Hugo Yasky: “Hoy el escenario está abierto para una nueva síntesis del movimiento obrero: una nueva CGT combativa.”
Entrevista exclusiva a Hugo Yasky, Sec. Gral de la CTA de los Trabajadores:
“Un sector de la cúpula de la CGT decidió vivir en la zona de confort que significa ser oficialista”.
“Llegamos al paro de hoy, al 30 de abril, con un espectro muy amplio de organizaciones convocando de manera unitaria, junto a la mayoría de las regionales de la CGT –unas 70 aproximadamente-. Los movimientos sociales también adhirieron. Hay una onda expansiva de los gremios que se ponen de pie frente a una conducción de la CGT cada vez más invisible, en las sombras y aislada”. Pese a su tono apacible y con el trajín de lo que significa la convocatoria a un paro nacional contra el gobierno de Mauricio Macri, el Secretario General de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, recibe a Agenda Sur. Con la credibilidad de su coherencia, y la honestidad de años de dirigente sindical, conoce quién es quién y cómo juega cada uno de los dirigentes en el complejo escenario del sindicalismo argentino: “Un sector de la cúpula decidió vivir en la zona de confort que significa ser oficialista, con un Gobierno que suele tener una actitud impiadosa con quienes considera sus enemigos: carpetazos, amenazas, encarcelamientos, intervenciones y sanciones a los sindicatos. Hay un sector de esa dirigencia de la CGT que se siente más cómoda con un Gobierno alineado detrás de los mandatos de los poderes financieros y económicos locales, que llevando el mandato de los trabajadores”.
Sencillo, sin la vestimenta ni los accesorios brillantes característicos de los burócratas sindicales: camisa, pantalón, zapatillas y un café en la sede de la CTA. Suficiente para explicar cómo ve la realidad social que llevó a la convocatoria del paro general de hoy, con una inmensa movilización a Plaza de Mayo, y en distintos puntos del país: “Hay un agravamiento de la crisis de pobreza, de exclusión y de hambre en el último mes. Cuando el Presidente anunciaba que la inflación iba a decrecer, tuvimos el cimbronazo de un país encaminado al descontrol, en los precios de los alimentos y la canasta básica. Este cuadro se agrava por la recesión: es el único país del mundo que combina altísima inflación con gran recesión; está haciendo estragos. Es un desquicio frente a quienes fugan dinero a las cuentas offshore. Por eso la consigna del paro: No se aguanta más”.
“Hay una conducción de la CGT cada vez más invisible, en las sombras y aislada”.
Para Yasky, “en la historia de la CGT siempre hubo dos grandes vertientes: una que históricamente confrontó con los grupos financieros, con la sociedad rural, el proyecto agroexportador y de especulación financiera que desplaza al productivo, el modelo neoliberal; frente a otra que tuvieron que cargar con el mote de “colaboracionistas” porque era gobiernos dictatoriales, o los “dialoguistas”. Teníamos las CGT de Saúl Ubaldini o de Jorge Triaca (padre); después otra que se expresó en un Triunvirato; volvimos a tener vertientes como el MTA, el Frente Sindical, La Corriente; es una constante histórica. Pero frente a una coyuntura en la que por primera vez enfrentamos a un Gobierno que expresa a los sectores más poderosos del bloque dominante, nudo compuesto por los sectores agroexportadores, las grandes compañías energéticas y el sector financiero, entra en crisis ese modelo de subordinación”. Aquí es donde Yasky aclara lo que expresó en el escenario de la Plaza: “Hoy el escenario está abierto para ir hacia una nueva síntesis del Movimiento Obrero con una nueva CGT combativa, con un reagrupamiento del movimiento sindical para enfrentar esta etapa tan difícil. Quizás, como saldo de este período de lucha, quede abierta esa posibilidad. Está planteada la necesidad, a partir de ahí hay que crear la posibilidad de una CGT que recupere su matriz histórica para luchar por el salario, el consumo interno, la producción nacional junto a las PyMES y los movimientos sociales, para formar parte de una alianza social en la que el movimiento obrero juegue un papel clave.”
“Los resultados electorales provinciales van preanunciando una crisis de la Alianza gobernante: las disputas internas casi a nivel público, las contradicciones entre los distintos sectores que componen la Alianza Cambiemos, inclusive dentro del propio PRO entre Macri y Vidal, las disputas dentro del Gabinete, que luego de cada elección queda más en falsa escuadra”. Sin embargo, el Sec. Gral. de la CTA no “subestima lo que tenemos enfrente, no es el gobierno de De la Rúa ni mucho menos, estamos enfrentando un núcleo de poder consistente, con apoyos exteriores que juegan abiertamente sin cuidar las formas: el FMI, el gobierno de EEUU y el propio Jair Bolsonaro en Brasil. Aún así, el pueblo argentino empieza a bajarle el pulgar a este experimento que intentaron hacer: una alquimia de votos populares para sostener una política que arrasa con sus conquistas. Tenemos la posibilidad que en las elecciones que restan de acá hasta las PASO se termine de definir esa crisis como algo irreversible”.
“Los resultados electorales provinciales van preanunciando una crisis de la Alianza gobernante.”
Para derrotar a esa alianza de poder, Yasky contrapone una alianza social de carácter nacional y popular: “En el escenario, hoy hay tres espacios con una tercera pata que no termina de carretear, pese al apoyo mediático de los grupos que lo ven como el plan B ante la caída de su candidato, al que aclamaron y se les está muriendo en las manos. Pero ese espacio no levanta vuelo, sus candidatos no llegan a los diez puntos. Va a haber dos grandes bloques, con un voto líquido en el medio, pero la propia dinámica de la crisis económica va a ir volcando adhesiones hacia una propuesta de contenido claramente opositor, y lo que es gris se va a ir decolorando cada vez más. Cristina (Fernández de Kirchner) va a jugar un rol preponderante. Quizás, en la necesidad de conformar el frente opositor con la mayor amplitud posible, en un escenario factible de PASO”.