Artista visual, bahiano. Trabaja con “las pieles de las ciudades”. Denuncia censura y persecución al trabajo artístico en Brasil. Willyams Martins llama a los artistas a resistir.

¿Cómo vive la comunidad artística los primeros meses del gobierno de Jair Bolsonaro?

WM: Una de las primeras medidas fue discriminar el arte a través de las redes sociales, con pretextos vagos y anticuados, vinculados a la censura. Son tiempos muy difíciles para muchos artistas. La Secretaría de Cultura, es en realidad, como un unicornio, la gente sabe que existe pero no se ve de hecho.

“Están promoviendo la caída
del arte en Brasil”.

¿Cuáles fueron las medidas que más afectan a la actividad artística?

WM: Hasta ahora, no se ha hablado de medidas puntuales relativas al arte. Pero, por lo que se sabe, la Secretaría de Cultura , está prácticamente parada. No se oye más sobre proyectos como era antes en el gobierno de Lula. Están promoviendo la caída del arte en Brasil, para depender más aún de la llamada “industria cultural” importada de EE.UU. Es posible que estemos ante un plan para desestructurar la cultura y el arte del país.

“Estamos en un contexto de retrocesos, 
dónde lo diferente es mal visto”.

¿Tienes miedo a represalias, persecución por parte del gobierno?

WM: Sí, tengo miedo porque estamos en un contexto de retrocesos, donde lo diferente es mal visto y estamos siendo blanco de políticos de la elite conservadora que vinieron a desarticular el pensamiento de izquierda. Y el arte es un campo que despierta la conciencia y el imaginario de las personas, por lo tanto, es objeto de censura. Si continúan estos procedimientos dictatoriales es posible que en breve los artistas comiencen a exiliarse. Recientemente, censuraron al colectivo, “És uma maluca” (Eres una loca) por presentar en Río de Janeiro, una instalación llamada “La voz de la cloaca es la voz de Dios”. También en San Pablo, los murales fueron tapados con pintura gris. Otros artistas como Maikon K, Renata Carvalho, Elizabeth Finger y Wagner Schwartz también fueron censurados. Aquí en Bahía, el compositor y maestro de capoeira Moa Do Katendé fue asesinado por un simpatizante de Bolsonaro durante una discusión política sobre los resultados de las elecciones.

“Mi obra constituye una arqueología urbana”

Cuéntanos sobre tu trabajo con las pieles de las ciudades.

WM: Trabajo con las geopoéticas, las imágenes descolgadas y recogidas durante innumerables recorridos que vengo realizando por las capitales de Brasil. También las llamo pieles de la ciudad. Investigo sobre las manchas, vestigios humanos, dibujos y fragmentos de carteles publicitarios que remuevo, con una técnica inusitada, el material encontrado en las superficies de los muros o paredes de las ciudades. Son imágenes recogidas de largos recorridos, donde es posible identificarlas como geopoéticas, provenientes de norte a sur, de este a oeste. En este despegar de los muros, se revela una dimensión tiempo-espacial, cuyo concepto de urbanismo, arquitectura y plástica, revelan poéticas generadas por las apropiaciones de múltiples imágenes. Contextualizo paso a paso las visualidades removidas, luego catalogo y archivo, generando documentos visuales de las ciudades bajo la perspectiva del arte. Mi obra constituye una arqueología urbana.

“Mi trabajo es considerado ilegal”.
“Fui detenido (…)”

¿Cómo afecta la situación social que vive hoy Brasil en esas pieles?

WM: Estar en las calles es un acto político. Hay tensión permanente, pues la calle es donde todo sucede, principalmente, porque mi trabajo es considerado ilegal. La acción se configura como algo ilegal, por un acto de apropiación tomada para sí de lo que es considerado público. Hace un tiempo fui detenido en San Pablo por despegar imágenes de los murales de la famosa Avenida 23 de Mayo. En el momento de despegue, fui sorprendido por la policía civil. Me acusaron de un crimen ambiental, después de 5 horas fui liberado.

“Nadie suelta la mano de nadie”.

¿Qué aporte pueden hacer los artistas en este contexto de crisis en la región?

WM: Hay una frase muy interesante en lo que se refiere a la resistencia: “nadie suelta la mano de nadie”.Es una consigna que usaron los estudiantes de la Universidad de San Pablo (USP), durante la dictadura militar como “grito de pavor” dentro de los cuarteles militares improvisados en la universidad, cuando los militares cortaban la energía eléctrica para invadir los centros de estudio. Esta frase en la actualidad se popularizó en Internet, principalmente en medio de la población negra, indígena, LGBT, feministas, estudiantes y artistas. Con esto quiero decir, que los artistas necesitan hoy, estar más que nunca unidos para producir, aunque de manera alternativa, su arte, dentro de una esfera de resistencia. Articular acciones artísticas, sea en grupo o individualmente, de tal manera, que pueda contener un conjunto de factores sociales. Para ello, lo político y lo artístico deben ser todo el tiempo reinterpretados para sobreponerse a este momento de crisis.

    Lo que tenés que saber

• Jair Bolsonaro no le dedicó ni una línea a la cultura en su programa electoral.

• El Ministerio de Cultura se redujo a Secretaría, junto a Deporte y Ciudadanía.

• El excapitán dijo que los artistas son “mercenarios” por su fuerte defensa de la Ley Federal Rouanet, que promueve y estimula la producción cultural.