Balotaje en Uruguay: ¿La izquierda o la derecha “Rabanito”?
Finalmente, no hubo sorpresas en las elecciones presidenciales de Uruguay: habrá segunda vuelta el 24 de noviembre para elegir al nuevo presidente que reemplace a Luis Lacalle Pou (Partido Nacional o Blanco).
La izquierda del Frente Amplio, con Yamandú Orsi y Carolina Cosse, fue la fórmula más votada con el 43,94% de los votos, superando ampliamente al oficialismo de derecha: el Partido Nacional del candidato Álvaro Delgado con Valeria Ripoll como vice obtuvieron 26.77%; 17 puntos de ventaja. ¿Es mucho? Sí, pero no lo suficiente como para ganar en primera vuelta, donde es necesario obtener el 50% más uno de los sufragios. Tercero quedó el Partido Colorado – Andrés Ojeda Spitz y Robert Silva- con el 16.03% de los votos.
El problema es que como el Blanco y el Colorado son aliados en el Gobierno actual, se sabe que unirán fuerza en el balotaje: a ese acuerdo en Uruguay se lo define como “rabanito: colorado por fuera, blanco por dentro. ¿El próximo presidente será de izquierda o un “rabanito” de derecha?
Yamandú Orsi está confiado que el futuro le corresponderá al FA: “Es tiempo de cambio, de esperanza. Hoy ganó el pueblo uruguayo. Hoy triunfa la esperanza y ustedes están acá para demostrarlo. Nos espera un tiempo en el que acercarnos es imperioso. La unión de los orientales es imprescindible. A redoblar. Falta poco. Triunfaremos. Gracias”.
En cambio, Álvaro Delgado quiere mantener el poder en la derecha. Destacó que la coalición oficialista fue “el proyecto político más votado”, ya que él suma los apoyos de todos los partidos que son parte del Gobierno de Lacalle Pou. “Continuemos su rumbo”, afirmó.
2.766.000 uruguayos/as fueron convocados el pasado domingo 27 a las urnas, de los cuales 2.441.238 concurrieron a cumplir con su deber electoral. El voto es obligatorio, pero no es permitido que los ciudadanos que viven en el exterior voten en las embajadas. La derecha nunca lo permitió, es que la gran mayoría de los uruguayos que se fueron del país son simpatizantes del Frente Amplio. Y no son pocos, es casi otro tanto de los que viven en su propio país. Si todos ellos pudieran votar, la derecha no tendría chances. Para el 24 de noviembre se espera que muchos más uruguayos que viven en países limítrofes, sobre todo en Argentina, viajen para emitir su sufragio.
Por su parte, la derecha intentará repetir lo sucedido a fines de 2019, cuando se unieron para lograr el triunfo por una mínima diferencia del 1.3% sobre el entonces candidato del FA Daniel Martínez. Aunque aquella vez, la izquierda llegó con el 40% y ahora parte de casi cuatro puntos más, que sus simpatizantes esperan que sean decisivos en el balotaje. Si todos los partidos que son aliados de Lacalle Pou –incluidos los más chicos- sumaran sus votos, matemáticamente ganaría la derecha: 47.38% frente al 43.94%. Pero esto es política, no matemática, no es una ciencia exacta. La definición será muy ajustada…
Así se definirá el sucesor del presidente de derecha Luis Lacalle Pou, quien gobierna desde 2020, liderando con su partido Nacional, una coalición de cinco fuerzas: el Colorado (histórico partido del “Estado en el siglo XX”), Cabildo Abierto (vieja derecha militar al estilo Jair Bolsonaro en Brasil, que ahora logró el 2.45%), el pequeño Partido Independiente -consiguió 1,71%-. y otro que casi ya no existe, el “De la Gente”.
En Uruguay no hay posibilidad de reelección inmediata, por eso Lacalle Pou no puede presentarse como candidato. Su partido es uno de los tradicionales del país, el Nacional o Blanco, que es más liberal en lo económico y su raíz histórica fue combatir al Colorado. El hoy aliado es el Colorado, que en sus orígenes fue socialdemócrata y durante el siglo XX “fundó el Estado en Uruguay”. Ambos fueron rivales durante décadas, pero en el siglo XXI lo que los une es su “anti frenteamplismo” (son los “rabanitos” de derecha).
El FA se fundó en 1971 reuniendo en sus filas distintos partidos: del centro izquierda socialdemócrata y la democracia cristiana, a la izquierda del ex Movimiento guerrillero Tupamaros y la izquierda marxista. Pero han logrado tener una identidad común: son “freteamplistas”. Desde 1999 es la primera fuerza política del país cada vez que hay una elección nacional y llegó a gobernar durante 15 años consecutivos, con Tabaré Vázquez (2005-2010 y 2015-2020) y José Mujica (2010-2015) como presidentes. En 1999 y 2019 ganó la primera vuelta, pero no pudo evitar el balotaje, que perdió. Esta vez volvió a ser la primera minoría del país, le falta poco para ser la mitad: ¿podrá?
Junto con las elecciones nacionales, hubo dos consultas populares, en las que el voto no fue obligatorio y ninguna de las dos alcanzó el 50% para ser aprobada, sólo llegaron al 40% y entonces quedan rechazadas. Una proponía la reforma de la Constitución para permitir allanamientos nocturnos, impulsada por el oficialismo Blanco; y la otra pretendía realizar varias reformas al sistema de seguridad social, y llevar la edad jubilatoria a los 60 años, más ligada al FA.