Internacionales

Deserción e inequidad escolar: en EE.UU. también sucede

“Las escuelas han perdido contacto con al menos tres millones de estudiantes”.

Desde el comienzo de la pandemia en marzo del año pasado, y con la interrupción de las clases presenciales, se presentaron muchos desafíos en el ámbito escolar. La decisión de pasar de clases presenciales a virtuales fue, literalmente, de un día para el otro. De un miércoles para un lunes los docentes tuvieron que entrenarse a la velocidad de la luz en cómo llevar adelante clases virtuales. La pandemia mostró una herida que ya existía pero que se expuso como nunca antes: la inequidad. Las escuelas se encontraron con alumnos que no tenían laptops personales o sus casas no contaban con servicio de internet. De una semana a la otra, las escuelas tuvieron que conseguir laptops nuevas o usadas o reparadas para una gran cantidad de alumnos. El distrito escolar de la ciudad de Boston, que cuenta con alrededor de 55 mil alumnos (solo escuelas públicas) distribuyó 30 mil Chromebooks a sus estudiantes. La ciudad de Nueva York, con más de un millón de alumnos, compró unos 300 mil iPads para su distribución en las escuelas de la ciudad -cifras del comienzo de la pandemia. 
Pero entre todas las problemáticas que surgieron a partir del COVID 19 y el cierre de las escuelas, la deserción escolar creciente es una de las más preocupantes. Bellwether Education Partners, una ONG dedicada al área de inequidad en la educación, descubrió que las escuelas han perdido contacto con al menos tres millones de estudiantes. Dentro de este grupo se incluyen a alumnas/os discapacitadas/os, aquellos cuyo primer idioma no es el Inglés y niñas/os que se encuentran en el sistema de Foster Care (familias sustitutas). En el programa de la Radio Pública (NPR) “The Takeaway” la presentadora entrevistó a una trabajadora social del distrito escolar de Broward, al norte de la ciudad de Miami, quien explicó que están en la búsqueda de alrededor de 800 alumnos que han dejado de asistir a clases virtuales desde marzo del año pasado. Este distrito cuenta con alrededor de 270 mil estudiantes. Los trabajadores sociales de las escuelas están golpeando puerta por puerta buscando a sus alumnos.  Las razones por las cuales los estudiantes se ausentan de las clases virtuales son, entre otras, el cambio de fechas del comienzo de clases junto con el desconocimiento de niños y padres para con el uso de software para clases virtuales; padres que trabajan largas horas y no pueden supervisar a sus hijos; familias que perdieron sus trabajos, que han sido desalojados de sus casas o que viven en refugios temporarios sin acceso a internet; padres que se encuentran con dificultades de poner un plato en la mesa para sus hijos; falta de computadora personal; familias que se encuentran en condiciones de hacinamiento; y familias que perdieron familiares por el COVID 19.  En esta zona del Estado de Florida con gran cantidad de familias latinas, las/os niñas/os que son colocadas/os en el subgrupo de ‘English learners’, cuyo idioma materno no es el Inglés, se encuentran en el grupo de niños vulnerables de desertar. Las familias  indocumentadas y que no hablan el Inglés suelen no comprender los mensajes enviados desde el colegio, no se enteran que las escuelas pueden proveer laptops e internet, se mudan frecuentemente y no actualizan sus domicilios en los archivos de la escuela, entre otros inconvenientes. 

Las familias  indocumentadas y que no hablan el Inglés suelen no comprender los mensajes enviados desde el colegio.

Los trabajadores sociales cumplen un rol esencial en la búsqueda de los alumnos “perdidos”. Los rastrean de diferentes formas, les entregan su laptop, les enseñan a ingresar a sus clases virtuales, consiguen proveedores de internet a bajo costo y estudiantes de años superiores que de forma voluntaria ayudan con sus tareas, los apoyan consiguiendo ayuda en la comunidad si necesitan servicios de salud mental o alimentación, entre otras cosas. Lamentablemente no todos los distritos escolares cuentan con recursos financieros suficientes y humanos para dedicar a sus profesionales a la búsqueda de niños que han desertado.
La periodista de NBC, Erin Einhorn, explica que los distritos escolares son financiados de acuerdo a la cantidad de alumnos que asisten a la escuela, por lo que si un distrito pierde alumnos también perderá financiamiento. Esto significa que una vez que las escuelas abran, los alumnos regresarán habiendo perdido un año escolar, además de haber experimentado trauma por la pérdida de algún familiar o de ver a sus padres batallando por poner un plato de comida en la mesa, o por conseguir dinero para pagar el alquiler. Estos estudiantes van a necesitar otro nivel de apoyo para reincorporarlos a la escuela. La deserción escolar es una de las consecuencias del paso del COVID 19 por las vidas de las/os estudiantes que tendremos que enfrentar con humanidad y más recursos.