El Campo puso su “pesada herencia” sobre la Mesa
Macri gobierna “favoreciendo la joda financiera por encima de un modelo de producción”, según reconoció Eduardo Buzzi, ex titular de la Federación Agraria Argentina.
Esta semana la Mesa de Enlace (ME), que le realizó en 2008 un lock out comercial de 129 días al Gobierno anterior, se dio cuenta que el de Mauricio Macri gobierna “favoreciendo la joda financiera por encima de un modelo de producción”, según reconoció Eduardo Buzzi, ex titular de la Federación Agraria Argentina. La FAA, junto a la Sociedad Rural (SA), la Confederación de Entidades Rurales (CRA) y Coninagro conformaron la ME que logró impedir que se sancionara la ley conocida como la “125”. “Esto es como un gran globo que se va inflando. (…) Si no cambian va a reventar y va a ser un desastre”, presagió Mario Llambías, ex presidente de CRA.
“Las economías regionales, que dependen del consumo interno, hoy están en absoluto estado de destrucción”. Ing. Agrónomo Guillermo Martini.
“A la Mesa de Enlace lo único que le importaba eran las retenciones, cuando en realidad la rentabilidad del campo está determinada por un montón de factores, como los precios internacionales, la cotización del tipo del dólar, del tipo de cambio, los costos de los insumos”, le explica a Agenda Sur el ing. Agrónomo Guillermo Martini, ex subsecretario de Agricultura Familiar. “En el caso de la soja, hoy las retenciones están en valores similares al 2015, con un precio menor y costos de producción mucho más altos, básicamente porque todos sus insumos, inclusive los nacionales (electricidad y combustible), se multiplicaron por mil.”, según el análisis de Martini. “Eso con respecto a la Pampa Húmeda y los productos exportables. Las economías regionales, que dependen del consumo interno, hoy están en absoluto estado de destrucción. En el Valle de Río Negro, el 30% de las chacras está abandonada; otro 30% desapareció vía negocios inmobiliarios, pese a que tenían obras de riego e infraestructura hechas por el Estado; y el resto son las que sobreviven. Como no hay control del Estado, nos cierran las fronteras con Brasil porque mandamos frutas con plagas. Los productores lecheros están literalmente fundidos, han desaparecido casi dos tambos por día. Y la leche en Brasil está mucho más barata que en Argentina”.
En 2006 se logró “la suspensión de todos los remates previstos”, reconocía el diario La Nación.
Luego de una década de neoliberalismo, el gobierno de Néstor Kirchner había asumido en 2003 con “un campo” que había transformado su estructura agraria con concentración y centralización de la producción. La morosidad del sector primario había alcanzado su pico en 2002 con una tasa superior al 50 por ciento de agricultores endeudados. En 1995 se había creado el Movimiento de Mujeres en Lucha: las “chacareras” que intentaban frenar los remates de los campos y maquinarias agrícolas, según lo investigado por la doctora en Ciencias Sociales, Roxana Telechea. Por aquellos años, los pedidos pasaban por la refinanciación de las deudas, la eliminación de cargas impositivas, el cese de los remates de tierras, mientras resistían su posible privatización. Durante el 2001, los productores confluían en la protesta con desocupados e industriales, y en 2002 continuaban con cortes y piquetes. Las consignas de la época eran “Tierra, trabajo, ajuste al carajo”. “Desde la década de 1990, se había producido la desaparición de una buena parte de los productores agropecuarios (principalmente pequeños y medianos) junto con la quiebra de cooperativas, comercios e industrias vinculadas”, detalla el economista Maximiliano Uller. Según la socióloga Norma Giarraca, por las políticas implementadas en 2006 se llegaron a “detener 500 remates. Cerca de 10 mil propietarios pudieron salvar sus campos, con plazos de pago, reducción de intereses, eliminación de comisiones y bonificaciones”. Se logró “la suspensión de todos los remates previstos”, reconocía el 14/3/07 el diario La Nación. La morosidad del sector agropecuario con el sistema financiero bajó del 42% en 2003, a sólo el 2% 10 años después.
“Yo siento la decepción y el disgusto, pero voy a volver a votar a Macri”, Biolcatti.
En la pérdida actual de la rentabilidad del “Campo” se explica la reaparición de la ME criticando a “su Gobierno”. “Sacaron retenciones, pusieron retenciones y con la tasa de interés en estos niveles”, según Carlos Garetto de Coninagro, no se puede producir. “A pesar de haber sido muy prudentes, -reconoce Buzzi-, porque si hubiésemos querido actuar (…) a lo mejor hoy la misma dirigencia presente estaría en mayores problemas”. “Durante su campaña hemos hecho mucho para que Macri llegara al Gobierno”, afirmó al programa Rural Noticias, como si hiciera falta, Hugo Biolcati de la SRA. Y para que no queden dudas, levantó la Mesa: “Yo siento la decepción y el disgusto, pero voy a volver a votar a Macri”.