Un nuevo fantasma recorre Europa: la rebelión de las canas
Gabriel Katz
“Nos discriminan por edad”; “nos tratan como niña/os”; “nos quitan libertad”.
A partir del Coronavirus, varios gobiernos en Europa se enfrentan a una inesperada revuelta de las personas mayores. El 4 de mayo, España comenzó con el desconfinamiento paulatino de sus actividades. El Gobierno jugó sus cartas con los horarios especiales. La/os mayores de 70 años pueden pasear de 10 a 12 de la mañana, y de 19 a 20 hs. Las personas dependientes podrán salir con su cuidador una vez al día. Además, abrieron pequeños comercios y las aclamadas peluquerías, con horario especial para la/os mayores de 65 .
Asociaciones y agrupaciones que reúnen a las y los mayores del país, expresaron su cautela ante las medidas, y llamaron a sus integrantes a mantenerse en “alerta para desterrar de España la discriminación por edad”.
Macron debió retroceder, pese al consejo de varios de la/os científica/os que lo acompañan, y que desaconsejan liberar del confinamiento a la/os mayores de 65 años.
En Rumania, las autoridades sólo permitieron a la/os mayores de 65 años salir de sus casas de 11 a 13 horas. La Confederación de Jubiladas y Jubilados rumanos expresó su indignación ante lo que considera una medida discriminatoria.
En Gran Bretaña, el Gobierno endureció su posición, y calificó a todos los mayores de 70 años, cualquiera que sea su salud, como “clínicamente vulnerables”. Saliendo al cruce del Gobierno, la Asociación Médica Británica asegura que un prolongado “confinamiento de canas” es una discriminación por edad, y que probablemente reduzca la salud de lo que les queda por vivir, independientemente del Coronavirus. El propio padre del Primer Ministro, Stanley Johnson, quien cumple 80 años en agosto, expresó su confianza en que su hijo levante pronto las restricciones a los ancianos
En Francia, después de las críticas y presiones de grupos de mayores de todo el país, el presidente Emmanuel Macron aseguró que su gobierno tratará de no emitir reglas separadas al aliviar las restricciones. Macron debió retroceder pese al consejo de varios de la/os científica/os que lo acompañan, y que desaconsejan liberar del confinamiento a la/os mayores de 65 años.
El debate por el desconfinamiento paulatino en los países europeos desnuda prejuicios, falsas creencias, y está genera tensiones generacionales en Europa. Lo que empezó en marzo y abril, como un llamado a la solidaridad intergeneracional, mutó en acusaciones, fricciones y llamados a la desobediencia cívica. Los gobiernos europeos se debaten entre los consejos de los especialistas en salud, sus temores y cálculos políticos. En el camino, y más allá de los intentos por cuidarlos que en muchos casos devienen en fragilizarlos, se encontraron con una población que crece en número y poder y lucha por sus derechos: son las personas con más experiencia de toda la sociedad. Un nuevo fantasma recorre Europa. La rebelión de las canas llegó para quedarse. ¡Salud!