Por Alejandro Gómez

Como es habitual desde hace algunos años, nadie quiere declararse perdedor. Siempre dicharacheros, nunca agoreros. Es un baile al que nos invitan en cada votación regional, más alguna que otra declaración precoz desde los perfiles de redes sociales o apoyos que ayudan a nublar la vista de algunos y clarificar la de otros. Casos domésticos como el de Macri, que pasando apenas algunos minutos de las diez de la noche daría por ganador de la contienda a González Urrutia o al del propio Milei que exclamaba “la libertad avanza en Latinoamérica”. Lo irónico es que ambas figuras, claman por la libertad y a la vez por la acción de las fuerzas armadas venezolanas, léase autogolpe.

En Argentina la red social X jugaba su propia contienda entre la serie de moda de la señal HBO y con alguna preeminencia las elecciones venezolanas. El barrio de Palermo, donde se encuentra la embajada de Venezuela, fue otro de los escenarios que tuvo la acogida de cientos de residentes enfervorizados por el clima electoral. La propia embajadora, Stella Marina Lugo de Montilla, denunció el asedio e intento de injerencia en los resultados electorales, por parte de las autoridades locales, tal es el caso de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien se desentendió por algunos instantes del caso Loan para hacer acto de presencia en la embajada caribeña.

Pasadas las doce de la noche de Argentina y con algunas precisiones, la muchedumbre comenzó a exaltarse.
Un sabor amargo se apoderó de los sentimientos que rodeaban aquella pequeña parcela que representa el suelo Venezolano, ubicado en la calle Luis María Campos 170 de la Ciudad de Buenos Aires. 

Al mismo tiempo,  por las calles de Caracas una marea humana se congregaba en el Palacio de Miraflores para apoyar al reelecto presidente Nicolás Maduro que en el poroteo más prematuro, arrojaba un 51,20% de los votos, por encima de Edmundo González Urrutia con el %44,2, habiendo sido escrutadas el %80 de las mesas según cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), que ubican esos números en una tendencia irreversible.

Créditos: Info

HV, enviado especial desde Caracas, Venezuela.