¿Y si no le sale bien?
- Milei perdió apoyo político.
- Tiene el frente económico muy complicado.
- Avanzan las investigaciones en la Justicia.
- Los grandes medios de comunicación comienzan a criticarlo.
- La calle no le da más tiempo.
- Milei ya no le sirve al poder económico, ahora necesitan un “político institucionalista” para fijar los recortes sociales y la economía regresiva.
En su momento el arco político argentino subestimó a Javier Milei y por eso llegó a la presidencia. Una vez en el poder, lo sobrestimó y por eso estuvo casi dos años de gestión con gran apoyo político: el Congreso le votó todo, los núcleos de poder financiero nacional e internacional le pusieron muchos dólares (sólo el FMI 14 mil millones), los medios de comunicación difundieron su batalla cultural y el Poder Judicial no lo investigó -hasta aquí…- Ahora perdió casi todos esos sustentos, incluido la movilización popular en la “calle”, que para los libertarios son el manejo de las redes. Sólo le queda el FMI y EEUU.
Es más, supuestamente Milei también pretende dejar atrás el lenguaje y sus formas crueles, brutas, despectivas, insolentes y agresivas que lo trajeron hasta acá. El problema es que uno de sus pocos valores era el ser genuino, mostrarse como es, y capitalizar el enojo social. Ahora quiere simular ser un político correcto, lo que lo aleja de la sociedad que está muy enojada. Corre el riesgo de parecer “un político de la casta”, como él dice, que era una de las cosas que venía a enfrentar, para terminar siendo una farsa.
Este Gobierno batió el récord de hechos de corrupción en sólo dos años de gestión.
También traicionó su discurso moral. Este Gobierno batió el récord de hechos de corrupción en un lapso breve de gestión: pagos para acceder a Milei –desde las coimas pedidas al orfebre Juan Carlos Pallarols para entrevistarse con él, en adelante-; venta de candidaturas; caso $Libra; contratos en el Banco Nación; Agencia de Discapacidad –ANDIS-; retornos de los prestadores en el PAMI; contratos en la obra social intervenida de Trabajadores Rurales, entre otros. El Karina alta coimera se grita hasta en el baño. El 3% es el número más cantado.
Milei tiene muchos frentes abiertos y no conduce ninguno. La agenda es de la oposición: pierde todas las votaciones en el Congreso, ahora le doblaron el veto a la emergencia pediátrica y al financiamiento universitario. En unos días el Senado los terminará de tumbar. Corre riesgo el veto a la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional. “La gente”, que empieza lentamente a presentarse con conciencia de pueblo, festejó en las calles de todo el país. No sólo en el Congreso de la Ciudad de Buenos Aires, también en Córdoba, Santa Fe, Mar del Plata, entre otros “bastiones de la derecha”.


El poder económico también parece soltarle la mano. Las deudas en pesos y en dólares son impagables y se encaminan a nuevos defaults. El dólar por el techo –de la banda de flotación- y el riesgo país por las nubes. Se aproxima una nueva devaluación luego de las elecciones del 26 de octubre. En lugar de comprar reservas, las rifa. ¿Cuántas y hasta cuándo? “Vamos a vender hsata el último dólar”, dijo el entreguista ministro de Economía, Luis Caputo. Para las elecciones falta poco… –lo que es bastante-.
Contrariamente a lo que se dijo hasta acá, en genral, a La Libertad Avanza en las elecciones le fue mal. Por supuesto que el golpe durísimo fueron los más de 13 puntos en contra en las legislativas de la provincia de Buenos Aires -triunfo de la la conducción de Axel Kicillof-. Pero en ninguna le fue muy bien que digamos. Ganó en CABA con el 30% de los votos. En el resto perdió, no obtuvo más que ese núcleo duro. Sólo se anotó otro poroto en el Chaco (45%) porque se colgó del triunfo del gobernador Leandro Zdero. En algunos lugares hizo agua, como en Corrientes donde quedó cuarto y no llegó al 10%.
Y en el plano judicial también empieza a tensarse la situación con Javier y Karina Milei. Las causas por el fentanilo contaminado y la ANDIS son las que más avanzan, y preocupan al Gobierno. Cuanto más poder pierda, más complejo se le hará el frente judicial. Es por eso que los grandes medios de comunicación –Clarín, La Nación, A24, TN e INFOBAE- comenzaron a “informar” críticas al Gobierno, lo que hasta el siete de septiembre a la noche era impensado. Los descalificados “negros del conurbano” –y el interior de la pcia. de Buenos Aires también- lo hicieron posible. ¡Gracias! La clase media reacciona por los ataques al hospital Gaharran, los recortes a la universidad, los maltratos a discapacitados y jubilados y la crisis económica.


Dónde están ahora los “grandes” empresarios, economistas, legisladores, gobernadores y comunicadores que decían que “la macro está ordenada”.
Deuda impagable, fuga de dólares, tasas de interés altísimas, especulación financiera, producción paralizada, recesión, despidos, salarios que no alcanzan para nada y comercios vacíos -uno de cada 10 en CABA en el segundo cuatrimestrE-. ¿Es lógico que irse de vacaciones a Brasil o EEUU sea más barato que hacerlo en Mar del Plata? ¿De verdad es más económico importar tomates o leche que producirlos acá? ¿Eso es una macro ordenada o un macro desorden económico?
Resta poco más de un mes para las elecciones legislativas nacionales. De acá al 26 de octubre quedan unas 25 jornadas financieras. Parece poco, es mucho para un Gobierno que se debilita día a día. Sólo en la jornada del viernes 19 vendió/regaló 679 millones de dólares; 1100 millones en tres días. No hace falta aclarar que lo vamos a pagar todos. La única estrategia es llegar al 26 con este esquema financiero. Seguramente después habrá una devaluación, más allá de la que ya comenzó. Eso es si le saliera bien, ¿y si no..?
Es por eso que los voceros de la derecha, como el comnunicador Joaquín Morales Solá, ya hablan de una posible “Asamblea Legislativa” y se animan a proponer a dirigentes del estilo de Juan Schiaretti o Miguel Ángel Pichetto. Obviamente no quieren a Axel Kicillof, que se posiciona como “el candidato” popular. Lamentablemente antes está la vicepresidenta Victoria Villarroel, salvo que también la descarten a ella. Al poder económico, Milei ya no le sirve: quiere institucionalizar los recortes que realizó y la distibución regresiva de ingresos, y para eso necesita un político “institucionalista”, como lo son el cordobés o el rionegrino.
Pareciera que el Gobierno empezó una caída de la cual no tiene retorno. Esta semana lo reconoció el exviceministro de Luis Caputo: “Nunca entendí el programa económico”. Imagínese nosotros, Joaquín. Pero no hay que subestimar el daño que aún puede causar. Milei nunca abandonó su delirante idea de la “dolarización”, con el agravante que lo prometió. Milei siempre fue a fondo… En este caso no sería con la “ayuda” del FMI, sino con plata directa del tesoro de EEUU. Más allá que hoy pareciera improbable que eso sea avalado por el Congreso y la Corte Suprema, el poder de daño de esta gente es infinito.
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