Panorama Político política

Afuera del mundial

Alberto Fernández no gobierna; el FDT, menos. El fallo de la Corte que beneficia a CABA y a Larreta. La reaparición de Cristina. Argentina campeón, el FDT eliminado. ¿El país también se queda afuera?

Si gobernar es conducir los destinos y recursos de un Estado para transformar la realidad en beneficio de las mayorías populares, Alberto Fernández no gobierna. El Frente de Todos, como alianza política con diversos sectores internos que debieran logran una síntesis política en la gestión, menos aún. Gobiernan los grandes grupos económicos, el Poder Judicial –no “la justicia”- y la oposición política que perdió las elecciones. Esto es, quienes no fueron votados por el electorado. En síntesis, la democracia plena no existe. El Gobierno y el Frente de Todos no son sólo víctimas, sino también responsables.
Como una analogía mundialista, políticamente el FDT “juega mal”. Se clasificó ganándole a Mauricio Macri las eliminatorias en 2019, pero a partir de allí esa sumatoria de individualidades jamás conformó un “equipo” de Gobierno. Es más, muchos de sus referentes están peleados, siempre lo estuvieron. En el fútbol hay códigos, diría Alfio Basile; las cosas se resuelven en el vestuario, encerrados entre cuatro paredes, no con la prensa a cuatro vientos. Eso hizo el FDT en estos tres años. Ahora está casi eliminado del Mundial, casi afuera de la final del 2023 cuando todavía no llegó a semifinales, esto es, el balotaje.

Argentina campeona del mundo

Los festejos por el tricampeonato mundial que maravillaron a todo el mundo, excepto a los cipayos de los comunicadores locales: “lo que pasa en otros países siempre es mejor, acá son todos negros que rompen todo”, piensan y dicen… Cinco millones de personas en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, en el AMBA no pasó nada. Cien miles en las ciudades de todo el país, cientos en los pueblos, decenas en los barrios. Alegría como hace mucho, o nunca se había visto. No hubo policías, quizás precisamente haya sido una de las causas de la paz. No hubo muertos ni heridos graves. Por muchísimo menos, en varias partes del mundo lamentan tragedias. Acá lo más grave fue el Obelisco con grafitis.


Muchos decían que un triunfo de la Selección podía ayudar al Gobierno, el Presidente también. Sin embargo, no pudo siquiera lograr que el plantel salude desde la Rosada. Más crítico que Raúl Alfonsín con un entrenador y un plantel como en 1986 con Carlos Bilardo y su equipo, difícil. Ese mundial se celebró en la Plaza de Mayo. No pudo conducir el velorio de Diego Maradona, lo hizo Claudia Villafañe y casi termina en tragedia. Tampoco pudo hacerlo con esta fiesta popular, que se la manejaron Claudio “Chiqui” Tapia y los jugadores. Los campeones estuvieron muy cercanos a la gente. El Gobierno estuvo lejos de los jugadores. En conclusión, el Gobierno está lejos de la gente.    Los campeones no llegaron al Obelisco porque “desbordaron la organización”, se dijo. Hubiese sido imposible manejar esa cantidad de gente, es cierto, pero la realidad es que no hubo organización que fuera necesario desbordar.
En su momento, Alberto Fernández quiso correr a Tapia de la conducción de la AFA, no pudo. No se le ocurrió, siquiera, que un funcionario de primera línea estuviese al lado del equipo durante todo el mundial. A los jugadores de cualquier plantel de fútbol les gusta que los dirigentes le resuelvan sus necesidades, estén cerca, sin ingresar al vestuario. Quisieron hacer precisamente al revés. Entonces después fue tarde… Tampoco “gobernó” los festejos.

Para la Corte, las y los porteños son de primera, provicianas/os de segunda, bonaerenses de tercera.

El VAR es de los enemigos. La Corte Suprema son los jueces de los todos los partidos; “Hay una patente de corso e impunidad para todo aquel que no sea Peronista”. Cristina Fernández volvió a decirlo esta semana. Necesitamos “un árbitro que “no te bombee”, un árbitro en serio para que todos seamos iguales ante la ley”. Ya es tarde porque no se hizo al inicio del Gobierno. Ahí también todo el FDT es responsable; porque la reforma del Poder Judicial no se acordó antes entre sus fuerzas; porque no se hizo explícita ante la sociedad; porque no se hizo “política” en ese sentido. Declamar en estos momentos de debilidad un juicio político a los integrantes de la Corte, o su ampliación, son sólo palabras que están lejísimo de la realidad. Ahora ellos gobiernan, para ellos… Ahí está la “cautelar” de la Corte Suprema que llena de plata a su candidato, Horacio Rodríguez Larreta, y vacía a las provincias de todo el país, especialmente a la de Buenos Aires de Axel Kicillof. Para la Corte, las y los porteños son de primera, provicianas/os de segunda, bonaerenses de tercera. Alberto Fernández no gobierna; el FDT, menos. “¿Lo hará su amigo Horacio?

Roja a Cristina

Cristina Fernández aseguró que de su Gobierno saldrá proscripta y no podrá ser candidata en 2023: “Acá no hay renunciamiento ni autoexclusión, hay proscripción”.  Otros dicen que dejó una puerta abierta “para jugar”. Otros más que sí lo será. Lo cierto es que, como la proscripción no está consumada con sentencia firme, podría serlo, lo que no significa que lo será. A nivel nacional, su mala imagen construida mediáticamente supera a su fuerte núcleo duro. Sí podría tener mejores resultados electorales en la provincia de Buenos Aires, donde de hecho hace todos sus actos. Pero lo cierto es ni siquiera su propio espacio construye políticamente. Ella misma debió decirle varias veces que dejen de escribir tweets: “hay que salir a hablar y explicar, tomar contacto con el barrio”. ¿Es necesario que la líder le diga eso a los dirigentes? Pareciera ser que sí. Alcanza para que hagan política en serio en las calles, parece que no. Como dijo Cristina, “la proscripción es un acto de disciplinamiento hacia el conjunto de la dirigencia política”. Y no le toca solamente a los funcionarios más cercanos al Presidente.
“Movilicemos a toda la Argentina con una consigna: Argentina y democracia, sin mafias”, pidió la Vicepresidenta para el 24 de marzo próximo. Faltan más tres meses, pasaron tres años. ¿No hubiese sido un gran hecho político movilizar hoy, ahora, en todas las provincias contra los juzgados federales de todo el país a partir del perjuicio económico que sufre la Nación para el beneficio de CABA? ¿No se perdió otra oportunidad de hacer política con los gobernadores?  El Presidente dictaminó el pago a la Ciudad en bonos. Hubiera sido una buena salida si se utilizara para no pasarle un peso en efectivo a Larreta y al mismo tiempo se hubiera presentado una consigna: “Juntos por el Cambio es un partido unitario, el Gobierno es federal”. Lo hubiera sido si no habría dejado a los 14 gobernadores en offside, un día después de que ellos habían firmado que el fallo de la Corte era de cumplimiento imposible.  

¿No hubiese un gran hecho político movilizar hoy, ahora, en todas las provincias contra los juzgados federales de todo el país?

Así, Alberto Fernández no gobierna; el FDT, tampoco. Y menos aún lo harán a partir de 2023. La eliminación está cada día más cerca. La FIFA es una mafia; la Corte, Clarín y Cambiemos, también. Sin embargo, “en equipo”, Argentina pudo salir campeón, aún con dos penales en contra en la final. Se trata de patear todos y todas para el mismo lado, se trata de “jugar políticamente”, se trata de no dársela a los de amarillo. Si el año que viene el campeón fuese el Poder Económico, la mayoría de la sociedad será la que quede eliminada, afuera del sistema. “Hay que despabilarse, argentinos y argentinas”, pidió la DT. Pero los jugadores del FDT tampoco están muy despiertos que digamos.

Ver más

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *