El negocio, el Factor de los Protectores Solares frente al cáncer de piel Segunda parte
Los médicos aseguran que el Factor de Protección Solar (FPS) 30 es el que verdaderamente protege la piel, más allá es sólo marketing. “El valor del FPS no es directamente proporcional a su capacidad para filtrar rayos UV. Es decir que un protector con FPS 60 no provee el doble de protección que otro con FPS 30. De hecho, la diferencia entre FPS 30 y FPS 50 es muy pequeña: mientras que un producto con FPS 30 filtra el 97 % de los rayos UV, un con FPS 50 filtra el 99 %”, aseguran desde la Fundación Soberanía Sanitaria. La diferencia entre FPS 50 y 60 es tan pequeña que en Europa y Australia se prohibió promocionar protectores con FPS mayores a 50 por considerarlo publicidad engañosa.
Según la Sociedad Argentina de Dermatología, se diagnostican por año más de 1.400 nuevos casos en todo el país.
Los protectores solares son productos de uso externo que contienen sustancias físicas y/o químicas que actúan como barrera protectora de la piel ante las radiaciones solares. Constituyen una defensa de primera línea, siempre que reúnan las condiciones necesarias de eficacia, seguridad y calidad del producto. En Argentina, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), es el organismo estatal que controla que estas condiciones se cumplan.
“La utilización de protector solar es fundamental para prevenir el cáncer de piel, por eso es necesaria la intervención del Estado para asegurar que sea accesible para todas las personas que, por recreación o por trabajo, se exponen a los rayos ultravioleta”, asegura Tesler, médico sanitarista (MN 113954) y presidente de la Fundación Soberanía Sanitaria. En ese sentido, los obreros de la construcción son quienes más expuestos están a estos rayos dañinos.
La exposición a la radiación UV es la causa más importante del cáncer de pie
La forma más eficaz de prevenir el cáncer de piel es restringir la exposición a los rayos ultravioletas (UV) que forman parte de la luz solar. Eso se logra evitando estar bajo el sol, vistiendo ropa que impida el paso de los rayos UV y utilizando protector solar en las zonas de la piel que quedan expuestas.
Según las últimas estadísticas de la Sociedad Argentina de Dermatología, se diagnostican por año más de 1.400 nuevos casos en todo el país. Desde la Fundación Soberanía Sanitaria aseguran que se diagnostican veinte casos nuevos por año cada cien mil habitantes, ocupando el séptimo puesto en América y provoca cada año la muerte de más de quinientas personas en el país. El primero es Brasil, que tiene noventa y siete casos nuevos por año por cien mil habitantes.
La exposición a la radiación UV es la causa más importante del cáncer de piel. Se distinguen tres tipos de rayos UV: A. B y C. Los UVC no suelen atravesar la capa de ozono que forma parte de la atmósfera terrestre, mientras que los otros dos alcanzan nuestra piel y la pueden dañar. Cuanto mayor es el valor del índice UV, más alta es la probabilidad de que se produzcan rápidamente lesiones en la piel y los ojos. Es importante protegerse del sol durante todo el año.
Las formas de disminuir la exposición a la radiación UV son las siguientes:
• Evitar el sol entre las 10 y las 16 horas.
• Permanecer a la sombra. Los techos y toldos son más
eficaces que los árboles.
• Cubrirse con ropas, sombreros y anteojos de sol.
• Proteger especialmente a los niños del sol. Los bebés
menores de un año deben evitar completamente la
exposición. Los niños mayores de un año, deben recibir
mucha atención ya que realizan numerosas actividades al
aire libre y tienen la piel más sensible que los adultos.
• Usar en forma habitual cremas protectoras solares que
bloqueen radiación UVA y UVB, de calidad reconocida y
cuyo factor de protección solar (FPS) sea no inferior a 30.