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Panorama Político: Adelantan el escenario electoral

A menos de un mes de las PASO, éstas serán no sólo las elecciones primarias obligatorias, sino que representarán, en los hechos, una virtual primera vuelta electoral. Además, generarán un clima político y económico que serán determinantes para la verdadera “primera vuelta”. Así tendremos un calendario electoral “adelantado”, con la polarización entre los dos proyectos políticos y de país en disputa, que harán de esa primera vuelta, casi, un ballotage.

Una derrota decorosa permitirá que el Gobierno sostenga el precio del dólar hasta octubre, pero una victoria opositora por más de cinco puntos de puede generar lo contario.

Esta semana Jaime Durán Barba bajó línea a todo el funcionariado de Juntos por el Cambio: “Esa polarización paulatinamente se ha ido agudizando. Las PASO son extremadamente importantes, y no es imposible que en la primera vuelta se resuelva la elección. Alrededor de un 80% de argentinos ya optó por Cristina o por Mauricio”. No lo dijo ni salió en ningún gran medio de comunicación, pero si hay algo que hoy parece imposible es que quien gane en primera vuelta sea Mauricio Macri, por eso para Juntos por el Cambio las PASO son fundamentales. Una derrota decorosa permitirá que el Gobierno sostenga el precio del dólar hasta octubre, pero una victoria opositora de más de cinco puntos de diferencia (hoy por hoy lo más probable) puede generar lo contario, que es lo mismo que sentenciar la defunción política de Mauricio Macri.

Esta semana, por ejemplo, el Gobierno instaló “el tema” de la flexibilización laboral y logró que responda el interlocutor que le conviene.

La campaña se largó oficialmente, y ahí el Gobierno se hace fuerte, por estrategia y por recursos económicos cada vez más acentuados: no sólo porque es el partido del establishment, sino porque tiene todos los recursos del Estado a disposición, al tiempo que restringió a la mitad los “espacios gratuitos cedidos a los partidos políticos”. Esta semana, por ejemplo, “el tema” fue la flexibilización laboral, lo que en sí mismo dice bastante de la realidad política argentina que está en disputa. El Macrismo se anima a plantear en “campaña” un tema que debería ser “piantavotos”: no lo esconde, al contrario, lo instala. Avisa lo que va a hacer si es reelecto: “si ganamos, iremos en la misma dirección, lo más rápido posible”. Lógicamente el gran empresariado sale a defenderlo públicamente porque implica la flexibilización laboral más sangrienta posible: “necesitamos poder despedir sin causa a empleados en todas las industrias y comercios”, dijo abiertamente Julio Crivelli, empresario de la Cámara de la Construcción. Pero lo extraño es que la estrategia de Durán Barba da resultado y logra que desde la oposición responda, por ejemplo, Hugo Moyano; bingo, se instalan en la agenda política los temas que quiere el Gobierno, que además consigue que responda el interlocutor que le conviene. No habla Alberto Fernández de producción, de PyMes, ni de crear trabajo, sino Moyano de flexibilización laboral.

Después del encuentro de todos los funcionarios y candidatos de Juntos por el Cambio, se evidenció claramente la campaña de Durán Barba y Marcos Peña: al ejemplo de la reforma laboral, se le suman los ataques verbales violentos contra los candidatos opositores. Sin embargo, ellos se venden como los representantes de la “república de los buenos modales y el consenso” y el futuro de la concordia.  Esos ataques se efectivizan por los medios en general, y por whatsapp en particular. Una muestra más de que la estrategia política no es local sino regional, por ese medio y con noticias falsas ganaron sus elecciones Donald Trump en EE.UU y Jair Bolsonaro en Brasil. ¿A quiénes apoyan en Argentina? EE.UU. envió u$s 5400 millones vía el FMI, y en Brasil dieron media sanción a la flexibilización previsional y aplica la laboral. Esta semana el PJ denunció la posible manipulación de los resultados del escrutinio. Para preservar el voto popular serán clave la fiscalización y el rol de la Justicia Electoral. Pero las “tácticas” del poder no se circunscriben a la elección. El establishment (llamado “círculo rojo” para minimizarlo, como parte de la batalla cultural del poder hegemónico que le quita la historia que tienen las palabras) está acostumbrado a acceder al poder político vía golpes de Estado, proscripciones o “fraude patriótico”; por primera vez en la historia accedió al poder a través del voto popular, y no lo va a resignar fácilmente. 


Por ahora, Cristina hace campaña donde suma, Alberto fortalece “su” candidatura diferenciándose de Cristina, y Massa hace lo suyo “por afuera”; suman en la diversidad.

Otra cuestión es la construcción política, ahí sí la oposición trabaja bien, sale lo mejor del Peronismo: gobernadores alineados, sindicalismo unido y el acompañamiento de distintas fuerzas sociales. Esta semana Alberto Fernández logró fotografiarse con el esquivo Juan Schiaretti. Por supuesto que no le sacó mucho más que la foto, pero dadas las circunstancias generales de la provincia de Córdoba y de su gobernador en particular, no es poco. Ahí Alberto necesita hacer una buena elección, esto es, al menos, perder por una diferencia sustancialmente menor al 70-30 de Macri a Scioli. Cierto es que Schiaretti no apoya formalmente al Frente de Todos (va con “su boleta corta”), pero también es real que se juntó con Alberto, juega a dos puntas, y eso dice algo de la realidad de hoy del electorado cordobés. En 2015, esta ambigüedad era impensada. Esta vez los intendentes y legisladores peronistas cordobeses trabajan para Alberto. De hecho, Macri también fue a hacer campaña a esa provincia, y no tuvo “su foto” con Schiaretti. Menos mal, porque con la cara que puso tras el traspié por su jingle de campaña hubiese salido desfavorecido. En el escenario escuchó incrédulo: “Ahora me quieres vender que vas a cambiar, tu tiempo ya pasó, me cansé de esperar, te dije que sería la última oportunidad. Ya basta de engañar, ya basta de sufrir…”. ¿Fue un acto fallido o un acto militante de la Córdoba opositora que se le coló a los organizadores?

La semana próxima Alberto Fernández avanzará con el sindicalismo, que está totalmente encolumnado con el Frente de Todos. Sergio Massa comenzó a hacer campaña junto a Alberto y Axel Kicillof en la provincia; comenzaron con un acto en Necochea con el intendente massista Facundo López. Eso también le traerá rédito al Frente. Por ahora, Cristina hace campaña donde suma (este fin de semana en Santa Cruz) y no se muestra donde resta, Alberto fortalece “su” candidatura diferenciándose de Cristina, y Massa hace lo suyo “por afuera”. Todo eso está bien, deben “sumar en la diversidad”, pero la campaña debe ser “una” con segmentaciones y no tres distintas que se encuentren circunstancialmente.