Tres derrotas para Trump y un claro ganador, Mamdani
Los estadounidenses votaron el martes en varias elecciones para gobernador y municipales. Entre las más esperadas se encontraba la elección para alcalde de la ciudad de Nueva York; para gobernador de los Estados de Virginia y New Jersey; y por último un referéndum en California para rediseñar el mapa de los distritos congresionales a nivel nacional, que permitiría agregar cinco diputados más.
El candidato para la alcaldía por el Partido Demócrata que proviene del ala más izquierda del mismo (Demócratas Socialistas de América), Zohran Mamdani, de 34 años, ganó con el 50. 4% de los votos. Además de haber hecho una campaña magnífica en redes sociales, y de contar con un batallón de jóvenes voluntarios que no pararon de tocar puertas para motivar a la gente a votar por su candidato hasta dos días antes de las elecciones, se benefició de tener dos pobres contrincantes. El democrata y ex gobernador de New York con 13 denuncias de acoso sexual, entre otros escandalos, y que por eso motivo tuvo que renunciar al cargo; y un republicano que no sacó mas que el 8% de los votos. Con el triunfo de Mamdani, el Partido Demócrata, que hasta ahora ha privilegiado a candidatos centristas y se ha rehusado a “abrir la carpa” e incluir a una nueva generación con ideas más socialistas, se verá obligado a hacerlo.
Si bien estos tres candidatos (Virginia, New Jersey y New York) basaron sus campañas en “affordability”, es decir, implementar políticas públicas en apoyo a las familias trabajadoras para reducir el elevado costo de vida en sus lugares de residencia, Mamdani fue mucho más agresivo: presentó políticas que permitan una mejor distribución del presupuesto; subir el impuesto a los ricos y crear políticas que beneficien a los trabajadores.


Tanto Mikie Sherrill, la ganadora para la gobernación de New Jersey, como Abigail Spanberger, formaron parte de “las fuerzas del orden”. Sherrill es exintegrante de la Marina, y Spanberger exagente de la CIA, con un padre policía. Ambas son consideradas Demócratas “corporativas” (reciben donaciones de empresas para sus campañas), centristas y del ala más conservadora del partido. Además, enfrentaban a contrincantes MAGA (Make America Great Again) y sus campañas fueron basadas en lo destructivo que podría ser que el Partido Republicano gane, más que en políticas específicas para mejorar la calidad de vida de los residentes de sus Estados.


En New Jersey, la actual diputada Mickey Sherrill ganó por 400.000 votos de diferencia con el candidato Republicano, esto es el 56.2% de los votos. Lo cierto es que en este Estado hay una diferencia de 850.000 demócratas registrados más que republicanos. Kamala Harris ganó por 250.000 votos frente a Trump, lo que representa un porcentaje menor que en las elecciones presidenciales entre Biden y Trump. Esto presentaba dudas a la hora de determinar cuán acertadas eran las encuestas, que oscilaban entre el 1 al 9% y la mostraban como ganadora a Sherrill.


Por su parte, Spanberger, de 46 años, también actual diputada por el estado de Virginia, se convertirá en la primera gobernadora mujer del Estado. Le ganó las elecciones a otra mujer del partido republicano, cuyas propagandas televisivas estaban llenas de insultos y exageraciones. Comparado con New Jersey, el Estado de Virginia contiene a una población con tendencias más conservadoras.
Finalmente, el referéndum de California que permitirá conseguir unos cinco diputados más para el Congreso Nacional, fue aprobado con el 63.8% de los votos.


Zohran Mamdani, musulman e inmigrante, en su discurso de triunfo dedicó unas palabras a Donald Trump: “…Si alguien puede mostrar una nación traicionada por Donald Trump, cómo derrotarlo, es la ciudad que lo hizo ascender. Y si hay una forma de aterrorizar al déspota, es desmantelando las mismas condiciones que permitieron que acumulara el poder. Ésta no es sólo la forma de parar a Trump, es la forma en que paramos al próximo. Por eso, Donald Trump, sé que me estás mirando, tengo tres palabras para vos: subí el volumen.”
Esta es una derrota para Trump. Ganó el descontento por un Gobierno que no construye, sino destruye. Y es un revés que el oficialismo tendrá que remontar de cara a las elecciones de medio término de noviembre de 2026.










