Los analistas habían predicho días anteriores que por la cercanía de los resultados de las elecciones presidenciales, no se iba a saber hasta pasados unos días del cierre de los comicios, quién sería el ganador. Sin embargo, después de la medianoche del martes 6 de noviembre ya pudimos tener una tendencia certera de quién ganaría la contienda presidencial. Si bien no tenemos aún el 100% de las mesas escrutadas, el partido Republicano liderado por Donald Trump ha arrasado con todas las predicciones. A las 5 de la tarde del día 7, Trump había conseguido 295 votos electorales (270 se necesitan para ganar) y hasta está ganando el voto popular por más 5 millones de votos, lo que no le sucedía hace décadas al partido Republicano.
Bernie Sanders: “El partido Demócrata, que ha abandonado a la clase trabajadora, descubra que la clase trabajadora ha abandonado al partido“
Bernie Sanders sacó un comunicado diciendo que “no debería sorprender que el partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora ha abandonado al partido…Mientras el partido Demócrata defiende el statu quo, la gente quiere un cambio”. A continuación habla de la inequidad económica, la inflación, los salarios bajos, la falta de cobertura médica pública y medicamentos con los precios mas altos del mundo, la imposibilidad de proponer un freno al genocidio cometido por Israel con las armas que el gobierno de Biden le provee. Y se pregunta “¿Aprenderán los consultores bien pagados y los adinerados que tienen el control del partido Demócrata la lección de esta campaña desastrosa? ¿Entenderán el dolor y la alienación política que experimentan millones de estadounidenses? Tienen idea de cómo enfrentar a la poderosa oligarquía que tiene el poder político y económico? Probablemente no.”
No hay una sola razón por la cual Kamala Harris fracasó en su intento de llegar a la Casa Blanca, pero sí está claro que el partido Demócrata ignoró a su ala más izquierda. Decidieron abandonarlos y correrse hacia el centro. Esta movida nunca les funcionó. Así es que decidieron hacer campaña con la hija del vice-presidente de George Bush (hijo) el siniestro y ultra-conservador Dick Cheney. Buscando aquellos republicanos mas de centro, anti-Trump que según muestran los primeros resultados no votaron en masa a Harris.
El Partido Demócrata perdió voto de origen árabe, joven y de los judíos anti-sionistas.
Referente al conflicto de Oriente Medio, cada vez que se le preguntaba acerca de que si se iba a distanciar del apoyo incondicional a Israel y aplicar sanciones para detener el genocidio cometido al pueblo Palestino, su respuesta era “nunca vamos a dejar de apoyar el derecho a defenderse del gobierno Israelí”. De este modo perdió el apoyo de la comunidad árabe que en elecciones anteriores había apoyado al partido Demócrata con el 70% de su voto. La comunidad árabe más grande se encuentra en el estado de Michigan, más de 200,000 personas de origen árabe viven en este estado. En Dearborn, Michigan donde más del 50% de la población es del Líbano y Yemen, Kamala sacó sólo el 15% de los votos. Kamala no visitó Dearborn, tampoco invitó a subir al escenario a Ruwa Romman, legisladora Palestino-norteamericana de Georgia, durante la Convencion Democrata Nacional a pesar que sí compartio escenario con los padres de un soldado Israelí-estadounidense tomado como rehen por Hamas. Kamala tampoco aceptó conversar personalmente con el movimiento de voto protesta “uncommitted”. También, perdió el voto de las personas de 18 a 30 años y de los miles de judios anti-sionistas que conformaron el grueso de las protestas estudiantiles el año pasado.
En los próximos días los analistas argumentarán las razones por las cuales Harris perdió las elecciones ante Trump, un magnate, con historial criminal, mentiroso, misógino, racista y con tendencias anti-democráticas. Lo cierto es que Kamala Harris nunca se distanció de Biden, proponiendo una continuación a este gobierno, en vez de tener una propuesta con sello propio. Una propuesta de cambio que muchos sectores de la población están pidiendo a gritos.
