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El blanco es Venezuela

Prosur nació con una contradicción. El nuevo bloque regional lanzado desde Chile, se autodefine como un espacio de integración regional pero su principio fundacional fue la exclusión de un país: Venezuela. El reconocimiento del líder opositor Juan Guaidó, como presidente encargado, por parte de los países que se retiraron de la Unasur, fue el impulso final para generar otra organización, más cercana a los lineamientos de la OEA.

Uno de los promotores de Prosur, el presidente de Chile Sebastián Piñera, argumentó que Caracas no cumple con ninguno de los dos requisitos para formar parte del grupo, que son: la vigencia plena de la democracia y el estado de derecho y el respeto pleno de las libertades y los derechos humanos. Por su parte, el mandatario colombiano, Iván Duque, explicó que la salida de su país de la Unasur, se debió a la complicidad que ejercía con el gobierno de Nicolás Maduro, al que calificó de “dictadura”.

Prosur: Argentina, Brasil, Perú, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Guyana.

Uruguay, Bolivia y Surinam no firmaron la declaración final.

En Santiago, 8 países suscribieron el acuerdo de constitución de Prosur: Argentina, Brasil, Perú, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Guyana. Uruguay, Bolivia y Surinam se abstuvieron de firmar la declaración final. La única nación que se retiró formalmente de la Unasur fue Colombia. En tanto, Ecuador espera la desvinculación total cuyo proceso llevará al menos 6 meses. Por otro lado, el resto de los firmantes, anunciaron su retiro de la Unasur pero aún no lo concretaron. Bolivia, Venezuela, Uruguay y Surinam continúan en el bloque. 

Lula, Chávez y Kirchner crearon la Unasur en 2008.

En toda su historia, la Unasur acompañó los procesos políticos y también reaccionó ante los intentos golpistas como el que sufrió Bolivia en 2008, cuando sectores del oriente rico se levantaron contra el mandatario aymara. Por entonces, el bloque se reunió de urgencia en Santiago y denunció el intento de desestabilización de la democracia boliviana. 

El bloque creado en 2008 por Lula, Chávez y Kirchner tuvo como objetivo político la constitución de un espacio de autonomía frente al predominio de Estados Unidos en la OEA. El organismo, actualmente, dirigido por el excanciller uruguayo Luis Almagro, pisó fuerte nuevamente, en América del Sur, aportando también a la fractura del bloque con la crisis de Venezuela como eje central.

Samper: “Unasur es un patrimonio muy valioso que no puede perder la región”.

La primera grieta de la Unasur se generó con la constitución de la Alianza del Pacífico en 2011. Más tarde, comenzaría la crisis institucional cuando en 2017 la secretaría general quedó acéfala. 

La última persona que ocupó ese cargo fue el expresidente colombiano Ernesto Samper quien recientemente hizo un llamado a los países de Sudamérica a que valoren la importancia de la Unasur, señaló: “Unasur es un patrimonio muy valioso que no puede perder la región”.

Los defensores de la Unasur afirman que el bloque fue la experiencia soberana más importante de la región, sin el tutelaje de Washington y superando la simple idea de que los acuerdos sólo tenían que ser de “libre comercio”. Con un profundo perfil neoliberal, la flamante Prosur, buscará liderar junto al Grupo de Lima y la OEA la política continental con un claro objetivo: Venezuela sin Maduro.