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Panorama Político. A 15 días: No, no se puede

Alberto Fernández amplía la diferencia con que le ganará la elección a Macri, del 16.1% obtenido en las PASO, al 20% el 27 de octubre.

En 30 días, con 30 actos en 30 ciudades del país, el presidente Mauricio Macri encaró la campaña del “Sí, se puede”; a 15 días de las elecciones nacionales, no hay dudas que no puede dar vuelta la elección, ni podrá. Es más, seguramente las diferencias con la que Alberto y Cristina Fernández sean elegidos presidente y vice, y Axel Kicillof gobernador de la provincia de Buenos Aires, serán mayores a las obtenidas en las PASO de agosto. Al PRO, ya no a Cambiemos que como tal no existirá más, le quedará el consuelo de volver a reconstruirse desde la Ciudad que lo vio nacer: muy probablemente Horacio Rodríguez Larreta será reelegido como Jefe de Gobierno, aunque deba “sufrir” una segunda vuelta.

Como es previsible, por estos días circulan distintas encuestas nacionales. A diferencia de otros escenarios, en este caso los encuestadores no fallarán ni hay disparidad entre sus estudios; no hay sorpresas. Todos coinciden en que Alberto Fernández amplía la diferencia con que le ganará la elección a Macri, del 16.1% obtenido en las PASO, al 20% el 27 de octubre. Para Gustavo Córdoba y Asociados, el Frente de Todos obtendrá el 52.2% frente al 32.7% de Juntos por el Cambio. Esto se debe a que Fernández “crece un poquito”, Macri está entre estancado y en retroceso, y a que en las elecciones generales no se cuentan ni los votos en blanco ni los nulos, como sí sucedió en las PASO, lo que hace subir el porcentaje de quien gana la elección. Si el Frente de Todos obtiene alrededor del 52% de los votos según todas las encuestas, frente al 32% de Juntos por el Cambio; si con el 45% se gana en primera vuelta.; y si además esa brecha se amplía: ¿Cómo es posible siquiera imaginar que “¿Sí, se puede” dar vuelta la elección? Es lógico que el oficialismo lo plantee; nadie puede esperar que diga “Ya perdimos” cuando el caudal es importante porque también se eligen diputados y senadores. Lo insólito es que algunos periodistas o analistas evalúen esta alternativa como posible. Lo mismo sucede en la provincia de Buenos Aires; es más, aquí la diferencia será de alrededor de 21 puntos, y no hay segunda vuelta.

Macri es considerado el “peor presidente de la historia argentina” por el 36.3% del electorado

El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) realiza verdaderos estudios sociológicos presenciales del electorado, consultando sobre valoraciones políticas, económicas y posicionamientos ideológicos. Allí quedan explícitos los porqués de la imposibilidad de la reversión del resultado: Mauricio Macri es considerado el “peor presidente de la historia argentina” por el 36.3% del electorado, superando ampliamente, incluso, a Fernando de la Rúa. Hay que sumarle a quienes señalaron a Carlos Menem para que, juntos, superen a Macri. El 76.8% de los entrevistados considera mala o muy mala la gestión de Macri, frente al 22.8% que la valúan positivamente; esto es, ni siquiera todos sus potenciales votantes ponderan su gestión.

Sin contabilizar proyección de indecisos, la CELAG le otorga a Fernández una intención de voto del 48.5% frente al 30.7 de Macri. El 72% lo considera “poco o nada creíble”, frente a sólo el 27.3% que le cree. El 56.4% tiene sensaciones negativas sobre la situación del país y sólo el 21% positivas, 22% neutras. En todos los casos se observa que los datos que son favorables a Macri no sólo son muy escasos, sino que ni siquiera alcanza a su núcleo duro. En cambio, con respecto a Alberto sólo 18.5 tienen sensaciones malas sobre el cambio de Gobierno, y el 58% tiene sensaciones positivas (diez puntos más que sus votantes); la expectativa atraviesa al Frente de Todos y llega a los otros frentes electorales.  Más allá de a quienes elija, el 73% sabe que Alberto será el próximo Presidente.

El 51.7%, considera que Alberto tiene la capacidad de resolver la crisis económica.

Con respecto a la crisis desatada por el gobierno de Cambiemos, para el 34% de los encuestados empeoró la situación económica de su familia, y solamente para el 7% la mejoró. Y no hay dudas de quién es el responsable: para el 77.4% es Macri. Lo de la “pesada herencia” se lo cree sólo el 10% de la población relevada. Es más, la dimensión social de la crisis es más profunda de lo que suelen reflejar los grandes grupos de comunicación: para el 52.3% es igual o más profunda que la de 2001, sólo el 13.7% la considera menos gravosa para la sociedad. Otra vez, la esperanza está depositada en el nuevo Gobierno:  más de la mitad de la población, el 51.7%, considera que Alberto tiene la capacidad de resolver la crisis económica.

El debate: entre irse a dormir y quedarse dormido

Los debates televisivos tienen más de show que de discusión política y análisis de las propuestas de los candidatos. No sólo quedó expuesto en 2015 que se puede mentir burdamente, sino que en el de esta semana, entre quienes se postulan a Jefe de Gobierno, quedó claro que sirve de poco y nada.  No muchos ven el debate (10 puntos de raiting), pero, además, mucha menos gente cambia su voto por una ping-pong de un par de minutos donde se pretenden explicar las distintas posturas de varios temas complejos simultáneamente; imposible. Los candidatos están a la expectativa de no cometer grandes errores, y de “enganchar” a su rival en alguna contradicción. En el mejor de los casos –qué pobre-, alguna chicana efectista. Así, el debate es entre quienes se quedan dormidos mirándolo y quienes eligieron irse a dormir o ver alguna serie; al menos, es ficción. Ni siquiera hay discusión entre los periodistas, todos patean para el mismo lado. ¿Quién gana el debate? Al día siguiente los grandes medios le levantan la mano a uno, ése será quien quede como ganador para la opinión pública. En este caso fue un unánime el empate.

En cuanto a los datos, la CELAG le otorga a Larreta una intención de voto del 44.6% contra el 35.9% de Matías Lammens (Frente de Todos). Con un saldo favorable en imagen positiva de 10 puntos, y contabilizando solamente los votos positivos a un candidato, el Jefe de Gobierno estará cerca del 50%, aunque probablemente necesite el ballotage, que quiere evitar. Además, un dato subjetivo: el votante de la Ciudad querrá diferenciarse del resto del país, algo parecido a lo que hace el electorado cordobés. Lammens hará una excelente elección para el porcentual que suele cosechar el Peronismo en la Ciudad, y quedará muy bien posicionado para 2023. Tendrá sólo 43 años y un alto nivel de conocimiento. Además, seguramente será recompensado con un buen puesto a nivel nacional para “hacer política” y “mostrarse” públicamente.

Al día siguiente los grandes medios le levantan la mano a uno, ése será quien quede como ganador para la opinión pública.

Sólo 15 días. No la darán vuelta: alrededor del 30% será el porcentual con el que se deberá conformar Juntos por el Cambio. Hace unos meses parecía difícil; hace un año imposible, pero “cambiamos”. “Sí, se puede”: Macri, Vidal y los suyos -menos Larreta-, se van.