizar algunas actividades que por ahora no se pueden. Es difícil imaginar porque es hacer futurología, pero esperamos que sea así, que se pueda salir y que se puedan hacer actividades, sobre todo al aire libre como está pasando en Europa ahora, como ir a tomar algo a la calle, a la vereda; esperemos eso.
“Espero que la salud pública tenga otro lugar en la consideración de todo el mundo”.
AS: ¿Qué cambios creés que nos va a dejar el post pandemia?
MH: Cuando esto termine definitivamente espero que la gente aprenda solidaridad, aprenda que es necesario cuidarse para cuidar a los demás. Es necesario pensar en conjunto y no individualmente. Espero que la salud pública tenga otro lugar en la consideración de todo el mundo, de la gente de la política, que nunca más votemos a nadie que no nos hable de salud y que no mejore la salud; que los médicos estemos mejor vistos y mejor considerados en la sociedad, mejor pagos. Que la infectología como especialidad se jerarquice, como siempre se debió jerarquizarse. Son muchos cambios posibles; en algunos soy más optimista que en otros. Que aprendamos también la higiene de manos que es muy importante para todos, sobre todo también dentro de los hospitales. Que salgamos mejores, que aprendamos a ver más lo que nos pasa como conjunto.