Actualidad

Emilio Pérsico: “Dios no permita otros cuatro años de este Gobierno”

Entrevista al Secretario General del Movimiento Evita

“La situación actual es muy, muy difícil, de mucha desesperación. Se ve mucha miseria en los barrios. Cuando asumió este Gobierno (en el Movimiento Evita) no teníamos comedores, y ahora tenemos 1700 legalizados en el país, y otros informales,” para atender las necesidades básicas de los sectores más humildes de la población. El Secretario General del Evita, Emilio Pérsico, es uno de los dirigentes sociales más importantes del país y está en contacto diario con las barriadas populares. “Primero desaparecieron las changas, por el sólo hecho de que asumía un Gobierno que se sabía que venía a ajustar, y los sectores medios empezaron a ajustarse. Después se sumó la inflación, que se comía los pocos recursos de los compañeros. Una inflación donde la leche aumentó más que el champagne y que, además, bajó más su consumo. Luego empezaron a cerrar industrias y negocios, apareciendo de nuevo el flagelo de la desocupación.”

“El acuerdo con el FMI lleva a un proceso de “estructuralización” de la pobreza”.


En la sede “del Evita” en el barrio de San Telmo, Pérsico se muestra relajado y recibe a Agenda Sur para hacer una categorización de Mauricio Macri: “Es un Gobierno de transferencia, que vino a empobrecer a los sectores populares y llevarse el dinero a otro lugar. Fue una transferencia de recursos de los sectores más humildes a los más altos de la sociedad”. Actualmente, el acuerdo de endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, dos veces incumplido, “fija” la relación de dependencia del país y sus habitantes: “Lleva a un proceso de “estructuralización” de la pobreza, porque el Estado se retira, la educación y la salud se deterioran, y quienes más necesitan el Estado, los más humildes, no van a tener salud ni educación. La pobreza se transforma en algo estructural, de donde es más difícil salir”. Esta semana se conoció que el índice de pobreza subió al 32% de la población, sumándose 2,9 millones de pobres. Además, la indigencia llegó al 6,7 por ciento, 1,9 puntos por encima de igual período del año pasado. Con uno de cada tres argentinas/os bajo la línea de pobreza, por el modelo económico, la inflación disparada y la desocupación creciente, la tendencia es que estos índices continúen en aumento.

“Cuando asumió este Gobierno (en el Movimiento Evita) no teníamos comedores, y ahora tenemos 1700 legalizados, y otros informales”.

 “Así encontramos a un trabajador calificado de YPF buscando changas por el barrio, o profesionales manejando un taxi o compañeros manejando un Uber o una bicicleta”, explica uno de los fundadores de la poderosa Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que nuclea a cartoneros, artesanos y oficios precarizados. “Los trabajadores se endeudaron, primero (con la tarjeta) Argenta y después con el financista del barrio, que cobra tasas siderales. Empezaron a vender lo que tenían, como la campera de invierno, para cambiarla por leche en la plaza del pueblo, pensando: “el invierno que viene veré cómo compro otra”; y hoy no pueden”.

“El conflicto social va a continuar y la vida de la gente creo que va a ser tremenda”.

Para los próximos meses, de acá a las elecciones, “el conflicto social va a continuar y la vida de la gente creo que va a ser tremenda, porque la única política que tienen (estos funcionarios) para sostener la gobernabilidad, es el endeudamiento; están hipotecando el futuro, pagando intereses que son usurarios. Van a llegar gateando (al final de su mandato), pero van a llegar. Queremos que se vayan aplastados por el voto popular, no por la crisis, porque aprendimos que la crisis la pagan los sectores populares, y ellos se llevan la plata a otro lado; ya la tienen” afuera.

Al interior del bloque de poder, que es parte constitutiva del Gobierno, Pérsico divisa quiebres: “La plata que le falta a la industria, inclusive la de los grupos económicos que son casi monopólicos, como Arcor, está en los bancos.  Esta crisis todavía no ha tocado fondo, va a ser peor. La vieja Mesa de Enlace (de las organizaciones vinculadas “al Campo) le pegó un cachetazo a Macri, con cosas más duras que las que digo acá, porque lo consideran un traidor. Para nosotros siempre fue esto”.


Con uno de cada tres argentinas/os bajo la línea de pobreza, por el modelo económico, la inflación disparada y la desocupación creciente, la tendencia es que estos índices continúen en aumento.

La resistencia de los movimientos sociales “estuvo a la altura: si Macri no pudo ajustar todo lo que quiso, si hoy mantenemos el 70% de gasto social, es porque hubo mucha resistencia”. En el sector sindical “hubo de todo. Todavía Argentina es uno de los pocos países del mundo en donde la clase obrera tiene una herramienta tan poderosa como el paro general, y hubo dos”. Pérsico destaca la capacidad de organización y movilización políticas: “Aparecen por todos lados las protestas de 60 mil chalecos amarillos en Francia, sólo 10 mil en París. Nosotros movilizamos 200 o 300 mil en la 9 de Julio y nos parecen normales. Yo hablo con muchos empresarios y la pregunta es cómo se resuelve el quilombo de la calle, el conflicto social. Y yo les digo que haciendo un Gobierno totalmente diferente a éste. Estabilizar la Argentina es darle solución al conflicto”. Si el modelo neoliberal no se puede consolidar, es por la conciencia política: “Argentina no estaba para Macri, él es una minoría y sus ideas son totalmente minoritarias”.


“Queremos que se vayan aplastados por el voto popular “.

 Ahora la respuesta la tiene la política. “Estamos en una situación muy grave, donde no se puede construir futuro porque no hay trabajo fijo. El problema de los economistas es que piensan en cómo resolverle los problemas “al señor Mercado”, dejan que éste maneje la economía. Ni (Juan Domingo) Perón ni Néstor (Kirchner) lo hubieran permitido, porque la economía es el mayor arte de la política; en la decisión económica es donde está la verdadera decisión política”. Para Pérsico, los temas de agenda debieran ser “cómo, dónde y qué vamos a producir, y de eso no hablan. Cómo lograr servicios públicos para todos, del urbanismo social y de la reforma agraria”. Para el dirigente social hay dos programas dando vuelta: “Si integramos a los pobres consumiendo, a partir de subsidios, no con trabajo; o si hay que crear condiciones de negocio para las empresas. Es tiempo de construir un modelo de unidad nacional que ponga el trabajo por encima de todo. Un Gobierno de unidad que saque arriba del 60% de los votos.”

Lo peor que podría suceder es que” haya otros cuatro años más como éstos. ¡Dios no lo permita! Como católico rezo todas las noches para que eso no suceda. Por favor que no tengamos que soportar más esto, y creo que no va a suceder. Creo que estos tipos se tienen que ir castigados por el pueblo, se tienen que ir muy mal. Confío en que Macri termine con el 0,3 % de los votos porque la situación es parecida a la del 2001. Hoy hay 70% de voto opositor, así que está en la política construir una alternativa que nuclee a la mayoría”. Emilio Pérsico escucha todos los días ese pedido en los barrios y en los bares de la Ciudad: “El reclamo es “únanse”.  Hay un clamor de unidad y confío mucho en ese clamor. A quienes pongan demasiadas condiciones, que no sean las condiciones programáticas, que es ser verdadero opositor a este modelo, y no jueguen por la unidad (opositora), la gente los va a castigar, no los va a votar”.