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¿Nueva era en Guatemala?

En Guatemala transcurren tiempos de transición. El 14 de enero de 2020 asumirá la presidencia Alejandro Giammattei. El reciente ganador del balotaje por el conservador partido “Vamos”, deberá afrontar varios retos a partir del próximo año: entre ellos, el alto índice de pobreza, casi el 60 por ciento de la población. Pero además, Giammattei tendrá que revisar un acuerdo firmado en julio con EE.UU. que convierte a la nación centroamericana en el “tercer país seguro” para solicitantes de asilo. El interrogante es si Guatemala tendrá la capacidad suficiente para sostener una crisis migratoria nutrida también por los propios guatemaltecos que abandonan su país por falta de oportunidades. Para evitar el éxodo masivo, el mandatario electo tiene en mente la construcción de una zona económica especial en la frontera con México. 

El presidente saliente, Jimmy Morales, dejará el cargo con una de las peores imágenes de un gobernante en Guatemala. Ocho de cada diez personas tienen una valoración negativa de su gestión, de acuerdo a la Encuesta Libre de la consultora ProDatos. Morales es uno de los mandatarios peor calificados. Sólo el expresidente Otto Pérez Molina recibió un rechazo superior en agosto de 2015, a días de que dejara el cargo y en medio de acusaciones de corrupción por las cuales aún sigue preso. 

Giammattei también tiene su historia carcelaria. Fue señalado como uno de los responsables de la ejecución de 7 reclusos durante la denominada “Operación Pavo Real”, cuando por entonces estaba a cargo del Servicio Penitenciario. El mandatario electo seguirá con la tradición “poco feliz” de presidentes guatemaltecos que pasaron por la cárcel. Tres de sus últimos cinco presidentes estuvieron tras las rejas.

Una de las decisiones más cuestionadas por la sociedad guatemalteca es la reciente expulsión de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, una entidad patrocinada por la ONU, que acompañó al Ministerio Público en muchas de las investigaciones sobre corrupción, entre ellas, la causa que llevó a la cárcel a Otto Molina. La comisión culmina su misión el próximo 3 de septiembre. La oposición denunció un “pacto de corrupción” entre Morales y Giammattei. El presidente saliente desistió de ampliar la continuidad de esta entidad hasta 2021, luego de que solicitara investigarlo por el presunto financiamiento ilegal de su campaña. También estuvieron en la mira de la justicia su hijo y hermano, acusados de emitir facturas falsas, finalmente un tribunal los absolvió. 

Pobreza y crisis migratoria serán dos de los asuntos que deberá atender el mandatario electo en los comienzos de su gestión. Si Giammattei decide dar marcha atrás con el acuerdo migratorio es probable que las relaciones con su principal socio comercial se compliquen, Washington ya lanzó la advertencia.