Internacionales

Finlandia, las mujeres al poder

Por Alejandra Peña

Con altos índices de popularidad por su gestión de la pandemia, Sanna Marin, la Primera Ministra más joven del mundo, encabeza un gobierno femenino de coalición con un programa enfocado en las políticas de género y el medio ambiente. 

Finlandia,  el país más feliz del mundo por tercer año consecutivo según el relevamiento anual de la ONU, es gobernado desde diciembre de 2019 por una coalición liderada por la socialdemócrata Sanna Marin, acompañada por otras cuatro mujeres jefas de sus partidos, tres de ellas,  al igual que Marin, treintañeras o “millenials”. 

Pionero en el mundo en aprobar a comienzos del siglo XX el voto femenino, el país nórdico acumula  en su historia una Presidenta y tres Primeras Ministras. La actual premier sucedió en el cargo a Antti Rine, su antiguo jefe, obligado a renunciar apenas seis meses después de ser electo tras un escándalo relacionado con una huelga de los trabajadores del Correo.


Durante la pandemia declarada por la OMS apenas tres meses después de asumir el mandato, Marin logró controlar el brote de Coronavirus en forma temprana, alcanzando niveles de aprobación cercanos al 85%. Con una población de cinco millones 500 mil habitantes, Finlandia acumula hasta hoy 25 mil casos y 400 muertes por Covid-19, registrando una de las tasas más bajas de contagios y mortalidad por cantidad de habitantes en el mundo, incluso en la segunda oleada. 

La amplia red de beneficios sociales que el Estado sostiene desde los años ‘70 se financia con uno de los sistemas con más carga tributaria del mundo.


Con un gabinete integrado por 12 ministras y siete ministros,  la Premier  impulsa desde el comienzo de su gestión un abanico de medidas sociales destinadas a los sectores más desfavorecidos. Una de sus primeras resoluciones avaladas por el Parlamento, – también con mayoría de mujeres- , es el Programa de Igualdad, que incluye políticas para alentar a los padres a compartir las responsabilidades del cuidado de los chicos, combatir la violencia doméstica y reducir la brecha salarial. La república finlandesa goza de paridad salarial de género en un 83,2% de su economía, un porcentaje que lo coloca en el tercer lugar a nivel global según el índice del Foro Económico Mundial,  por detrás de Islandia y Noruega.


La amplia red de beneficios sociales que el Estado sostiene desde los años ‘70,  a pesar de que el país vive bajo constante amenaza de recesión, se financia con uno de los sistemas con más carga tributaria del mundo. La coalición también planea reformar la Ley Trans, una asignatura pendiente fuertemente resistida desde hace años por sectores ultraconservadores. La normativa vigente aún requiere que quienes buscan el reconocimiento legal de género sean sometidos a interminables exámenes de salud mental y, a menos que sean infértiles, a una esterilización forzada. 


Otra prioridad clave en la gestión de Marín es la lucha contra el cambio climático, comprometiéndose a recortar el 50% de los gases de efecto invernadero en 2030, a través de iniciativas de transporte público limpio, subsidios a combustibles ecológicos y el impulso a nuevas tecnologías respetuosas del medio ambiente. No todo es un jardín de rosas para el gobierno feminista. Durante las protestas globales del “Black Lives Matter”, finlandeses de ascendencia africana denunciaron que el Plan de Igualdad impulsado por el Gobierno no reconoce que quienes más padecen la desigualdad son las personas de color. Según estadísticas del Consejo de Europa, Finlandia registra la tasa más alta de denuncias de acoso racial en el Continente.

Finlandia es el país “más feliz del mundo”

“Para mí, todas las personas siempre han sido iguales; no es una cuestión de opinión, la igualdad es el sustrato de todo”, señala Marin.


Hija de madre soltera, Sanna nunca renegó de su conflictivo entorno familiar signado por el alcoholismo, ni de las dificultades que debió atravesar para alcanzar una educación universitaria. Tampoco del “estigma” que sufrió de pequeña por formar parte de una familia gay ya que su madre formó pareja con otra mujer, relación que la premier finlandesa denomina hogar “arco iris”. “Para mí, todas las personas siempre han sido iguales; no es una cuestión de opinión, la igualdad es el sustrato de todo”, señala Marin en su blog. Además, insiste en que la inversión sostenida en educación, área en la que el país nórdico también es modelo, es la solución para derribar las barreras que contribuyen a la desigualdad social y de género, ayudando a desarmar los estereotipos que aún persisten en amplios sectores de la sociedad finlandesa.

Ver más:

https://www.dw.com/es/finlandia-el-pa%C3%ADs-m%C3%A1s-feliz-del-mundo-seg%C3%BAn-la-onu/a-47997856#:~:text=Finlandia%20es%2C%20por%20segundo%20a%C3%B1o,guerra%2C%20ocupa%20el%20%C3%BAltimo%20lugar.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *