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Brasil: nuevo escenario político

Las elecciones municipales dejaron un mapa político fragmentado. La centroderecha avanza y en la izquierda surgen nuevos liderazgos.

Para el bolsonarismo no fue una buena partida. El presidente respaldó a seis candidatos a alcaldes, de los cuales solamente dos pasaron a segunda vuelta. El Partido de los Trabajadores parece levantar cabeza, pero con el desafío de generar acuerdos más amplios ante el crecimiento de otras figuras de la izquierda que minan la hegemonía de la fuerza liderada por Luiz Inácio Lula Da Silva.
La polarización tiende a disolverse,y ganan terreno fuerzas de centroderecha como Demócratas, que logró triunfos en Salvador de Bahía, Curitiba y Florianópolis. En estos partidos aglutinados en el llamado “gran centro”, también hay elementos bolsonaristas y del ala militar.
La gran derrota de Bolsonaro se produjo en San Pablo, el Estado más populoso de Brasil definitorio de las contiendas presidenciales. Su candidato Celso Russomanno sufrió un duro revés.
Guilherme Boulos fue la gran sorpresa de la izquierda en el gigante industrial. El candidato del Partido Socialismo y Libertad disputará la alcaldía en segunda vuelta con el ganador y actual intendente Bruno Covas, el candidato del mandatario paulista, Joao Doria. Ante el fracaso de su postulante Jilmar Tatto, el ex presidente Lula Da Silva salió a respaldar abiertamente a Boulos y pidió el voto de todos los progresistas. 

La carrera presidencial

Estas elecciones van perfilando el inicio de la campaña 2022. Doria, uno de los principales rivales políticos de Bolsonaro, aseguró que están dadas las condiciones para formar un “Frente Amplio” contra el bolsonarismo.
Para el “petismo”, se avecina un escenario de consensos con otras fuerzas de izquierda representadas por figuras como Boulos y la ex candidata a vice del PT, Manuela D’Ávila, quien irá a segunda vuelta por la alcaldía de Porto Alegre por el Partido Comunista de Brasil. También había existido la posibilidad de una alianza entre Lula y el excandidato a la presidencia Ciro Gomes del partido Demócrata Laborista, pero el intento fracasó. Gomes anunció que irá sólo en 2022.
El exministro de justicia de Bolsonaro, Sergio Moro, asoma también como un nuevo líder de la derecha. Mantuvo conversaciones con Luciano Huck, un popular presentador de la cadena Globo quien había evaluado en 2018 presentarse a las elecciones, pero luego desistió.  
Según una encuesta de PoderData publicada hace una semana, el 45 por ciento de los brasileños aprueban la gestión de Bolsonaro, lo que representa una caída en relación al sondeo realizado a principios de octubre. A mitad de año, superaba el 50 por ciento.
Para los analistas, se aproximan tiempos de arduas negociaciones. Bolsonaro, sin partido, buscará aliados dentro de la derecha, espacio en el que con más claridad se proyecta Doria. Por otra parte, el PT de Lula intentará negociar con la izquierda para consolidarse como una alternativa de poder.
El nuevo contexto político también tendrá que lidiar con la situación económica y social que está dejando el Coronavirus, siendo Brasil el país de América Latina más afectado por la pandemia.