Economía

La “nueva” conducción de la UIA

Por Marina Dossi y Marcelo Panero (Doctora en ciencias sociales, Investigadora en Conicet, Docente en Idaes-Unsam)

En estas semanas se eligieron nuevas conducciones en las dos entidades empresarias más antiguas del país, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA). En sendas notas, reflexionaremos sobre las mismas.

Unión Industrial Argentina. Nuevas autoridades: disputas y consensos

Tras varios meses de intensas negociaciones y desavenencias internas, asumieron las nuevas autoridades de la Unión Industrial Argentina (UIA), entidad que aloja múltiples sectores industriales, empresas y entidades representativas, con diversos intereses y necesidades. Habitualmente, los miembros de sus agrupamientos internos (Industriales y Celeste y Blanca), conforman el comité ejecutivo mediante acuerdos internos de distribución de cargos y van a elecciones con una lista de unidad. En 2003, fue la última vez que se enfrentaron dos listas en elecciones, donde resultó electo Álvarez Gaiani como presidente, dirigente de la Coordinadora de las Industrias Alimenticias (COPAL) y perteneciente a la lista Celeste y Blanca.

Daniel Funes de Rioja: su elección da cuenta de los intereses de los sectores y empresas que impulsaron su candidatura (Techint, Arcor, Ledesma, FIAT, COPAL) y de un posicionamiento frente al Gobierno.

Este año, nuevamente un presidente de la COPAL y representante de las grandes alimenticias, Daniel Funes De Rioja, arriba a la presidencia de la UIA. Este abogado laboralista y dirigente gremial empresario de larga data, perteneciente a la lista Celeste y Blanca, no posee empresas ni anclaje en ninguna actividad productiva, requisito que por Estatuto se establece para que un dirigente sea presidente de la UIA. Su elección da cuenta, por un lado, de los intereses de los sectores y empresas que impulsaron su candidatura (Techint, Arcor, Ledesma, FIAT, COPAL) y, por otro, un señalamiento y posicionamiento frente al Gobierno, en línea con la opositora Asociación Empresaria Argentina (AEA), a la cual pertenecen también dichas empresas. El apoyo al nuevo presidente del grupo Techint, con un peso decisivo en las estructuras de la UIA, es indisociable de su transnacionalización e intereses materiales, como también de una posición ideológica en torno al rol de Estado, la economía de mercado y el rol de la clase trabajadora.

Daniel Funes de Rioja, nuevo presidente de la UIA

Funes De Rioja será acompañado como secretario por Miguel Ángel Rodríguez, dueño de Sinteplast y representante del segmento de las pequeñas y medianas industrias. En los principales cargos del comité ejecutivo se destaca la presencia de ejecutivos de grandes empresas con fuerte peso de las alimenticias e integrantes de AEA: Luis Betnaza y David Uriburu (Techint-AEA); Adrián Kaufman Brea (Arcor-AEA-COPAL); Eduardo Nougues (Ledesma-AEA-COPAL). Igualmente, los sectores pyme y las economías regionales accedieron al mismo y su presencia habilita espacios de representación y decisión que implicarán desafíos para la dirigencia. En términos internos, para generar consensos y evitar fracturas, y en sus vínculos con el Gobierno y en las demandas efectuadas, imponiendo matices que ponen en disputa distintos modelos industriales. La composición del nuevo comité ejecutivo muestra que prevaleció la permanencia en los puestos directivos de dirigentes con trayectoria y conocimiento de la organización, estrategia que privilegia la UIA cuando pretende generar consensos y evitar fracturas que redunden en un debilitamiento de la corporación en el plano político-institucional.

¿Nuevos vínculos con el Gobierno?

El perfil que Miguel Acevedo (2017-2021) imprimió a su gestión fue de un tinte negociador y abierto al diálogo, aunque expuso críticas y reclamos a los distintos gobiernos de considerarlo necesario. El último año de la gestión de Cambiemos fue cuestionado desde la corporación fabril, dados los serios problemas que atravesaban los distintos sectores industriales. En esta línea, varios dirigentes de la entidad se manifestaron favorables y “expectantes” frente a la llegada del Frente de Todos al Gobierno, que suponía una gestión más afín con el sector industrial y sus necesidades.
Sin embargo, el escenario se modificó radicalmente por la pandemia por COVID-19, que obligó al Gobierno a tomar medidas de emergencia para evitar el colapso del sistema de salud. Aquellas decisiones que procuraron proteger a los trabajadores (doble indemnización, imposibilidad de realizar despidos y la obligación de pagar los sueldos pese al cese de la actividad), fueron duramente cuestionadas por el empresariado, alegando que las medidas gubernamentales de apoyo para el sector empresario como el REPRO y el ATP eran insuficientes. Además, el fuerte crecimiento de la inflación llevó a numerosos enfrentamientos entre el Gobierno y el sector empresario por la puja y responsabilidades en dichos aumentos, siendo el sector agroindustrial y agroalimentario uno de los más señalados como el responsable.

La llegada de Funes De Rioja hace suponer un endurecimiento en los posicionamientos de la entidad.


El flamante presidente pretende mostrar una actitud conciliadora y de no confrontación directa al Gobierno, en lo que puede leerse como un intento de no tensar aún más la relación y de mantener hacia adentro de la UIA una relativa armonía con aquellos sectores que no están conformes con su asunción y con la manera en la cual quedó conformado el comité ejecutivo. Sin embargo, la llegada de Funes De Rioja hace suponer un endurecimiento en los posicionamientos de la entidad. En un momento en el que la inflación acecha y el Gobierno mantiene fuertes cruces con el sector agropecuario y agroalimentario, la llegada de un dirigente representante de estos sectores no parece alentar armonía. Asimismo, esto implica un fuerte desafío hacia el interior de la UIA, ya que aquellos dirigentes de la lista Industriales, representantes de las pymes, de las economías regionales y de los sectores más sensibles como el textil, metalúrgico, calzado y marroquinería, entre otros, podrían quedar excluidos de los reclamos llevados adelante por la nueva dirigencia, si ésta endureciera sus posiciones.

Marina Dossi (Doctora en ciencias sociales, Investigadora en Conicet, Docente en Idaes-Unsam).
Marcelo Panero (Doctor en ciencia política. Docente e Investigador Universidad Nacional de General Sarmiento).

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