Luego de protestas en cárceles de Corrientes y de la provincia de Buenos Aires, un motín se declaró en el penal de Devoto, la cárcel Federal de la Ciudad de Buenos Aires. En el contexto de la pandemia del Covid-19, los detenidos suman a sus históricas demandas por mejores condiciones de encierro, medidas extraordinarias como la prisión domiciliaria, ante el miedo a contagiarse Coronavirus. Los internos del Pabellón 1 desplegaron una bandera que dice: “Covid-19 está en Devoto. Jueces Genocidas. El silencio no es mi idioma”. En los audios y videos enviados desde el interior del penal se escuchan gritos, disparos de armas de fuego y de gases lacrimógenos.
Un grupo de detenidos se rebeló en uno de los niveles de la cárcel e hicieron llegar videos y audios a distintos medios de comunicación, entre ellos a Agenda Sur, con celulares de los propios internos, luego de la resolución que permitió que los tuvieran debido a la prohibición de recibir visitas de sus familiares por el aislamiento social obligatorio. Los presos llegaron a la terraza del complejo penitenciario y se enfrentan a la policía. Además, difundieron un petitorio en el que exigen la presencia de las autoridades y demandan que “se teste toda la población de Devoto, detenidos y personal penitenciario para evitar que se propague el virus dentro del penal”. “que se implementen las medidas sanitarias correspondientes al ministerio de salud y la OMS, que se cumplan las leyes y las acordadas” que recomiendan “arrestos domiciliarios para los enfermos vulnerables a este virus, libertades a los que están pasados de sus beneficios y también a los que están próximos” a cumplir su condena. “Denunciamos que el SPF miente mediante informes que remiten a los juzgados diciendo que pueden garantizar la salud, elementos de higiene y personal. Ninguna cárcel de la Nación está preparada para una pandemia”.
Los vecinos de la zona confirmaron que escucharon detonaciones compatibles con disparos de balas de goma; lo mismo que se percibe en los audios. Según Infobae, “una alta fuente penitenciaria reconoce que “tomaron la planta uno del penal, el nivel reservado para narcos y detenidos que cursan estudios universitarios”. El coronavirus ya habría llegado hace unos días a un agente subayudante del Servicio Penitenciario de Devoto. La respuesta del Servicio fue aislar a la población.
En el Servicio Penitenciario Bonaerense hay casi 1200 presos en huelga de hambre declarada, se desataron dos motines en una semana en cárceles como la N°10 de Moreno o la 23 de Florencio Varela, que terminó con 20 presos heridos y un muerto a causa de las heridas de postas de goma. También hubo serios problemas en un penal de Corrientes. Los alrededores del penal de Devoto fueron cerrados por móviles y personal la Policía Federal y bomberos, y varias ambulancias del SAME llegaron al lugar. El efecto contagio no es sólo de la pandemia, sino también de las protestas de los internos.
Edición Pablo Fernández Alberti
