Importaciones: la disputa por los dólares y el sobrestock
Por Eugenia Rodríguez Centro de Economía Política Argentina (CEPA)
La balanza comercial de julio arrojó, por segundo mes consecutivo, resultados negativos, con un déficit por 437 millones de dólares.
En el marco de las dificultades para acumular divisas en el Banco Central (BCRA), es evidente que una de las principales canchas de disputa de dólares se jugó en el acceso al tipo de cambio oficial para importar. ¿Qué explicó el “festival de importaciones”?
En primero lugar, parte del crecimiento en la demanda de USD para importar responde a factores estructurales vinculados al desarrollo de actividades muy dependientes de importaciones para seguir ampliando su capacidad productiva, así como de variables coyunturales, relacionadas con el impacto que tuvo la salida de la pandemia y la guerra en los precios internacionales.
No obstante, es posible observar también que las cantidades importadas de determinados insumos no se corresponden con el nivel de actividad. En otras palabras, el sobrestockeo en bienes de consumo e intermedios fue una constante en la primera mitad de este año.
Es posible observar también que las cantidades importadas de determinados insumos no se corresponden con el nivel de actividad.
Al respecto, cabe repasar algunos datos que dan cuenta de esto: en los primeros cinco meses de 2022 el excedente en dólares de importaciones (seleccionando sólo aquellos casos de posiciones arancelarias que superaron el 20% en cantidad -ningún sector superó ese guarismo- y considerando sólo el excedente del 20%) alcanzó, al menos, los USD 2.500.
En el caso de Bienes de Consumo, los principales rubros (de las 634 posiciones que superan en los primeros cinco meses al menos en 20% las cantidades del mismo periodo en 2021), son alimentos y bebidas, artículos del automotor, bisutería, juguetes y libros, entre otros.
Por su parte, los principales rubros de Bienes Intermedios (de las 1707 posiciones que superan en los primeros cinco meses al menos en 20% las cantidades del mismo periodo en 2021), son aceites, aluminio, cables y conductores, ceras, cobre, hierro, hilados, entre otros. En relación, el 65% de las importaciones excedentes en bienes de consumo y el 88% de las de bienes intermedios tienen licencias automáticas.
Si se agrupan las 50 empresas principales por sector de actividad, se observa un alto grado de concentración: solamente 5 sectores acumulan el 93% de la variación en montos CIF.
Asimismo, de un universo de más de 24.000 empresas importadoras, solamente 20 explican el 55% de la variación nominal alcanzada en los primeros seis meses de 2022, respecto del año anterior.
Solamente 5 sectores acumulan el 93% de la variación en montos CIF. Y 20 empresas explican el 55% de la variación nominal alcanzada en los primeros seis meses de 2022.
Ante ello es necesario lograr una administración más coordinada y efectiva en materia de regulación de importaciones, al considerar el acelerado crecimiento que registran: primer semestre subieron un 44% interanual, mientras que las exportaciones lo hicieron en un 27% i.a. En tanto que la balanza comercial de julio arrojó, por segundo mes consecutivo, resultados negativos, con un déficit por 437 millones de dólares, impulsado principalmente por la suba de precios en energía.
En este contexto, es preciso señalar que desde marzo el BCRA viene intensificando las restricciones de acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) para el pago de importaciones. En junio las profundizó con el fin de priorizar las importaciones energéticas.
Las importaciones en el primer semestre subieron un 44% interanual, mientras que las exportaciones lo hicieron en un 27%
Se destacan medidas como la restricción del pago en cuotas en los free shops para, por otro lado, impulsar la ampliación de los dólares disponibles para sectores productivos, mejorando las condiciones para la financiación de importaciones de autopartes, fertilizantes e insumos. Así como las mayores regulaciones a partir de la detección de maniobras fraudulentas que implican abusos por parte de empresas mediante mecanismos de subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones. En ese sentido, desde el ministerio de Economía advirtieron sobre unas 13.000 operaciones de 722 empresas, que consistían en “comprar productos a un precio, pasarlos por otro destino y traerlos sobrefacturados a la Argentina”.
Además, se agrega la implementación de cambios en ciertos bienes de consumo que tenían licencias automáticas. Se trata de unas 34 posiciones arancelarias (entre las que se encuentran bienes como whisky, altavoces, máquinas para criptominería, máquinas tragamonedas y hasta semen bovino, yates y aviones de lujo) que pasan a tener licencias no automáticas. Implicaría, según estimaciones oficiales, unos USD 800 millones que, en lo que va del año, requirieron estas posiciones arancelarias de las reservas.
Finalmente, resulta imprescindible optimizar las políticas de acceso a dólares para importaciones para impedir el negocio de unos pocos y, a la vez, afectar lo menos posible el nivel de económica.
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