La Mesa Agroalimentaria Argentina se manifestó en Plaza de Mayo. Denunció una emergencia productiva por la sequía. Campesinos, campesinas, pequeños y medianos productores expusieron sus preocupaciones por la falta de acción del Estado.

Por Pablo Tomba

Alertaron además que de seguir así van a desaparecer y los alimentos de gran parte de la población correrá la misma suerte. Esto se debe a las grandes pérdidas de cultivos y la mortandad de animales a causa de la sequía.

Referentes de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), señalaron el accionar desigual del Gobierno Nacional frente a un mismo problema. 

Nahel Levaggi hizo referencia a la diferencia entre las medidas dispuestas por el Ministerio de Economía para amortiguar los daños de la sequía orientadas a los productores que exportan granos, y el nulo apoyo a los productores de subsistencia frente al mismo fenómeno.

Desde la Mesa Agroalimentaria Argentina (MAA) alzaron el reclamo por la falta de respuestas por parte del Gobierno. La situación de merma en la producción de pequeños y medianos productores repercute en que haya “menos alimentos para el pueblo”, explicó Victoria Escobar.

Diego Montón, referente del Movimiento Nacional Campesino Indígena “Somos Tierra”, destacó que a contramano de las necesidades del pueblo, el gobierno se puso a disposición de los grandes especuladores. 

A merced de las empresas del agronegocio que envenena y deforesta, estos sectores fueron beneficiados con rapidez desde el Gobierno Nacional. A su vez, manifestó su indignación por los cinco proyectos de ley presentados por la Mesa Agroalimentaria Argentina, “que podrían dar solución a nuestras problemáticas, continúan cajoneados en el Congreso”. 

Estos proyectos cajoneados tienen que ver con las leyes de Arrendamientos Rurales, Acceso a la Tierra, Financiamiento Cooperativo y de la Transición Agroecológica, Protección y Fortalecimiento de las Áreas Campesinas y la Ley de Segmentación de las Políticas Impositivas Agrarias, proyectos presentados por la MAA ante el Congreso Nacional.

En tanto, Omar Príncipe, referente de Bases Federadas, definió la situación como “desoladora”. “Pese a los grandes esfuerzos, corremos el riesgo de desaparecer, abandonando la actividad agropecuaria y el territorio por la falta de herramientas para seguir apostando a la producción. Cada día que pasa, la crisis se profundiza. Aquí no podemos esperar que los funcionarios entiendan las alertas”, exclamó.

Desde la MAA expresan que las deforestaciones y el uso de agrotóxicos originan un cambio climático que deviene en esta sequía histórica, por lo que a los pequeños productores “les genera un destrozo en la producción”.

“Una sequía extraordinaria que es fruto, en realidad, de un modelo agropecuario que genera las condiciones”, dijo Levaggi.

“Además de la asistencia de 60 mil millones que se les da a los grandes exportadores, es necesario que el sector de los pequeños y medianos productores reciban ayuda. Las vacas se están muriendo, los campos se están secando, hay familias que se están quedando sin trabajo, desprotegidas”, detalló, y concluyó: “Si no se atiende al sector que produce realmente los alimentos que come el pueblo argentino, la escasez de alimentos impacta en el bolsillo, impacta en la inflación, necesitamos políticas activas”, concluyó.

En este sentido, la coordinadora nacional de la UTT, Victoria Escobar, manifestó que “a pesar de haber participado en numerosas instancias de diálogo, en las cuales el gobierno nacional asumió el compromiso de dar respuestas a nuestros reclamos, en los hechos no hubo ninguna propuesta ni acción concreta para contener a quienes producimos el alimento en nuestro país”.

El Gobierno Nacional anunció que dispondrá, en los próximos días, una serie de medidas excepcionales para aliviar el impacto sobre productores agropecuarios exportadores de “la sequía más grave de la historia argentina” que incluirá la suspensión de intimaciones y beneficios fiscales para la venta forzosa de vientres, además de la eliminación de trámites para agilizar el acceso a los beneficios.

Según un relevamiento realizado por la Unión de Trabajadores de la Tierra en 2020 “en Argentina, sólo el 13% de la tierra está en manos de pequeños productores que producen más del 60% de alimentos que circulan en el mercado interno, mientras que el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada en nuestro país”.