Brasil, entre la crisis sanitaria y el fortalecimiento del modelo neoliberal
El mundo político de Brasil comienza a despertarse ante la grave crisis que atraviesa el gigante de Sudamérica como consecuencia de la gestión de Jair Bolsonaro al frente de la pandemia.
Gobernadores de 17 Estados -son 26- firmaron un documento en el que acusan al Gobierno Federal de distorsionar la información sobre los recursos asignados para combatir el Coronavirus. La carta fue firmada, entre otros, por el gobernador de San Pablo, Joao Doria, líder opositor que asoma como posible candidato a presidente en 2022. Pero también aparecen aliados a Bolsonaro disconformes con el manejo de la situación sanitaria.
En medio de esta tensión política, Bolsonaro intenta avanzar con la agenda privatizadora de su ministro de economía, Paulo Guedes. La empresa estatal de Correo Postal, la mayor de América Latina, y la compañía energética Eletrobras son dos de los objetivos que tendrán que pasar por la votación del Congreso. El gobierno defiende la medida con el argumento de saldar el déficit generado por la inyección de ayuda en bonos y aumentos para las clases más desfavorecidas de Brasil, a raíz de la crisis de la Covid 19.
Sin un clamor popular por el impeachment y con una oposición que no logra crear un frente para 2022, el camino hacia la reelección parece una posibilidad para el ex capitán.
En el último tiempo, Guedes se ha mostrado crítico de algunas decisiones del Planalto que se contradicen con la agenda liberal del gabinete económico. Una de ellas, fue la decisión de Bolsonaro de desplazar al Ceo de Petrobras, Roberto Castello Branco, nada menos que un hombre propuesto por el ministro de economía. Bolsonaro lo reemplazó por un militar, el exministro de defensa de Temer, Joaquim Silva. El motivo del cambio se debió al drástico aumento de los combustibles. El sector camionero, un aliado importante dentro de las bases de apoyo social con las que cuenta Bolsonaro, había amenazado con un paro. La decisión del mandatario causó también malestar entre los inversores que interpretaron esta medida como una intervención del Estado.
En el plano internacional, Brasil impulsa una flexibilización del Mercosur. Su canciller, Ernesto Araujo, defiende la idea de que cada país miembro del bloque pueda negociar acuerdos con otros países de manera independiente. También planteó la necesidad de reducir de manera gradual el Arancel Externo Común.
En momentos en que Brasil transita la segunda ola de Coronavirus con una variante que causa estragos en la región noreste, y cifras que superan a las del año pasado, se conocieron los números de la economía. El PIB en 2020 se derrumbó un 4,1%, la mayor caída en 30 años.
En su último año de mandato, Bolsonaro quiere logros. Pese a la caída de su imagen, mantiene aspiraciones para una segunda presidencia. Sin un clamor popular por el impeachment y con una oposición que no logra crear un frente para 2022, el camino hacia la reelección parece una posibilidad para el ex capitán.